El coronavirus ha dejado al mundo en pausa, obligando a la suspensión de casi todas las ligas deportivas del planeta, incluyendo los Juegos Olímpicos que se realizarían durante el verano en Tokio. Así las cosas, el periodismo deportivo se ha visto seriamente afectado por la falta de temas para abordar debido al COVID-19.
La única competencia deportiva profesional que sigue funcionando a pesar del coronavirus es la liga de fútbol de Bielorrusia, un país donde su presidente se niega a enviar a sus ciudadanos a cuarentena y los invita más bien a tomar mucho vodka y asistir a saunas habitualmente para evitar el contagio.
Cuando la cuarentena apenas empezaba, el principal tema de conversación en los programas de deportes era si los Juegos Olímpicos se aplazarían o no. Una vez el evento fue postergado hasta 2021, el panorama del periodismo deportivo se tornó todavía más sombrío aún. Algo que no sucedía desde la II Guerra Mundial.
Mostrar videos virales de lo que hacen las estrellas deportivas durante la cuarentena en sus casas, entrevistar por videollamada a los dirigentes deportivos sobre cómo planean actuar cuando vuelva todo a la normalidad, y registrar a qué astros del fútbol los ha afectado la COVID-19, son algunas de las estrategias usadas por los cronistas deportivos para llenar el cada vez más reducido espacio en sus noticieros o páginas de diarios.
Sumado a esto, la caída de los ingresos por publicidad también se ha convertido en una creciente amenaza para los exiguos ingresos de los medios que habían hecho del deporte una de sus principales verticales de contenido.
Como bien lo señala el profesor Omar Rincón, algunos medios han optado por narrar la crisis del coronavirus en tono deportivo, algo que no resulta del todo aconsejable. “Recordemos que este virus no es un partido de fútbol, que cada enfermo no es un gol, que cada decisión de los gobiernos no es un cántico de barra brava. Menos es más, pero un menos con conciencia social y responsabilidad democrática”, afirma en la revista Cero Setenta.
¿Enfrenta el periodismo deportivo el peor desafío de su historia?¿Cómo hacer periodismo deportivo cuando todas las competencias se han suspendido? ¿Deberían los periodistas deportivos pensar en reinventarse y pasar a cubrir otras fuentes? ¿Por cuánto tiempo será válido seguir contando noticias sobre el impacto de la pandemia en el deporte? ¿Qué pensar de los medios que se han dedicado a pasar repeticiones de partidos épicos de la historia del deporte? ¿Volverán los eventos deportivos a ser iguales o la pandemia los postrará para siempre?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la Fundación Gabo, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.