“El control de la opinión pública por medio de mentiras, noticias falsas o intimidaciones no es exclusivo de los regímenes autoritarios. Es algo intrínseco del poder”. Así lo cree Yan Boechat, fotógrafo y reportero en zonas de conflicto, quien participó en la sesión 'Rusia, Ucrania y la guerra de la desinformación: cómo hacerle frente’, la segunda del seminario Periodismo en el frente: la complejidad de contar la invasión rusa a Ucrania.
Allí, compartió panel con Marc Marginedas, periodista y corresponsal de guerra español, que ha investigado los métodos de propaganda y desinformación implementados por Rusia en distintos contextos.
Por ejemplo, “sin la ayuda de Rusia, Trump no habría sido elegido [en 2016]. El trumpismo probablemente no se habría enraizado en la cultura ni la opinión pública de Estados Unidos”. Así lo expuso Marginedas en alusión a la interferencia rusa en la campaña de aquel año, de la que la inteligencia estadounidense culpó al propio Vladimir Putin.
El asunto se discutió justo cuando Donald Trump era anunciado como el presidente electo por segunda vez, el pasado miércoles 6 de noviembre. La relación entre el magnate, primer convicto elegido para el máximo cargo en la Casa Blanca, y su homólogo Putin probablemente será uno de los factores determinantes de la geopolítica en los próximos años.
Tras el triunfo de Trump, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se apresuró a felicitarlo, consciente de que necesita mantenerlo como aliado. Putin hizo lo propio horas después, elogiando al político estadounidense y afirmando que estará dispuesto a establecer contacto con él. Lo que surja de esos intercambios, sin duda, será clave para el curso que tome la guerra en Ucrania, que se acerca a su tercer año.
“[Tras la elección de Trump] quiero pensar que Europa acudirá en ayuda de Ucrania porque es una guerra que se libra en su continente […] La falta de reacción es lo que ha empoderado a Putin”, señaló Marginedas contemplando la posibilidad del debilitamiento del apoyo estadounidense a Ucrania.
Durante su exposición, el periodista español hizo referencia a otros casos de turbia influencia rusa, como la alegada interferencia extranjera en las votaciones del Brexit en 2016 en Reino Unido o la reciente votación de la polémica reforma judicial en México.
Boechat, de origen brasileño, por su parte, ha cubierto la actualidad ucraniana por casi 20 años. Esa experiencia es en parte lo que lo lleva a decir las palabras del principio. “En Ucrania, como todos los países en guerra, los periodistas somos una amenaza para el gobierno porque intentamos contar la verdad. Eso pasa también en Ucrania, un país que dice luchar por los valores democráticos”, afirma el reportero, que ha llegado a lo más profundo de las trincheras en los últimos 32 meses de guerra.
“Ucrania tiene un pasado muy cerca de Rusia, un pasado soviético, y parte de esa memoria de control de la información está muy viva”, agrega.
En el campo de batalla, por ejemplo, ha encontrado reminiscencias a la simbología nazi, pese a que es muy cuidadoso al advertir que la historia es compleja, pues tiene sus raíces en la Segunda Guerra Mundial, pero, además, que “no es verdad que en Ucrania sean nazis o que los que luchan lo son”. Sin embargo, asegura, “hay elementos de influencia de estas ideas en el ejército”, una afirmación que acompañó mostrando algunos parches con símbolos como el águila negra, que ha recogido durante su reportería.
Marginedas, por su parte, acotó que la censura y la manipulación o restricción del acceso a la información es algo que suele suceder en los escenarios de violencia, guerra o conflicto, y citó como ejemplo las dificultades para cubrir la participación española en la guerra en Irak, en cuyo contexto ocurrieron los atentados del 11M en Madrid, los más mortíferos en la historia del país, y las posteriores elecciones generales de 2004.
La preocupación por la influencia externa y la propaganda como dispositivo en las llamadas guerras híbridas no es menor en el contexto actual. Mientras que Marginedas afirma que la presencia rusa en América Latina es muy “fuerte”, Boechat comenta sobre el estado de la guerra en el frente ucraniano.
Según él, las tropas de Zelenski se encuentran desgastadas, Rusia va ganando territorio, al tiempo que recibe refuerzos como el de combatientes norcoreanos. De hecho, durante la misma semana, se confirmó el primer enfrentamiento directo entre tropas ucranianas y hombres enviados por Kim Jong-un.
“Las cosas se van a poner muy difíciles. Será el peor invierno para Ucrania en la guerra”, estima el reportero.
Sobre Marc Marginedas
Periodista y corresponsal de guerra español. Ha cubierto guerras y conflicto en Argelia, Chechenia, Darfur, Irak, Afganistán, Líbano y la llamada Primavera Árabe.
Ha recibido galardonado con los premios Vázquez Montalbán y Cirilo Rodríguez de periodismo y es el autor del libro Periodismo en el campo de batalla, publicado en 2013.
Sobre Yan Boechat
Periodista de origen brasileño. Ha trabajado con medio como The New York Times, BBC, Deutsche Welle, Voice of America, NBC News, entre otros.
Se especializado en la cobertura de conflictos armados, desastres ambientales y desigualdad en países como Siria, Irak, Líbano, Turquía, Irán, Afganistán, Palestina, Ucrania, Congo y Brasil, entre muchos otros.