A propósito de la masacre cometida en contra del semanario satírico Charlie Hebdo, consultamos la opinión de Jean-François Fogel, periodista y ensayista francés, maestro de la FNPI, quien trabajó en reconocidos medios de su país como Le Monde, el grupo France Televisions y la agencia AFP.
Miguel Ángel Bastenier, periodista y analista experto en temas internacionales nos comparte su visión acerca de las implicaciones que la masacre contra el semanario Charlie Hebdo tiene para el periodismo y la libertad de expresión.
Como periodista en ejercicio del periodismo y de la docencia del periodismo, creo que la dimensión ética abarca tres dimensiones.
El poder del periodismo de investigación está en los datos duros.
Deberíamos pensar a la academia si además de periodistas con rigor y buena prosa estamos formando profesionales que puedan insertarse en el mercado laboral.
Tratar ambos conceptos como sinónimos es un error que le hace daño al oficio y a la libertad de expresión.
El pasado 26 de septiembre la agencia de noticias MVT publicó 19 imágenes de cadáveres.
La cobertura periodística de la violencia en México es un tema que en las últimas semanas ha ocupado mayores espacios en los diferentes medios de comunicación del país.
Este caso como tantos otros nos pone a pensar sobre cómo cubrimos un hecho aparentemente light.
Cada redacción es un mundo y mi receta no promete magia, así que espero que lo tomen como una breve guía sin más pretensiones que ayudar en esta tarea.
Entrevistar y escribir sobre asesinos es la clara muestra de cómo la estrecha relación entre ética y profesionalismo es la clave para contar historias rigurosas, con sentido de servicio público y que sirvan para salvar vidas, incluso la del mismo periodista.
Hay practicantes y pasantes que hacen las notas de portada, que editan secciones, que responden por los contenidos de la web, que hacen las grandes coberturas, y que en suma son obligados a asumir responsabilidades que los llevan a quemar etapas.
El cuidado y el respeto no deben ser selectivos. La ética no debe ser selectiva.
La agregaduría de contenidos no es una mala práctica si se hace con responsabilidad, ética y respeto a la audiencia.