Los períodos de transición entre gobiernos son momentos delicados en los que el periodismo de investigación puede actuar de manera contundente, sagaz y estratégica. Pero hace falta paciencia, perspicacia, observación, tiento y organización. Es en el financiamiento de las campañas electorales (según Hugo Alconada Mon, el ‘huevo de la serpiente’) donde se detecta quién se acerca al nuevo poder, quién habla por el gobernante electo, cómo se conforman los ministerios y en quién confía el gobernante.
Son también buenos momentos para planificar una investigación: no siempre lo más evidente lleva al periodista a la mejor indagación. En ese sentido, conviene mapear a los que parecen no estar tan vinculados al poder —los de segundo o tercer rango—, pero que están siempre próximos a los poderosos. O incluso a los que no están ligados tan directamente al escalafón del poder, como es el caso de los choferes, por ejemplo.
Pero lo más importante para todo reportero que haga periodismo de investigación y cobertura política, según Alconada Mon, es leer. Leer lo máximo posible. Sobre todo artículos académicos y libros de grandes periodistas.
Alconada Mon, quien funge como prosecretario de redacción de La Nación, ha desarrollado su propia metodología a lo largo de más dos décadas de carrera. Tiene casi una obsesión por la precisión en las indagaciones, la planificación, la organización y la estrategia de pauta.
Por invitación de la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, y con el apoyo de CAF - banco de desarrollo de América Latina, Alconada estuvo en São Paulo, Brasil, para impartir un taller a 22 representantes de distintos medios brasileños. El nuevo escenario político brasileño obliga a los periodistas a ciertas adaptaciones en sus reportajes. Esa era la principal inquietud de los asistentes.
Antes de comenzar: planificar
El éxito de la investigación periodística empieza con la organización de la pauta. Cuanto mejor planificadas y pensadas estén las estrategias, más probable es llegar a una noticia trascendente. Es importante pensar en las ramificaciones de la pauta, en el orden de las entrevistas, en los lugares que conviene visitar primero, en la relevancia de cada contacto. “Porque si actuamos irreflexivamente, podemos acabar saboteando nuestra propia investigación, al alertar sobre nuestro propósito a los involucrados, los cuales pueden eliminar las pruebas y amenazar a los testigos”, avisa Alconada Mon.
Al mismo tiempo, en la primera etapa de desarrollo de la pauta es necesario establecer hipótesis con relación a la noticia y determinar el mejor modo de comprobar las informaciones obtenidas. El periodista debe acceder a mecanismos que puedan conducirlo a datos y documentos, seguir ramificaciones de la pauta en otros países y definir los principales contactos.
Alconada Mon se basa en tres premisas:
- Hay disponible mucha más información de dominio público de lo que puede parecer. Por eso, es preciso buscar en fuentes menos visibles.
- Siempre se puede intentar otra cosa con la información obtenida. El hecho de que unas averiguaciones no lleguen a la pauta de la manera prevista no significa que no sean noticia. Parte del rol del reportero consiste en adaptarse.
- Leer, leer, leer.
Es importante desarrollar una metodología de investigación. Alconada pone como ejemplo al periodista Jeff Leen, jefe de redacción de la unidad de investigación del Washington Post, quien tiene su propia metodología. Le da al periodista dos semanas para que traiga las primeras pruebas de su investigación. Él las revalúa. Si vale la pena, el reportero obtiene dos meses más para sus indagaciones.
Alconada Mon también tiene su metodología. Recomienda elaborar, antes de dar inicio a las indagaciones, una lista de prioridades y planes de actuación. Propone que se responda a las siguientes preguntas:
- ¿Cuánto tiempo tomará la investigación?
- ¿Qué inversión se requiere?
- ¿Cuál es la probabilidad de alcanzar el objetivo?
- ¿Cuántas personas se verán afectadas por el reportaje?
- ¿Qué relevancia tiene el tema?
- ¿Qué relevancia tiene el investigado?
Con eso es posible determinar la noticia mínima que el reportero debe ofrecer al editor.
La investigación en marcha
Muchas veces el periodista tiene que lidiar con varias investigaciones simultáneas. Alconada Mon tiene 20 al mismo tiempo. Para no perderse, se envía a sí mismo, cada 15 días, correos electrónicos con el estado de las indagaciones. En cada uno de ellos procura definir cuánto avanzó, cuántas personas están involucradas y si conviene proseguir la investigación o llegó la hora de parar. Se fija metas claras y concretas y un plazo para la entrega final, con el propósito de ‘meterse presión’ a sí mismo.
En la segunda etapa de la investigación, después de planificar y definir las estrategias, Alconada Mon recomienda hacer indagaciones centradas en la producción académica, sobre lo que ya se ha estudiado acerca de determinado tema, a partir de los libros publicados más importantes. “¿Qué estadísticas necesito para fundamentar mi reportaje? —se pregunta—. En un contexto de tanta abundancia de información, ustedes no son los primeros que publican algo sobre la cuestión. Sería muy difícil”. Es necesario estudiar la prensa internacional para entender lo que ya se sabe.
Otro punto primordial que él destaca es la importancia del contexto. “Sirve de espejo para nuestras propias indagaciones”, advierte. Por eso, es preciso buscar situaciones similares en otros países, estudiar la legislación sobre el particular, las políticas públicas relevantes y los datos que puedan servir de fundamento a la investigación. El lector debe ser capaz de comprender la dimensión de los hechos.
En esta etapa interviene también el análisis de datos: ¿Cuáles fueron los gastos e ingresos? ¿Hay gastos inexplicables o curiosos? ¿Qué dice en la nómina y en el informe de rendición de cuentas? Este análisis muestra los caminos a seguir.
Si el objetivo de la investigación tiene que ver con fraudes de empresas vinculadas al Gobierno, es preciso incluir licitaciones, comisiones y honorarios pagados antes de la prestación de un servicio.
Precauciones en el cubrimiento de nuevos gobiernos
En el cubrimiento de nuevos gobiernos, es fundamental tener en cuenta que todo nuevo presidente asume su cargo en un pico de esperanza y expectativas. “Tal vez el reportero deba esperar, astutamente, a que llegue la mejor hora para publicar. En las primeras semanas y meses, todos actuarán correctamente. Cuando se acostumbren al poder cometerán errores. El periodista debe estar atento a ese momento para publicar”.
Además, el periodista debe ser consciente de que también él se mueve en el tablero de ajedrez. “Bolsonaro se valdrá de los periodistas para librar una pelea mayor. Los periodistas serán como los peones del ajedrez, que se utilizan y eliminan [de la partida]. En retrospectiva, los periodistas que se posicionaron en el gobierno Kirchner, que llevaron la pelea al terreno personal, que participaron en la polarización, fueron los que más mal parados salieron. Ganaron dinero, acapararon toda la atención, pero hoy en día se reniega de ellos”.
Advierte que todo lo que digan o escriban los periodistas puede ser utilizado en contra de ellos. “Y lo será”.
Cultivar las fuentes
Brasil atraviesa un momento peculiar en lo que se refiere a la cobertura política. Por ese motivo, en el taller el nuevo gobierno fue tema de discusión. El periodismo fue el mayor perjudicado durante la campaña electoral. El presidente electo, Jair Bolsonaro, un político conservador, tiene una postura parecida a la del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con relación a la prensa: suele calificar de noticias falsas los reportajes que no le gustan, hace declaraciones directas por medio de sus cuentas de Twitter y de Facebook, e incita a los electores a desacreditar a la prensa. Uno de sus hijos, por ejemplo, intimidó recientemente a un profesional del periódico O Globo que estaba escribiendo su perfil. Sus seguidores, a raíz de la polarización que se ha generado en la sociedad, profirieron amenazas violentas, y el periodista tuvo que ir a la policía y hacer una denuncia para protegerse. Lo mismo ocurrió durante las elecciones.
¿Cómo lidiar con los retos de una cobertura como esa, sabiendo que el papel de la prensa consiste en fiscalizar al poder? ¿Cómo pueden prepararse los periodistas para informar sobre el nuevo gobierno? “Es preciso actuar con mucha cautela y pensar que esto va a durar años”, dice Alconada Mon. Advierte que no se debe caer en la trampa de responder a las agresiones en las redes con más agresiones.
Uno de los puntos presentados por Alconada Mon es mantener y saber direccionar la observación del gobierno de transición. “Busquen a las viudas del poder”, aconseja. El período de transición de un nuevo gobierno es clave para observar quién se queda y quién es excluido. ¿Quién rodea a los hijos del presidente electo? “Son jugadas indirectas para llegar a donde interesa”.
También propone que el reportero haga una especie de revisión del cubrimiento de la campaña para descubrir quién, de hecho, es cercano al presidente electo, antes y después de la toma de posesión. Inclusive las fuentes: ¿Quién dio buena información y quién no? “Toda la transición es caótica. Hay una lucha de poder, intereses cruzados… Durante la transición es necesario cultivar fuentes para luego poder acudir a ellas cuando ejerzan una función pública. El tiempo te sitúa”.
En ese sentido, quienes se sientan desprestigiados pueden ser valiosas fuentes. Si el nuevo gobierno tiende a dirigir las críticas contra personas, como hace Bolsonaro, es preciso averiguar quién está disgustado con sus declaraciones. Vale la pena buscar a exsocios, exempleados, subalternos, rivales, empresarios perjudicados por decisiones políticas. “Es muy importante saber quién va a tratar de frenar el personalismo dentro de las instituciones. Eso nos sirve de contrapeso”, explica.
Alconada Mon propone, como dinámica, pensar anticipadamente en cuáles serán los siguientes pasos que se darán como parte de la pauta. Para ello es necesario observar los actos públicos: “¿Quién está próximo al presidente electo sin ocupar un puesto relevante? ¿El chofer? En un acto, ¿a quién le entrega su teléfono celular, o sea, en quién confía plenamente? ¿Quién está en la primera fila de invitados? ¿Y en la segunda? ¿Quién le habla al oído?” Cuando la investigación madure, será posible advertir patrones de conducta y problemas sistémicos.
Un consejo importante que da Alconada: siempre se debe procurar cultivar una fuente que esté un nivel por debajo de lo que se estudia. Si estás destapando la corrupción de un ministro, concéntrate en el siguiente nivel, el de los secretarios o subsecretarios de Estado, por ejemplo. “De abajo arriba —afirma—. ¿Realmente Bolsonaro y Trump son buenas fuentes? ¿O te van a enloquecer? Busca a los que reciben las órdenes y tienen que ejecutarlas, los verdaderos colaboradores”.
Para ahondar en este subtema, el maestro citó a dos periodistas: James Reston y Seymour Hersh. Este último nunca publica informaciones si la fuente no se identifica ante él, aunque pueda publicar declaraciones en off.
Alconada insistió también en la necesidad de proteger a la fuente y de dar aviso al sujeto de una publiación. “Siempre que vayamos a publicar algo sobre una persona, debemos hablar primero con ella”, dice Alconada Mon. La persona puede proporcionar otras fuentes (para no caer sola) y abrir la posibilidad de entablar un diálogo con los abogados o portavoces, aparte de la cuestión ética en sí.
“Antes de publicar es necesario pensar: ¿Quién más sabe de esto? ¿Hasta dónde puedo llegar? ¿Alguien puede resultar perjudicado?”, dice el maestro. Si pocas personas están al corriente de esa información, es preciso redoblar las precauciones para no exponer a la fuente. Él utiliza la estrategia de pasar determinado documento a más de una persona para que resulte más difícil probar el origen de la información.
Elaborar un mapa de relaciones
“Ahora están todos de luna de miel. El presidente asumirá su cargo, tendrá un pico de optimismo. Tienen que esperar a que comiencen los errores, el desgaste, los tropiezos”. Hugo cuenta que en cierta ocasión esperó seis meses para publicar un reportaje que llevó a renunciar a un miembro del Gobierno. De haberlo publicado al terminar la investigación, habría tenido un impacto mucho menor, y esa persona que tenía un cargo de autoridad no habría caído. “Ten paciencia y persevera. El periodismo de investigación no es una carrera de 100 metros, sino una maratón”. Hace falta ánimo y tesón.
Considerando este período, los primeros meses de gobierno son el momento idóneo para diseñar un mapa de relaciones. Él recomiendo el uso de la herramienta Xmind. “Así es posible ver quién fue dejado de lado. Y también entender algunos puntos en común”.
Cuenta que esa herramienta ayudó al equipo de La Nación a identificar al ordenante de una serie de asesinatos de colombianos en Argentina.
“¿Comparten esas personas abogados, casas, socios, testaferros, secretarias, amantes, amigos, equipos de fútbol o hobbies?” Él recomienda que los periodistas elaboren dicho mapa con calma, porque en algún momento la herramienta puede indicar informaciones relevantes.
El mapa de relaciones es fundamental para armar el rompecabezas.
Hacer ‘periodismo de a pie’
Para hacer periodismo investigativo de calidad es preciso ir a los lugares, ver lo que hay en las paredes de las oficinas públicas, hacer observación directa. “Eso contribuye a la comprensión del caso, aporta datos y da textura a la narrativa”, afirma Alconada Mon. Con referencia a eso, el periodista cita a Bob Woodward, del Washington Post, que dice: “Las historias jugosas no están en Internet”. Tampoco en el teléfono.
Alconada Mon recomienda consultar la guía telefónica para descubrir, por ejemplo, direcciones fantasma de empresas de lavado de dinero.
Seguridad de los periodistas y uso de la tecnología
El maestro advierte que debe tenerse cuidado con la información que se descubra y se intercambie por correo electrónico. Para enviar documentos recomienda el uso de hushmail.com, filemail.com o protonmail. En cuanto a medio de comunicación, dice que WhatsApp es el más inseguro, más que Telegram, Wired y Signal.
Quien haga este tipo de cobertura debe tomar ciertas precauciones fundamentales: no emitir opiniones en audios (al grabar algo, piense que puede ser publicado en un tuit en Japón, siempre con el sesgo de quien lo divulgue); no exponerse en las redes sociales declarando sus preferencias políticas y opiniones; hacer caso omiso de las provocaciones.
La red es más amplia que Google. Alconada recomienda hacer búsquedas en otras plataformas como Bing, Startpage, Metacrawler, ZabaSearch, Internet Archive, y bases de datos como European Business Register; y que se aprenda a entrar en la deep web.
Entrevistas
“No empieces nunca una entrevista con la pregunta difícil. Esta tiene que estar en el medio”, enseña Alconada Mon. Hasta llegar a ese punto, el periodista debe hacer preguntas que demuestren que sabe de qué habla. “El humor funciona; la agresividad no”.
Los silencios son importantes. “El periodista tiene que aprender a cerrar la boca”, porque muchas veces la información está en la ausencia de respuesta, en la incomodidad, o puede surgir luego que el entrevistado se lo piense mejor. En esos instantes es importante tomar nota del lenguaje corporal.
En todas las fases del taller, Alconada Mon insistió en que lo más importante de todo es la precisión de las informaciones obtenidas y que el reportero lea siempre. Cita a Hersh, que dice: “La clave para ser un buen periodista y conseguir la noticia es leer antes de escribir, y especialmente antes de hacer una entrevista”.
Sobre Hugo Alconada Mon
El periodista y abogado Hugo Alconada Mon es una de las personas más respetadas del mundo en investigaciones periodísticas sobre corrupción, lavado de activos y fraude corporativo. Como consecuencia de las historias que ha publicado, están en la cárcel algunas de las personas más poderosas de Argentina.
Su obra más reciente, La raiz de todos los males: cómo el poder montó un sistema para la corrupción y la impunidad en la Argentina (Planeta, 2018), resultado de 20 años de investigación, cuenta con profundidad cómo funciona el sistema de corrupción en la Argentina (con referencias a otros países latinoamericanos como Brasil).
Abogado graduado en la Universidad Nacional de La Plata, tiene una maestría en Artes Liberales de la Universidad de Navarra. Es profesor visitante en la Universidad de Missouri y en la Universidad de Columbia.
Actualmente, Hugo Alconada Mon es prosecretario de redacción en el periódico argentino La Nación y columnista del New York Times en español. Fue corresponsal en Estados Unidos abocado a las investigaciones sobre corrupción, lavado de activos y fraude corporativo. Es miembro del equipo que difundió Wikileaks (2010) y del International Consortium of Investigative Jornalistas (ICIJ). Es ganador de los premios ADEPA (2012 y 2016), “Pedro Joaquín Chamorro” (Sociedad Interamericana de Prensa, 2009), Transparencia Internacional/IPYS (2014), FOPEA (2015), Santa Clara de Asís (2017) y Konex de Platino (2017). En 2018 recibió el prestigioso Moors Cabot.
Además de La raíz, Alconada Mon ha publicado libros acerca de la corrupción y la impunidad como Los secretos de la valija: del caso Antonini Wilson a la petrodiplomacia de Hugo Chávez (Planeta, 2009), Las coimas del gigante alemán: la historia secreta de Siemens, los DNI y los gobiernos argentinos hasta los Kirchner (Planeta, 2013), Boudou, Ciccone y la máquina de hacer billetes (Planeta, 2013), y La piñata. El ABC de la corrupción, de la burguesía nacional kirchnerista y del “capitalismo de amigos”. En su carrera ha cubierto a decenas de presidentes.
Sobre el Taller Investigando al poder: el cubrimiento de nuevos gobiernos
Fue convocado por la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y CAF- banco de desarrollo de América Latina, y realizado el viernes 30 de noviembre en São Paulo, Brasil. 15 periodistas brasileños se reunieron, bajo la conducción de Hugo Alconada Mon, prosecretario de redacción de La Nación (Argentina), para analizar el rol del periodismo en el actual contexto político de Brasil: la llegada de un nuevo gobierno, que desata nuevas dinámicas de poder y debate público.