Jaime llegó a Cartagena en 1950, cuando toda la família García Márquez se trasladó desde la ciudad de Sucre, a 400 kilómetros de allí, en el interior de Colombia. Gabo ya había vivido en Cartagena, en 1948, pero entonces estaba en Barranquilla y luego se juntó a sus parientes en una casa donde, a pesar de los dos pisos, los hermanos necesitaban amontonarse en habitaciones compartidas. "Fue la casa más viva de las varias de Cartagena" donde vivieron, escribió García Márquez en su libro de memorias "Vivir para contarla".
El camino a Magangué es sinuoso y verde: ni las curvas de la ruta ni la vegetación tropical dan tregua. La ciudad es ahora un hervidero de personas, motos, caballos y carros arrastrados desbordantes de mercancías. A nadie parece afectarlo el calor que a mí me abrasa. Hay que mirar a través de ese bullicio para ver el río. Ahí está, corriendo hacia el norte, buscando el mar como si quisiera huir también de la opresión del clima y los johnsons –lanchas para el transporte de personas, víveres, muebles, animales, toda la vida- que no le dan descanso.
Intentar llegar a las raíces de lo que en la costa colombiana es una evidencia cotidiana implica viajar hasta los tiempos de la colonia: Cartagena de Indias fue la puerta de entrada a la América continental de los esclavos traídos desde África y una de las prohibiciones que estableció para ellos el gobierno colonial, además de la libertad, fue bailar. Y, sin embargo, no dejaron hacerlo. Tenían sus cabildos, sus jolgorios, sus verbenas y sus carnavales.
Aprendizajes y consejos compartidos durante la tercera edición de la Beca Gabriel García Márquez de Periodismo Cultural, realizada entre las ciudad de Cartagena y Aracataca, en Colombia, en noviembre de 2015.
El editor brasileño pasó casi todos sus ratos libres asaltando los estantes de las librerías cartageneras y tratando de entender la ciencia del omnipresente patacón caribeño, para lo cual se vio obligado a probar más de uno. Y nos regaló algunos viajes de sus autores favoritos, que ha ido coleccionando en su biblioteca personal.
Wallace decidió ser periodista porque estaba inconforme con lo que le contaban los medios sobre lo que pasaba en el mundo. En su primera misión a El Salvador en 1983 empezó su fascinación por los viajes y, desde entonces, trabajar es sinónimo de viajar. Y viajar es sinónimo de contar historias. "No escribo sólo de viajes, pero siempre viajo para trabajar".
Los talleristas de la Beca Gabriel García Márquez de periodismo cultural completan hoy una semana en el Caribe. Jonathan Levi y Héctor Feliciano han centrado esta edición de la Beca en la escritura de viajes enmarcada en la especialidad de periodismo cultural.
Durante la Beca Gabriel García Márquez de periodismo Cultural, maestros y talleristas han dado vueltas sobre éstos y otros aspectos de la escritura de viajes. Algunos de los más importantes exponentes de este ¿género? han elegido vivirse el mundo para contarlo, como Marco Polo, otros han sido forzados a marchar, como Dante, que fue condenado a un exilio tan penoso, que quizá describió metafóricamente en su famoso viaje al infierno.
El viaje inicial en la vida y en la obra de García Márquez fue el que hiciera su abuelo, el coronel Nicolás Márquez Iguarán. Tras un duelo forzado en el que sobrevivió el veterano de la Guerra de los Mil Días, la familia García Iguarán emprendió un éxodo que los llevó de su Guajira natal, al norte de Colombia, al pequeño pueblo ribereño que se convertiría en la cuna de Gabriel García Márquez: Aracataca.
Hoy comenzó la Beca Gabriel García Márquez de Periodismo Cultural, en la que participan 15 periodistas de 11 países. Hasta el 24 de noviembre, estos jóvenes reporteros trabajarán en historias que investigarán en Cartagena y Mompox, en Colombia.
La Beca Gabriel García Márquez de Periodismo Cultural llegará a Mompox el sábado 21 de noviembre, donde los periodistas Héctor Feliciano (Puerto Rico), maestro de la FNPI y editor del libro Gabo Periodista; Jonathan Levi (Estados Unidos), escritor y periodista, maestro de la FNPI; Paulo Roberto Pires (Brasil), editor de la Revista Serrote, y Scott Wallace, periodista y fotógrafo, participarán en el coloquio, "Del periodismo cultural al periodismo de viajes", en el que conversarán sobre estas dos áreas del periodismo y la forma en la que se relacionan.
Estos son los 15 periodistas que participarán en la Beca Gabriel García Márquez de Periodismo Cultural, entre el 17 y el 24 de noviembre de 2015.
Provenientes de 11 países distintos, estos seleccionados tendrán el privilegio de poner a prueba y mejorar su calidad profesional de la mano de un grupo de maestros de primer nivel, gracias a una alianza entre la FNPI y el Ministerio de Cultura de Colombia.
Maestro de la tercera edición de la Beca Gabriel García Márquez de Periodismo Cultural.