La pandemia del COVID-19 ha aumentado el interés de la ciudadanía en buscar fuentes de información confiable, según revela la más reciente versión del Digital News Report, elaborado por el Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, y que este año ha sido traducido por primera vez al español por la Fundación Gabo, como parte de una alianza que se extenderá hasta 2023.
Esta décima versión del estudio, basado en una encuesta en línea aplicada a 92.000 personas en 46 países, incluye a ocho naciones de las Américas, entre las que se encuentran Argentina, México, Chile, Brasil, Canadá, Estados Unidos y, por primera vez, Colombia y Perú.
El problema de la desinformación, el cual se ha exacerbado debido al coronavirus, cobra un valor protagónico en los resultados del estudio. Este destaca un aumento del 38% al 44% en la confianza que los consumidores de noticias tienen en los medios de comunicación de sus países, en comparación con la encuesta de 2020, superando los niveles de confianza que los usuarios tienen en las redes sociales y los motores de búsqueda.
Esto revierte una tendencia a la baja en los últimos años, motivada por la crispación en los debates políticos y sociales a nivel mundial. Nic Newman, autor líder del informe, plantea que el aumento en la confianza se debe al COVID-19 y la necesidad que generó de información fiable, que a su vez desplazó momentáneamente a las noticias políticas y partidistas. “Esto puede ser un efecto temporal, pero en casi todos los países vemos audiencias que les dan un mayor valor a la información precisa y fiable”, escribe.
El reporte subraya la dificultad que han tenido los periodistas y organizaciones de medios para llegar al creciente número de usuarios que se informan a través de plataformas como Instagram y TikTok, en las que celebridades e influenciadores gozan de mayor aceptación.
“La falta de una presencia periodística fuerte podría hacer que quienes dependen de estas redes sociales sean particularmente vulnerables a la desinformación”, advierte Simge Andı, coautora del estudio, añadiendo que “por otro lado, las noticias son en gran parte incidentales en estos espacios donde los usuarios esperan ver contenido ágil, visual y entretenido, el cual no siempre surge de forma natural en las redacciones que son atendidas por periodistas que suelen tener un enfoque en formatos más tradicionales”.
Otro aspecto al cual el estudio le presta detallada atención es a la dificultad que los medios de comunicación han tenido para monetizar ese aumento de la confianza en ellos. En toda Iberoamérica, los porcentajes de personas que pagan por una suscripción a un medio de noticias digitalmente son realmente bajos, con un promedio de 15%.
El estudio explora además la manera en que los consumidores de noticias valoran la objetividad o imparcialidad en que las noticias les son presentadas. En un mundo donde la polarización política es cada vez más fuerte, se podría pensar que los lectores buscan medios que se acomoden a sus puntos de vista. Pero de acuerdo al estudio del Instituto Reuters, no es así. En todos los países, la mayoría de los encuestados (74%) dicen que todavía prefieren noticias que reflejen una variedad de puntos de vista y les permitan decidir qué pensar. La mayoría también piensa que los medios de comunicación deberían tratar de ser neutrales en todos los temas (66%), aunque algunos grupos más jóvenes piensan que la "imparcialidad" puede no ser apropiada o deseable en algunos casos, por ejemplo, en cuestiones de justicia social.
Otro aspecto a destacar es el valor de los medios locales y regionales, los cuales se han fortalecido como fuentes de información cuando la comunidad busca noticias relacionadas con la política y el crimen de sus ciudades. Sin embargo, para temas como el clima, la búsqueda de vivienda, trabajo y "cosas para hacer durante el tiempo libre", que solían ser especialidad de este tipo de medios, ahora han sido reemplazados por los motores de búsqueda y otros portales de internet.
Lupa en Iberoamérica
Con niveles más bien bajos de confianza en los medios de noticias se encuentran los países iberoamericanos, con Argentina en un 36%, España en 36%, Brasil en 54%, Chile en 36%, Colombia en 40%, México en 37%, Perú en 40% (aunque la encuesta fue aplicada meses antes de las recientes elecciones presidenciales donde se enfrentaron Pedro Castillo y Keiko Fujimori).
En cuanto a Colombia, país que por primera vez hace parte de la muestra de países analizados, se destaca que la polarización generada por la difícil implementación del proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc y la pandemia por COVID-19 han dominado la temática de las noticias. Precisamente el coronavirus ha ejercido una fuerte presión sobre la economía de los medios de comunicación, acelerando su digitalización.
Para el caso colombiano, la desinformación que circula en redes sociales sobre el COVID-19 y las vacunas ha sido motivo de preocupación. Los autores del estudio destacan que los medios tradicionales del país han estado colaborando en iniciativas editoriales para contrarrestar la desinformación, reforzando la idea de que son fuentes confiables. Por ejemplo, "Vera, la voz de la verdad", una serie de anuncios de radio producidos por un conglomerado de estaciones, donde una voz de mujer robot corrige la desinformación (y encarna la responsabilidad social de las estaciones de radio tradicionales).
Sorprende que, aunque la penetración de internet todavía no alcanza a la totalidad de la población de los países latinoamericanos, al ser preguntados sobre cuáles son sus principales fuentes para acceder a las noticias, la televisión ya no ocupa el primer lugar. En Colombia la TV obtuvo un 58%, mientras que internet se llevó el 87% de preferencia a la hora de acceder a contenidos informativos, siendo Facebook, Whatsapp, YouTube, Instagram y Twitter las plataformas favoritas para consumir noticias. Una tendencia similar es posible ver en los demás países de la región, donde es notorio también un aumento en el consumo de pódcasts, especialmente entre los países del cono sur como Argentina y Chile.
Consulta todo el informe en español aquí.