Tengo un hijo que está comenzando estudios de periodismo. Pero ante la crisis de periodistas desempleados, o de periodistas despedidos porque las empresas no dan más, ¿qué hacer con el estudio de mi hijo? ¿Buscarle una carrera más promisoria? ¿O que siga en una profesión sin futuro?
Respuesta de Jorge Cardona
La opción de estudiar comunicación no puede supeditarse a un exclusivo campo de desempeño en los medios de comunicación masivos. En la actualidad, todas las actividades profesionales están creciendo a partir de las tecnologías de la información y la comunicación. En tal sentido, en la comunicación política, la empresarial, la organizacional, la corporativa, o incluso en los más disímiles saberes de salud, educación, cultura o economía, estamos en un siglo de comunicaciones que siempre requerirá de aportes en este campo. Como escribió un reconocido publicista argentino: “si Jesucristo volviera hoy a la tierra no tendría doce apóstoles sino doce comunicadores sociales”.
Respuesta de Gumersindo Lafuente
Un consejo de padre a padre: si su hijo tiene verdadera ilusión por estudiar y ser periodista, no le frene. Es verdad que hay muchos periodistas sin trabajo, pero también son abundantes los que sí lo tienen. No le niegue a su hijo la posibilidad de ser uno de ellos.
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“Los altos niveles de exigencia de un periodismo ético hacen necesaria la formación universitaria”
Respuesta de Mónica González
El periodismo no es una profesión sin futuro, ni siquiera en tiempos de crisis, siempre y cuando se tenga claro que ella no lo hará millonario y que para obtener frutos deberá estudiar y prepararse con método, disciplina y muchas ganas. ¿Hay alguna profesión que no exija lo mismo? La diferencia es que el periodismo nos brinda el privilegio de conocer lo mejor y lo peor de los seres humanos, de ir más allá de nuestros límites y de poder correr la línea del horizonte en materia de libertad e información: servicio público le llaman. Por eso sigue siendo una profesión que nos apasiona y cautiva. Ayude a su hijo a saber si de verdad es lo que quiere hacer en su vida y si tiene condiciones para ello. No le corte las alas.
Respuesta de Javier Darío Restrepo
Es evidente que el periodismo tradicional, ese que sirve para sostener a los dueños del medio, que paga mediocremente a los periodistas, es una profesión sin futuro. Y si su universidad está formando a su hijo para un periodismo así, no encontrará allí posibilidades para un futuro digno.
Hay otro periodismo -es posible que sea el que busca la universidad de su hijo- que se está reinventando y que es el que emergerá de esta crisis. Este es un periodismo que se mira como una profesión de servicio, no de poder (del que habla el mito del cuarto poder). Ese viejo mito no existe para este periodismo post-crisis. El poder es su peor y más dañina opción, por corruptora y por estéril. En cambio el servicio eleva su dignidad, abre innumerables posibilidades y le da su más auténtica fisonomía.
Pero este es un periodismo en construcción en el interior de cada periodista porque supone un drástico cambio en la mente y en el espíritu:
- En vez del poder, valora la alegría del servicio.
- En vez de informaciones para entretener o para mejorar negocios, busca cambiar la sociedad.
- En vez de un servicio trivial y prescindible es un periodismo que busca ser indispensable y dejar su huella en la vida de la sociedad.
Son estos, ambiciosos propósitos, pero nada nuevos porque están en la esencia de la profesión que nació para eso. Solo que la lectura de esa misión se ha hecho tan lentamente y con tanto trabajo que hace posible que hoy esté naciendo un periodismo distinto, que es el que siempre debió ser y que ahora tiene la oportunidad de llegar a ser, si personas como su hijo le apuestan a la excelencia profesional.