Los 15 periodistas escogidos para la Beca Gabo de periodismo cultural trabajaron durante cinco días en la escritura de un texto, el cual se fue transformando a medida que los cuatro maestros -sus editores a lo largo de la semana- entregaron sus recomendaciones.
En el último día de la Beca, los periodistas agradecieron a los maestros Héctor Feliciano, Jonathan Levi, Alejandra de Vengoechea y Jason King las sugerencias realizadas para lograr una pieza madura, que se fue esculpiendo con la paciencia de un artesano, la sensatez de la escucha y el rigor periodístico, para entregárselo a un lector ávido de buenas historias, que ponga en valor a los protagonistas de la cultura.
Estos fueron algunos aspectos que valoraron los becarios sobre el trabajo de edición de sus maestros:
- Leer el texto críticamente para establecer conexiones entre cada párrafo y ocuparse de sus debilidades, sin dejar de advertir sus fortalezas y sus aciertos.
- Pedir al periodista que siempre sea consciente del foco de la historia. Valorar los elementos informativos, narrativos y de contexto y cómo todos se conectan con la historia principal, con la columna vertebral que propone.
- Leer el texto en voz alta con el periodista. En los gestos de los ojos, del rostro del editor hay mensajes sobre si el texto fluye o se detiene. Así también lo sentirá el lector.
- Establecer que una pieza periodística es una multiplicidad de voces, no un discurso teórico ni un ensayo académico.
- Destacar que con la grabadora solo se puede capturar la voz, las palabras, pero no las sensaciones, el humor de la gente. Para eso hay que tener al lado una libreta que ayude a recordar situaciones específicas. Esos detalles también describen a los personajes. Se trata a veces de verlos como si estuvieran en escena.
- Recordar tres verbos que son parte esencial del proceso para crear un texto periodístico: primero, observar; luego analizar, y por último, escribir. Si se ha hecho una buena reportería es necesario organizar y digerir ese material. Ahí entra el análisis, la reflexión, la interpretación. La escritura, que es lo último, fluirá de una mejor manera.
- Enseñar a tomar distancia de la historia, como una forma de decantar las emociones del periodista. Así puede controlar sus prejuicios y abordar el texto con mayor equilibrio.
- Valorar y determinar el número de voces en la historia. No siempre poner más personajes o más entrecomillados la hace mejor. Es como ir a una fiesta donde hay muchísima gente; al final no recuerdas a ninguna. Eso mismo le va a pasar al lector si pones muchas personas en tu historia. Pon el énfasis en una o algunas de ellas.
- Advertir que la terquedad por sí sola no es la mejor actitud de un periodista ante su editor. Si un editor hace una recomendación, el periodista debería probarla en su texto. Si no funciona, hay que volver a la versión anterior, pero un periodista no debería negarse a una posibilidad que podría ser la clave para mejorar su texto.
- Definir el trabajo del periodista y su relación con el editor es como La divina comedia. Hay que pasar por el infierno y el purgatorio para llegar al cielo. Los editores acompañan, pero el cielo es del periodista; está en el texto finalizado.
Sobre la Beca Gabo de periodismo cultural 2019
La Fundación Gabo y el Ministerio de Cultura de Colombia organizan, con el apoyo de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y Critical Minded, la séptima edición de la Beca Gabo de periodismo cultural, que se realiza en Cartagena, Colombia, del miércoles 27 de noviembre al domingo 1 de diciembre de 2019. La Beca Gabo reúne durante la 11ª. edición del Mercado Cultural del Caribe a 15 reporteros de 11 países, bajo la dirección de los maestros Héctor Feliciano y Jonathan Levi, y los maestros invitados Alejandra De Vengoechea y Jason King. El objetivo es profundizar en la carpintería de los géneros con los que se construye cotidianamente el periodismo cultural, principalmente el reportaje y el comentario de opinión.