La pandemia por COVID–19 impulsó a un colectivo latinoamericano a retratar la realidad de sus ciudades tras el brote del virus. Así fue como nació COVID LATAM y el fotolibro ‘Red Flag’, un compendio de narrativas visuales creado por 19 fotógrafos de la región que graficaron el pulso de sus comunidades en medio de la pandemia.
El colectivo no se imaginó que el proyecto que había iniciado como una cuenta de Instagram llegara a presentarse en formato físico. Nació como el resultado de un premio otorgado por una convocatoria de FotoEvidence. ‘Red Flag’ es el ejemplo de que, en medio de contextos desafiantes, es posible la materialización de proyectos fotográficos innovadores y concordantes con dichos contextos.
Otro ejemplo es ‘Verde’, cuyo autor, Federico Ríos, retrató durante diez años a Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El compendio de dicho trabajo culmina en un grueso tomo que relata una parte de la historia reciente colombiana. Tanto ‘Red Flag’ como ‘Verde’ no fueron concebidos como fotolibros, pero derivaron en eso con el tiempo. ¿Cómo se logró?
“Si uno empieza un proyecto pensando en un libro, se hace como muy cuesta arriba, porque uno no sabe dónde terminan las cosas, pero creo que hay que comenzar por algún lado, por algún formato, por algún grupo”, dijo Rodrigo Abd, fotógrafo para AFP en el seminario “¿Cómo materializar proyectos fotoperiodísticos?: una mirada a los fotolibros ‘Verde’ y ‘Red Flag’”, organizado por la Fundación Gabo con el apoyo de Open Society Foundation.
En la actividad web también participaron Federico Ríos Escobar, fotógrafo colombiano independiente; Matilde Campodónico, artista visual y fotógrafa uruguaya; y Sebastián Gil Miranda, documentalista argentino. En el seminario conversaron sobre los retos y desafíos a la hora de planear proyectos fotográficos en una región donde la publicación de librofotos es escasa y difícil.
A continuación, se extraen algunas ideas a tomar en cuenta a la hora de planificar proyectos fotográficos que pueden aplicarse en cualquier formato.
1. Historias personales
El libro ‘Red Flag’ es sobre personas. Así lo describió Martilde Campodónico. También es un libro sobre cómo Latinoamérica vivió la pandemia de la Covid-19, que vino a agudizar los problemas que la región ya tenía desde hace décadas. “El libro comienza con la sensación de vacío que vivimos todos”, agregó.
De esta forma se cuentan las diferentes experiencias que sobrellevaron los países de la región. Por ejemplo en Uruguay, la pandemia casi no existía al inicio, dijo Campodónico. Por lo tanto, la visión desde esta región fue diferente a la de otros países. En el caso de Colombia, las familias más desposeídas colocaron banderas rojas con el fin de pedir comida y de mostrar la crisis humanitaria por la que estaban pasando.
En parte, así nació la idea de titular de esa forma el libro. “Este libro muestra los temas que nos unen y que nos acompañan todo el tiempo, como son la pobreza, la migración, la falta de oportunidades, el cambio climático”, agregó Campodónico. La obra también aborda series personales, como la experiencia de un embarazo en medio de la epidemia. Estas son algunas ideas que se podrían tomar en cuenta al momento de planificar una serie sobre historias humanas que conecten con las audiencias.
2. Lo individual también marca
A través de estas historias, también se narran las vivencias de cada uno de los miembros del colectivo. Algunos de ellos quedaron atrapados fuera de sus países de origen a causa de la pandemia.
“El libro y el proyecto solo cuentan historias de contexto de cómo fue el avance de la pandemia, sino también a nivel individual, cómo nosotros mismos estamos atravesados”, mencionó Sebastián Gil Miranda. Fabiola Ferrero, fotógrafa venezolana que forma parte del colectivo, se quedó varada en Colombia en el inicio de la pandemia, y desde ese país se quedó documentando la evolución de la enfermedad.
“Siempre había una posibilidad de crear diálogos entre realidades latinoamericanas. Y al final lo que teníamos era diecinueve miradas de diecinueve fotógrafas y fotógrafos. Y estábamos tratando de articular todo esto en un solo libro”, expresó Federico Ríos
3. Observar los fenómenos internos
La pandemia también provocó una serie de efectos internos que han sido generadores de historias y experiencias. Uno de ellos son las migraciones internas. En varios países de la región, las personas migraron de las ciudades a pueblos en el interior del país, huyendo así de las localidades con mayores concentraciones humanas, o por necesidad. ‘Red Flag’ también se fijó en dichas dinámicas que definieron los cambios provocados por el virus.
“Vi muchos venezolanos que vivían en Lima que se estaban volviendo a Venezuela. Imagínate, volver a un país con una crisis brutal. La crisis del Covid-19 fue tan fuerte que movió, como dice Matilde, se movió todo”, dijo Rodrigo Abd.
4. Articular un tema
Uno de los retos que se presenta a la hora de conformar un proyecto fotográfico es la articulación de un tema. En el caso de ‘Red Flag’ no se quería que cada una de las series que la componen se percibiera como un contenido aislado, a pesar de que a todas las unía el tema de la pandemia. Para esto, el proyecto se valió de la visión individual del colectivo, y de las realidades de cada uno de los países retratados.
“El proyecto en sí mismo es contar en voz propia de nosotros las diferentes situaciones que están pasando en cada uno de los países en los que estamos”, explicó Sebastián Gil Miranda. La ventaja de proyectos como ‘Red Flag’ estriba en que muestra una perspectiva amplia, “de gran angular”, sobre un tema, en este caso, el de la pandemia en Latinoamérica.
En el caso de ‘Verde’, el tema que aborda el libro parte de una herida profunda de Colombia, pero a la misma vez humana. A diferencia de ‘Red Flag’, este fue un trabajo que llevó más de una década de producción y tampoco fue ideado como un libro, sino que la idea surgió en el proceso. El fotolibro surgió de un viaje que buscaba retratar a la agrupación guerrillera.
5. Asumir los retos que presenta la región
Federico Ríos Escobar también explicó que la publicación en la región representa un desafío inmenso, debido a la falta iniciativa, de financiamiento y de público. Parece una paradoja, pero la mayoría de fotolibros sobre Latinoamérica suelen estar dirigidos a un público fuera de la región.
“No tenemos circuitos todavía consolidados, hay algunos esfuerzos, pero circuitos consolidados de consumo fotográfico no existen. No hay un mercado sólido y serio de fotolibros en Latinoamérica. No hay revistas tampoco de fotografías. Entonces, siempre estamos produciendo para otras miradas”, reiteró Ríos Escobar.
Este panorama obliga a buscar convocatorias en otros continentes, y muchas veces ceder detalles de la obra para este público. Por ejemplo, el título en inglés de la obra es uno de esos aspectos. En el caso de ‘Verde’, el proyecto se ha sostenido a través de recaudación de fondos en línea, una estrategia que en las últimas décadas ha tenido mucho auge entre los proyectos periodísticos y cinematográficos. “Yo tenía muchas dudas sobre esto, pero al final terminé aceptando porque era la única forma que teníamos para que el libro fuera viable”, agregó.
Sobre los ‘Ciclos de seminarios para un periodismo oportuno y cercano en Centroamérica’
El seminario web ‘¿Cómo materializar proyectos fotoperiodísticos?: una mirada a los fotolibros ‘Verde’ y ‘Red Flag’, es el tercero del tercer ciclo de los ‘Ciclos de seminarios para un periodismo oportuno y cercano en Centroamérica’, un programa de formación e interacción convocado por la Fundación Gabo, con el apoyo de Open Society Foundations, para periodistas y editores, que se realiza de forma virtual desde el 21 de abril y hasta el 10 de junio de 2021.