No son muchos los medios de comunicación que pueden darse el lujo de tener a un médico como parte de su sala de redacción. Pero la actual emergencia sanitaria del coronavirus ha comprobado que se puede tratar de una ficha clave para informar con precisión.
Uno de esos pocos casos es el del Dr. Juan Rivera, un cardiólogo de origen puertorriqueño formado en el Johns Hopkins University Hospital, que trabaja como corresponsal médico principal de la cadena Univision.
Durante los últimos meses ha tenido sobre sus hombros la responsabilidad de llevarle a la comunidad hispana información médica verificada y de calidad que les sea de utilidad en medio de toda esta emergencia del coronavirus.
Es por esto que desde la Red Ética lo buscamos para conversar con él acerca de los dilemas éticos y la gran responsabilidad que tiene al informar sobre salud en estos tiempos de pandemia.
“Con esta emergencia sanitaria es necesario resumir mucha información de manera rápida, y tener la habilidad de poder llevar esa información a un nivel que el público pueda entender, teniendo así un impacto positivo en la audiencia”, afirma el Dr. Juan Rivera en esta entrevista concedida a Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética.
Red Ética: Dr. Juan, cuando todo esto comenzó hace cuatro o cinco meses en China ¿llegó usted a imaginarse que se iba a convertir en una pandemia y en una emergencia de las magnitudes que vemos hoy en día?
Dr. Juan: No pensaba que se iba a convertir en una pandemia. Pero específicamente desde el 21 de enero, he estado advirtiendo que era necesario prestarle atención al coronavirus, porque obviamente no es la primera vez que sucede. Tuvimos experiencias como el la influenza H1N1 en el 2008-2009, y anteriormente en el 2002-2003 con SARS. Todos los expertos en salud pública sabían que en algún momento iba a suceder una pandemia como esta. Al ver lo que estaba sucediendo en China, definitivamente era importante prepararnos para tener los recursos humanos y los materiales para prepararnos adecuadamente para una situación como esta, evitando algunos de los problemas que hemos tenido.
Red Ética: Hablemos ahora sobre los dilemas éticos que usted ha enfrentado al informar sobre salud en estos tiempos de coronavirus. Hemos visto que distintos gobernantes han adoptado enfoques responsables, mientras que otros casos como Estados Unidos, Donald Trump al principio le decía la gente que podía seguir saliendo a la calle sin ningún problema. Algo similar sucedió en México. ¿Cómo maneja usted este tipo de dilemas? ¿Hacerle caso a lo que dicen los gobernantes, o más bien a su instinto y a su conocimiento como médico?
Dr. Juan: Esto es una emergencia que tiene que ver con salud pública. Por eso, la información que los ciudadanos de cada país reciben, debe venir de expertos en el área. Yo creo que todos los expertos de salud pública y medicina en el mundo entero están de acuerdo, por ejemplo, que en este momento el distanciamiento físico, el estar en cuarentena, es la mejor opción dado que no tenemos vacunas o medicamentos probados.
Más allá de lo que pueda decir un gobernante, cualquier tipo de comunicación debe estar sustentada en la data. Te puedo decir, refiriéndonos al distanciamiento físico, que países como Alemania, en donde realmente se estableció una cuarentena muy estricta por parte del Gobierno, es uno de los lugares que ha tenido una mortalidad baja, de 0.70% asociado al COVID-19. En contraste, tenemos países que han sido más laxos con la cuarentena, como Italia, donde la mortalidad llega casi a un 10%. Por eso es importante para los comunicadores de la salud que siempre que hablemos sustentados en los datos, y también en los aprendizajes que nos ha dejado este proceso de pandemia.
Red Ética: Para el caso de Estados Unidos, Donald Trump ha incluso llegado a recomendar el uso de cierto tipo de medicamentos...
Dr. Juan: Claro, y es una situación bastante difícil. Ese medicamento es la hidroxicloroquina. El presidente Trump en conferencias de prensa ha dicho a todo el mundo que él piensa que este medicamento puede ser muy efectivo. De hecho, ha sugerido que hasta él mismo pensarían tomárselo. Pero por otra parte, tenemos al infectólogo principal asesor de la Casa Blanca, el Dr. Anthony Fauci, diciendo no hay ningún tipo de estudios reales y sólidos que respalden esta decisión. Aquí tienes una opinión por parte de un médico científico, y por otro lado la de un gobernante. Yo, como profesional de la salud y comunicador, he tomado la posición de, no sólo explicar los dos bandos, sino dar una advertencia editorial mía, y es la siguiente: en una situación de pandemia como la que estamos viviendo, no puedes depender solamente de los estudios rigurosos, como siempre se han hecho en los Estados Unidos, porque no hay tiempo, la gente se está muriendo. Pero al mismo tiempo, no podemos asumir una posición como la del presidente Trump, porque las terapias con estos medicamentos pueden tener efectos secundarios.
Probablemente la mejor manera de ver esta situación está en el medio de estas dos opiniones. No podemos ser tan puristas como el doctor Fauci, porque no hay tiempo; pero tampoco podemos ser descuidados en nuestras opiniones recomendando medicamentos y terapias a la ligera. Más bien, necesitamos recalcar que cada persona debe tener una conversación clínica con su médico, y determinar si vale la pena tomar un determinado medicamento o no. Y que haya un entendimiento completo por parte del paciente de cuáles son los posibles beneficios y riesgos.
Red Ética: Seguramente toda esta emergencia lo ha obligado a usted a mantenerse constantemente informado y actualizado sobre la evolución del coronavirus. ¿Cuáles son esas fuentes de información a las que usted acude con mayor frecuencia y a las que les da mayor credibilidad?
Dr. Juan: Las fuentes de información tienen diferente nivel de utilidad. Por ejemplo, obviamente los estudios científicos que se publican en el New England Journal of Medicine, en JAMA, en la revista Pediatrics, son importantes porque los artículos tienen un proceso de revisión por pares, donde nada se publica si no hay un grupo de científicos que lo avale.
Recientemente el New England Journal of Medicine publicó que el virus puede permanecer en el aire por tres horas. Ahora, yo también he dicho desde el punto de vista científico, que para entender esta crisis es importante aprender de lo que sucedió en China, en España, o en Italia, porque el ciclo epidemiológico fue muy diferente en cada país. Por lo tanto, es válido también ver qué se está publicando en los medios de comunicación de países que ya han experimentado la epidemia.
Finalmente, todos los días estoy en comunicación en un chat privado con más de 100 doctores y profesionales de la salud de todas partes del mundo, en donde se va comentando lo que está sucediendo en los diferentes países. Allí, estoy al tanto de opiniones de otros profesionales de la salud sobre diferentes temas. Eso también lo utilizo como un criterio que me ayuda a tener el pulso de los temas que se están debatiendo o que se están analizando en diferentes lugares.
Red Ética: Seguramente algo bueno para el periodismo de salud luego de toda esta crisis, es que muchos medios se darán cuenta de la importancia de tener periodistas especializados en ciencia y salud, o también en algunos casos, darse el lujo de tener un corresponsal médico, un doctor dentro de su sala de redacción, como es el caso de usted en Univisión. ¿Qué consejos le daría usted a los directores y editores de medios de comunicación que quisieran incorporar a un médico o un periodista especializado en ciencia y salud a su sala de redacción? ¿Qué características o cualidades deberían buscar en esta persona?
Dr. Juan: La característica más importante de un médico que está haciendo la labor que yo hago es poder empaparse muy rápidamente de mucha información, y tener la habilidad de poder comunicarla de manera rápida y sencilla al público. Allí hay dos factores: yo por muchos años hice investigación científica clínica. Esto me facilitó leer mucha información de diferentes fuentes de manera rápida,y encontrar el mensaje importante para informarle al público.
La segunda característica, que quizás la más importante, es que tú tienes que saber explicarle a tu audiencia esa información de una manera que sea fácil de entender. Esto requiere mucha imaginación, requiere conocer a tu público para tu poder entender qué analogías podemos utilizar esa comunicación. Lamentablemente, hay muchos doctores que hablan en un nivel demasiado complicado, que es lo que se nos ha enseñado en la escuela de medicina. Creen, equivocadamente, que mientras más complicado hable un médico, más inteligente va a parecer.
Red Ética: Finalmente, hablemos sobre el valor terapéutico de la palabra. Ese poder que tenemos los periodistas y los médicos de transmitir ya sea angustia o tranquilidad a quienes nos escuchan. ¿Ha tratado usted de darle un enfoque de soluciones a las noticias que da sobre el coronavirus? ¿Tal vez de mostrar que no todo es malo y que la gente no se tiene que preocupar más allá de lo necesario?
Dr. Juan: Personalmente, creo que mi labor es dar la información tal y como yo la veo, basado en la data. Si los datos son positivos, obviamente hay que dar el dato positivo. Pero si la data es negativa, hay que dar el dato negativo. Claro, siempre de una manera sensata. Por ejemplo, se dice que en dos semanas vamos a tener 10,000 muertos. ¿Es un dato negativo, verdad? Al comunicarlo, necesitamos exponer con cautela las razones por las que se hace esa proyección. Ahora, uno no debe decir que en dos semanas vamos a experimentar lo peor que hemos visto en nuestras vidas. Eso es sensacionalismo y está mal.
Nosotros tenemos una labor de dar la información tal y como es para que la gente la entienda. Yo no voy incluir positivismo en mi reportaje, sólo porque pienso que la gente lo necesita. Hay motivadores y otras personalidades que ejercen esta función. Pero mi función, y el motivo por el que la gente confía en mí, es darles la información para que ellos tengan todas las armas que ellos necesitan para para lidiar con la situación. Y cuando son noticias y datos positivos, me encanta comunicarlos, obviamente. El respeto y la confianza que que yo me he ganado en los últimos 10 años tiene que ver con que la gente sabe que lo que digo, es el resultado de mi investigación.