Son varios los manuales de estilo y códigos éticos de distintos medios de comunicación o agencias de prensa que previenen a sus periodistas de opinar sobre política en sus redes sociales personales.
“Nuestros periodistas y presentadores, incluyendo a los que trabajan en los informativos y programas de actualidad, pueden ofrecer juicios y valoraciones desde un punto de vista profesional, pero no pueden dar opiniones personales en temas de interés público o de polémica política o económico-laboral”, advierte por ejemplo la BBC en el capítulo de su libro de estilo dedicado a la imparcialidad.
Algunas agencias de prensa como la española EFE tienen guías específicas sobre cómo debe ser el comportamiento de sus periodistas en redes sociales, recomendando la apertura de cuentas profesionales, diferentes a las personales, donde está limitada la posibilidad de opinar.
Tal vez el caso más emblemático sea el de The New York Times, que para las elecciones presidenciales de 2016 les envió un memorando a los miembros de su redacción donde les pedía abstenerse de expresar sus opiniones respecto al duelo Trump-Clinton.
Precisamente las épocas electorales, o los momentos de alta tensión política como el que viven actualmente países como Perú y Colombia suelen ser oportunidades en los que este dilema cobra relevancia. Tanto es así, que incluso programas de radio en Colombia le han dedicado sus espacios de debate recientemente a discutir qué tan conveniente es que los periodistas opinen durante coyunturas tan delicadas.
El tema ha sido abordado ampliamente en nuestro Consultorio Ético. “Nadie podrá negarle su derecho a opinar, pero si sus ideas políticas son tan radicalmente contrarias a la línea editorial del medio en el que trabaja, creo que lo más prudente sería que se limite a ejercer su trabajo con rigor y, en cuanto surja la posibilidad, busque empleo en un lugar más acorde con sus ideas”, recomienda con ecuanimidad Gumersindo Lafuente en una de sus respuestas.
¿Deberían los periodistas limitarse a informar y no a opinar en redes sociales? ¿Funciona la alternativa de permitir la creación de cuentas profesionales, diferentes a las personales donde no se pueda opinar? ¿De qué sirve poner la famosa advertencia de “mis opiniones son personales y no representan a la empresa donde trabajo” en el perfil? ¿En momentos de alta tensión política, qué precauciones deberían tener los periodistas al expresar sus opiniones en redes sociales?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la Fundación Gabo, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.