“¡Llegaron el 0,08% de las vacunas! ¡Y falta el 99,92!”, de esta manera Q’hubo, el diario popular más leído de Colombia tituló en su primera página el día de la llegada al país de las primeras 50.000 vacunas de Pfizer contra el coronavirus.
Otros diarios del país titularon con un enfoque similar. “Dosis mínima” publicó El Espectador sobre una foto del primer cargamento de vacunas que descendía del avión de DHL que trajo las dosis provenientes de Bélgica.
La manera en que estos periódicos abordaron la noticia contrasta con la de otros como Semana, Blu Radio o Caracol TV, que anunciaron la llegada de estos primeros antídotos con un tono más positivo, incluso haciéndole un seguimiento en vivo a la trayectoria de la aeronave que traía el valioso cargamento al país.
Mientras tanto, en países vecinos como Ecuador y Perú, el optimismo por la llegada de las vacunas se ha visto opacado por escándalos de corrupción, debido a que miembros del gobierno se han saltado la fila para inmunizarse ellos o a sus familias.
En el caso ecuatoriano, la Asamblea Nacional exigió al presidente, Lenín Moreno, que destituyera al ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, luego de que se conociera que varios familiares suyos, incluyendo a su propia madre, fueron vacunados primero que otros ciudadanos que estaban primero en el plan de vacunación.
En Perú, el expresidente Martín Vizcarra, admitió que él y su esposa recibieron dosis de cortesía de la vacuna contra la covid-19 de la empresa china Sinopharm cuando esta se estuvo probando en el país, hacia el mes de octubre del 2020. A la lista de políticos vacunados desde el año pasado se sumaron también las ministras de Salud, Pilar Mazzetti, y Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, quienes se vieron obligadas a renunciar a sus cargos.
Ante este panorama, resulta difícil mostrar optimismo con la llegada de las vacunas a nuestra región. El periodista colombiano Mario Morales, quien ha escrito como invitado en nuestro blog en varias ocasiones, reflexionó sobre el tema en su columna de esta semana. “No confundamos. El dilema no era si cubrir o no, si dar despliegue o no a la llegada de la muy pobre primera ración de vacunas. Contar el hecho, el primero verificable en medio de tanto anuncio fútil y tanta propaganda política evasiva, no amerita debate”, comenta.
¿Pesimismo u optimismo ante la llegada de las vacunas? ¿Qué enfoque puede tener el periodismo? ¿Es posible evitar que un enfoque crítico sobre la llegada de las vacunas sea visto como una postura política? ¿Cómo mantener el equilibrio al informar sobre el comienzo de la inmunización, sin caer en el optimismo exagerado o la crítica descalificadora? ¿Qué tanta visibilidad darle a quienes solo ven lo malo en la labor de los gobiernos en su lucha contra el coronavirus? ¿Es posible mantener una postura crítica sin ser vistos como medios pesimistas? ¿De qué manera darle un enfoque de soluciones a los reportajes?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
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