El papel de los periodistas de salud en emergencias como la de Hidroituango

El papel de los periodistas de salud en emergencias como la de Hidroituango

Informando con responsabilidad y claridad sobre los riesgos existentes, es posible salvar vidas y evitar la propagación de enfermedades entre los damnificados.

Panorámica del proyecto de Hidroituango durante su construcción. Fotografía: Svenswikipedia en Wikimedia Commons.

 

Se cumple ya un mes desde que las autoridades ordenaron la evacuación de los municipios ubicados a la rivera del río Cauca, uno de los más caudalosos de Colombia, debido al alto riesgo de avalancha por el posible colapso de la represa de Hidroituango.

Más de 25.000 personas, la mayoría de ellos campesinos, pescadores y mineros de la región, han tenido que dejar sus hogares para establecerse en albergues temporales mientras se termina de construir la presa y el nivel de alerta es reducido.

Los hospitales de la zona al norte del departamento de Antioquia ya han declarado la alerta roja, de tal forma que puedan estar listos para atender a los más de 130.000 afectados que podría dejar el desastre.

Ante una situación así, es necesario recordar los principios que todo periodista, en especial aquel que cubre la fuente de salud, debe tener en cuenta a fin de llevar a cabo una labor de servicio en medio de la emergencia. Recopilamos aquí algunos consejos útiles.

• Prepárese: en su libro Comunicación, Emergencias y Desastres: Comunicación y Periodismo Ciudadano Digital, la periodista dominicana Ceinett Sánchez recuerda que la labor informativa durante cualquier emergencia no acontece solamente en el momento de la tragedia. Entre las recomendaciones brindadas por Sánchez están: elaborar un directorio de fuentes a las cuales consultar en cada etapa de la emergencia, tener a la mano un listado de números de instituciones de salud que pueden ser útiles para recordar constantemente a la audiencia, y realizar una investigación previa sobre el manejo de la información en eventos similares.  

• Verifique: la precipitación es el error más común que cometen los periodistas al cubrir una catástrofe, como bien lo ha advertido el periodista español Luis Serrano. En la entrevista que nos concedió, el experto en la cobertura de emergencias señala que ante un desastre  siempre se produce una saturación informativa, por lo cual es necesario depurar aquello que será realmente útil y oportuno para la audiencia. “Esta urgencia a tuitear o retuitear información no confirmada puede generar una gran cantidad de bulos que pueden ser peligrosos para los gestores del incidente”, advierte Serrano.

• Conserve la calma: los periodistas, en especial aquellos que  trabajan en televisión y radio, comunican con mucho más que sus palabras. Sus gestos ante la cámara, su tono de voz o sus expresiones faciales pueden transmitir temor e inseguridad a su audiencia. Como lo advirtió Luis Botello del Centro Internacional para Periodistas en el Taller Sobre Cobertura de Desastres realizado por la FNPI, “el pánico se transmite, no hay peor información que la que se escribe con pánico y transmitir ese pánico a la sociedad es un error”.

• Emplee el lenguaje adecuado: dependiendo del tipo de emergencia, habrá términos que deberá entender bien para poder explicárselos a su audiencia. ¿Qué es una cota? ¿Qué tanta agua representan 1.000 metros cúbicos por segundo? Estúdielos para que al usarlos en su reportería, lo haga de manera clara y precisa. Puede que se trate de palabras técnicas que un ingeniero puede ayudarle a entender, o si se trata de factores asociados al clima, hay distintos glosarios para periodistas que las instituciones especializadas pueden ofrecerle. Recomendamos en especial la lectura del manual elaborado por el Centro Dart para Periodismo y Trauma.  

• No se tome selfies: la cobertura de emergencias es el momento en el que se mide la profesionalidad de un periodista. Casos como el de las ‘Space Girls’ han demostrado la inconveniente relación entre los periodistas y los autorretratos durante una cobertura periodística. Tomarse una foto con el lugar del desastre como telón de fondo no solo le resta seriedad a su trabajo periodístico, sino que es un verdadero irrespeto hacia las víctimas y damnificados.

• Protéjase: es responsabilidad tanto de los medios como de los propios periodistas la protección de su vida e integridad durante una emergencia. Asuntos básicos como el contar con un seguro de vida, hasta dejar números telefónicos de familiares a quienes contactar en la redacción en caso de resultar heridos, son solo algunas de las recomendaciones contenidas en el Manual de Seguridad creado por la UNESCO y Reporteros Sin Fronteras.

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