Los errores de la prensa en el cubrimiento del accidente ferroviario en Santiago de Compostela, acontecido hace pocas semanas, han hecho que la ciudadanía exija a los medios de comunicación mayor profesionalismo al informar sobre catástrofes naturales, desastres o atentados terroristas.
De hecho, en España circula ya una invitación a firmar una petición online para que los medios de comunicación no difundan material sensible en accidentes mortales. La iniciativa promovida en Twitter con la etiqueta #NoValeTodo busca recolectar 50.000 firmas para pedir a los periodistas que suscriban un nuevo Código de Conducta que establezca claramente cómo se debe emitir en casos como el grave accidente de Santiago de Compostela.
Por este motivo, la Red Ética Segura de la FNPI contactó al periodista español Luis Serrano (@LuisSerranoR), uno de los mayores expertos mundiales en el cubrimiento de emergencias, tema sobre el cual ha publicado dos libros “Información de Emergencias 2.0. #StopBulos” y “11-M y otras catástrofes. La gestión de la comunicación en emergencias”.
En entrevista concedida a Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética, Serrano señala cuáles son los errores más comunes que la prensa está cometiendo al informar sobre desastres, explica cómo las redes sociales son un arma de doble filo para los periodistas enviados al lugar donde ocurre una calamidad y aconseja sobre cuál debe ser la forma de tratar a las víctimas.
“Ninguna herramienta es mala ni buena, sino el uso que le demos a ella. Yo soy un gran convencido de la utilidad de las redes sociales para informar sobre emergencias. El problema está en que la saturación informativa que se produce, está llevando a algunos profesionales a olvidar la esencia de nuestro trabajo, que es contrastar la información que se produce”, afirma Serrano sobre el uso de herramientas como Twitter.
Red Ética (RE): ¿A qué se debe su interés por la gestión de la información en emergencias?
Luis Serrano (LS): Ya al inicio de mi carrera periodística hace 26 años aproximadamente me interesaba mucho el cubrimiento de este tipo de hechos. Hace 11 años pasé a trabajar como portavoz del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, por lo que ya son 15 años que me han permitido especializarme en este tema.
RE: ¿Cuál es el error más común que estamos cometiendo los periodistas al cubrir emergencias?
LS: El error más común es la precipitación al ofrecer información, obedeciendo a nuestros redactores jefes que nos ordenan “cuando llegues, informa sobre lo que tengas”. Esa urgencia por ser los primeros en informar, nos lleva a no encontrarnos con fuentes oficiales que puedan atendernos, porque los funcionarios están tratando de ordenar el caos. Es en estos primeros momentos cuando más rumores se generan. Este problema de difusión de rumores equivocados se ha acrecentado con la irrupción de redes sociales como Facebook y sobre todo Twitter.
RE: ¿De qué manera las redes sociales han incidido en la forma en que los periodistas hacemos nuestro trabajo en medio de una catástrofe?
LS: Ninguna herramienta es mala ni buena, sino el uso que le demos a ella. Yo soy un gran convencido de la utilidad de las redes sociales para informar sobre emergencias, pues permite obtener mucha información en bruto sobre lo que ha sucedido. El problema está en que la saturación informativa está llevando a algunos profesionales a olvidar la esencia de nuestro trabajo, que es el rigor informativo y contrastar la información que se produce. Esta urgencia a tuitear o retuitear información no confirmada puede generar una gran cantidad de bulos que pueden ser peligrosos para los gestores del incidente.
RE: ¿Hace falta un código ético para los periodistas que cubren desastres o accidentes?
LS: El código ético hace falta para cualquier cubrimiento periodístico, tener un poco de deontología profesional. Pero el hecho de que cualquier ciudadano con un smartphone pueda difundir información no confirmada, puede tener efectos desastrosos. Esto puede llevar a que se viralicen imágenes sensibles que hieren la susceptibilidad de los involucrados en el lugar de la emergencia y los espectadores.
RE: ¿Hace falta entonces preparación desde las universidades para capacitar a los futuros periodistas en el cubrimiento de emergencias?
LS: Muy probablemente. Yo creo que los jóvenes que salen de las universidades conocen bien el uso de las herramientas, pero no tanto los problemas y la gestión que en el campo de la comunicación hay que desarrollar. Estamos todos aprendiendo en medio de este cambio de paradigma en el proceso de la comunicación de emergencias, que ya no es tan lineal como antes. Ahora es el ciudadano que presencia los hechos quien transmite la información, antes incluso de que los servicios de emergencia lleguen al lugar de los hechos. Esto supone que hay que reinventar todo el proceso comunicativo, pero siempre con la máxima del rigor, la ética y la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
RE: ¿Cómo tratar a las víctimas de sucesos calamitosos al entrevistarlas?
LS: Es una situación compleja. En no pocas redacciones se pide a periodistas muy jóvenes obtener testimonios realmente fuertes para aumentar las audiencias. Esto produce una segunda victimización de los familiares que tienen a sus seres queridos heridos. Esto debería evitarse. Yo entiendo que los periodistas quieran ponerle rostros a la tragedia, pero deberían hacerlo con aquellas víctimas que muestren predisposición a contar su experiencia, y no forzar a aquellos que todavía para nada pretenden acercarse a los medios de comunicación para contar lo que les ha sucedido.
Luis Serrano es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense. Fue redactor en la Cadena SER y Onda Cero. Luego, pasó a formar parte del Gabinete de Prensa de Madrid 112, donde dirigió el Gabinete de Prensa de Bomberos de la Comunidad. Desde 2001 coordina el Servicio de Información de Emergencias de la Comunidad de Madrid (Emergencias 112).
En su carrera ha ganado el Premio Villa de Madrid de Radio (Guillermo Marconi) en 1998, el Premio Policía Municipal de Madrid 1994, el Premio Policía Nacional, además del Premio Asociación Prensa de Madrid por tratamiento informativo del atentado de la T4 en Barajas. Puede conocer más sobre su labor visitando su blog.