Relatoría del foro virtual ‘Fronteras, seguridad y periodismo’
8 de Diciembre de 2020

Relatoría del foro virtual ‘Fronteras, seguridad y periodismo’

La actividad fue organizada en alianza con la Fundación Gabo y la British American Tobacco -BAT- en Colombia, para periodistas de América Latina, quienes se reunieron por teleconferencia el 18 y 19 de noviembre de 2020.
Captura del foro virtual, moderado por Ginna Morelo y Jaime Abello Banfi.
Alicia Pepe

Introducción

 El foro virtual ‘Fronteras, seguridad y periodismo’ se desarrolló los días 18 y 19 de noviembre en Colombia, con el propósito de plantear inquietudes sobre la cobertura fronteriza en diferentes regiones del continente, disertar sobre la necesidad de tomar medidas de seguridad para resguardar su integridad y las de las fuentes, así como los desafíos que supone explorar nuevas narrativas y formatos. 

El evento, convocado por la Fundación Gabo con el apoyo de British American Tobacco -BAT-, sirvió para que más de 20 periodistas de América Latina y el Caribe se reunieran para pensar en periodismo, conocer de viva voz de los expertos la problemática del contrabando en Colombia y cómo las tensiones entre los gobiernos de Colombia y Venezuela y el éxodo migratorio ha modificado las relaciones de los habitantes de frontera

De los maestros afloraron reflexiones relacionadas con el desafío de seguir haciendo periodismo en un escenario post pandemia y la necesidad de enriquecer las agendas periodísticas a través de investigaciones relacionadas con zonas francas, contrabando, mercado electrónico, elecciones y medio ambiente. 

La apuesta por un modelo colaborativo entre medios y la exploración de nuevos formatos narrativos en el periodismo digital fueron temas que también surgieron en los diálogos entre los panelistas y los asistentes. 

En este proceso de formación participaron Socorro Ramírez, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Colombia (Colombia); Óscar Martínez, periodista salvadoreño y editor del proyecto ‘En el camino’ y miembro fundador del proyecto ‘Sala Negra’, de El Faro,  que explora el periodismo de profundidad en migración, violencia y crimen organizado; Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo (Venezuela) y Estefanía Colmenares, directora del diario La Opinión de Cúcuta (Colombia).

Se unieron a este encuentro Daniel Rico (Colombia), asesor especializado en temas de contrabando y narcotráfico  para BAT, y Juan Carlos Restrepo (Colombia), ex director en la Dirección Nacional de Estupefacientes y hoy director de Asuntos Legales y corporativos en BAT.

Los periodistas colombianos Carmen Rosa Pabón (Meridiano 70), Hugo Mario Cárdenas (El País), así como Jorge Cardona, editor de El Espectador; Omar Rincón, profesor de la Universidad de los Andes y director de Fes Comunicación en Colombia y Alberto Donadío, abogado y columnista de El Espectador (Colombia) también brindaron valiosas lecciones como panelistas de este foro virtual. 

Las charlas fueron moderadas por Jaime Abello Banfi, director general de la Fundación Gabo y Ginna Morelo, maestra de la Fundación Gabo, presidenta de Consejo de Redacción y editora de La Liga contra el Silencio.

Fronteras en Latinoamérica

Las fronteras latinoamericanas, según el editor salvadoreño Óscar Martínez, son lugares complejos y calientes para la cobertura periodística. Generalmente viven conflictos binacionales, son centros de disputas de grupos irregulares y de paso de migrantes, además de padecer el olvido gubernamental. Bajo este contexto, Martínez ofrece algunas pistas para que los reporteros comprendan las complejidades de estas regiones que dividen dos o más países: 

  1. Las fronteras son antípodas, porque suelen separar dos realidades completamente diferentes. De un lado, pueden ser ricas y del otro, muy pobres 
  2. Algunas son icónicas, ya que guardan mitos y leyendas que atraen atención artificial del mundo, en especial de los reporteros, lo que provoca desenfoque en el desarrollo de la historia 
  3. Las fronteras cambian constantemente; por eso se debe tener un plan de cobertura persistente, de permanente monitoreo.
  4. Son un concentrado de personajes. El periodista requiere observación, paciencia y permanencia para no quedarse en lo superficial, sino ir hasta la esencia
  5. Reúnen imágenes surrealistas, por lo que es necesario que los periodistas vayan con la voluntad de escudriñar, de perderse en esa gráfica.
  6. Son lugares complicados que guardan secretos y resultan peligrosos para el ejercicio periodístico.
  7. Hay fronteras invisibles que determinan qué pedazo del país le corresponde a cada habitante. Se ve con la demarcación que establecen pandillas o guerrillas por el control territorial.

Frontera colombo-venezolana

La investigadora y docente de la Universidad Nacional, Socorro Ramírez, quien lleva cuatro décadas estudiando la frontera, menciona los puntos claves para entender la actualidad política y geográfica binacional:

Diagnóstico político

Los lazos de hermandad que se tejen entre los habitantes que se encuentran en la frontera entre Colombia y Venezuela son ineludibles, al igual que las relaciones históricas de comercio binacional e intercambio cultural. 

No obstante, con la ruptura diplomática entre los gobiernos de Iván Duque y Nicolás Maduro, las realidades han cambiado en estos puntos limítrofes. Socorro lo resume en siete puntos: 

  1. La línea limítrofe de los estados se construye y se deconstruye permanente por las diferentes interacciones poblacionales que generan una dinámica comercial, económica y cultural. En la década de los 70 y 80, se iban los colombianos a buscar alternativas a la ‘Venezuela saudita’. Ahora el éxodo es de venezolanos que huyen de la crisis para buscar un mejor futuro en Colombia o usar la frontera como un sitio de tránsito. 
  2. Las poblaciones de ambos lados de la frontera son lo opuesto a la capitales de los países. Están aisladas, marginadas, con altos índices de pobreza e inseguridad
  3. Los poderes centrales reducen la frontera a una línea limítrofe
  4. El poder central tiende a desconocer las interacciones transfronterizas y traslada problemas interinstitucionales ampliando la dificultad local, ya que los pobladores de las zonas fronterizas tratan los problemas de manera distinta
  5. Entra en conflicto las nociones fronterizo y transfronterizo, fracasando esa búsqueda de articulación local 
  6. No hay valoración de lo indispensable de la cooperación binacional para atender el problemas de seguridad
  7. Los gobiernos aumentan las tensiones y ordenan cierre como si fuera cremallera que se abre y cierra, lo que ocasiona que los ciudadanos de ambos países se vean obligados a recurrir a pasos informales, donde bandas criminales imponen condiciones terribles de dominación.

Geografía fronteriza

Sobre el territorio geográfico, Socorro explica las múltiples características territoriales visibles a lo largo de los 2.219 kilómetros de línea terrestre y fluvial que separa a Colombia y Venezuela y cuáles son las dinámicas de interacción que persisten en la actualidad:

1.  Península caribeña-guajira

No solo por la fuerza poblacional wayuu, sino que esa frontera hacia el mar Caribe acompaña el golfo de Venezuela y se conecta con el Lago de Maracaibo. Sus características  secas, áridas, semidesérticas y desérticas brindan diferentes dinámicas. Socorro dice que resulta insólito que por desacuerdos de los gobiernos, no se generen proyectos binacionales cuando hay recursos energéticos y fluviales compartidos. 

2.  Serranía de Perijá y la Cuenca del Catatumbo 

También hay población con los Yukpa y Barí y ha sido un eje migratorio informal. Recordó que por allí no hay pasos fronterizos formales ni carreteras, solo 2 parques nacionales que funcionan de manera individual, desaprovechando la gran biodiversidad, las cuencas hidrográficas y extracción petrolera y de carbón que está siendo aprovechada por las economías ilegales. 

3.  Cordilleras andinas 

De acuerdo a lo que expone la docente e investigadora, esta zona une a la región oriental colombiana con los estados andinos de Venezuela (Táchira y Mérida)  Se comparten ríos, parques naturales y reúne los tres pasos fronterizos más dinámicos entre ambos países: Puente Simón Bolívar, Puente Unión y Puente Francisco de Paula Santander.

Actualmente, la dinámica está marcada por la necesidad de los venezolanos de ir a Colombia a abastecerse y acceder a servicios, educación. Hay un potencial comercial y económico que requiere voluntad e integración, bajar tensiones entre los gobiernos.

4. Piedemonte y los Llanos

El río Arauca sirve de límite geográfico entre el departamento de Arauca (Colombia) y el estado de Apure (Venezuela), con un solo paso formal (el puente José Antonio Páez); pero hay por lo menos tres pasos “que son usados por los grupos ilegales por lo que es importante que se formalicen para sacarlos de la ilegalidad. Hay petróleo e infraestructura vial que genera conexiones pero también fuertes tensiones y presencia de guerrilla binacional”.

5. Orinoquía

Es un caudal de aguas compartidas que terminan en el Amazonas, con tres paradojas:  una población compartida pero muy fraccionada,  economías de extracción de minerales y problemas muy fuertes en el aprovechamiento de ríos estratégicos comunes.

Reactivación fronteriza

Socorro Ramírez plantea una hoja de ruta con cinco ejes de integración, en el que el periodismo podría jugar un papel como actor clave y propositivo, en el marco de un eventual restablecimiento de las comunicaciones y los lazos diplomáticos entre Colombia y Venezuela. 

  1. Manejo de la pandemia y construcción de protocolos sanitarios y de bioseguridad que permitan el restablecimiento del tránsito de personas y mercancías. 
  2. Reactivación de la dinámica comercial y económica binacional en condiciones óptimas.
  3. Organización de mesas con autoridades territoriales que diserten sobre el transporte de carga y la logística en el marco de una reapertura fronteriza. 
  4. Implementación de acciones humanitarias transfronterizas, en las que estén todas organizaciones de la sociedad civil que hacen algún tipo de apoyo, para abordar temas de la migración y de refugio, sin tinte xenofóbico, entendiendo que es una situación Inevitable frente a la cual hay que tener una mayor apertura e integración. (Según Ramírez, desde septiembre de 2019 se ha trabajando en la estrategia ‘Convergencia Ciudadana’, con un centenar de académicos, de miembros de organizaciones sociales y humanitarias, gremios económicos y plataformas de Derechos Humanos de Colombia y Venezuela para estimular una diplomacia ciudadana que esté a favor de una solución pacífica de las crisis en Venezuela y de la construcción de paz en Colombia).
  5. Construcción de una política de inclusión e integración tanto con los colombianos que retornan con familias binacionales, como de los migrantes venezolanos buscan mejores condiciones de vida. 

Seguridad y fronteras

En este bloque, los expertos hablaron sobre seguridad, percepción de seguridad, zonas francas y contrabando. Ofrecieron un manual de seguridad para los periodistas que cubren temas fronterizos.

1. Seguridad y percepción de seguridad 

En este bloque de conocimiento, la primera claridad que hizo Juan Carlos Restrepo (Colombia), director de Asuntos Legales y corporativos de la British American Tobacco - BAT- fue sobre el concepto de seguridad: “La seguridad es un estado en el cual todos los ciudadanos pueden disfrutar de sus derechos: el derecho a la vida, a la educación, a la alimentación, a la no discriminación”, puntualizó.

También se refirió a una definición multidimensional avalada por la Organización de Estados Americanos (OEA), que integra todos los tipos de seguridad: alimentaria, biológica, migratoria, cibernética, espacial, etc., que excede la capacidad misma del ejército y la policía. 

Restrepo, exhortó al grupo de comunicadores a romper imaginarios muy marcados en el periodismo, como pensar que la seguridad tiene que ver es con homicidios y secuestros, o que es el resultado de dividir la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes. También profundizó sobre las diferencias de seguridad y percepción de seguridad. La primera convoca el análisis objetivo y prospectivo de lo que está ocurriendo y cómo se aborda con políticas públicas que sirvan para mitigar riesgos y amenazas en los ciudadanos.

En cambio, la percepción de seguridad se relaciona con cómo se siente la ciudadanía, simplificándolo con el siguiente ejemplo:

“Si vemos todos los días a alguien que matan por robarle la bicicleta o el celular, todos los ciudadanos seguramente nos moriremos de susto en Colombia; pero resulta que los índices de homicidio en el país son los más bajos de los últimos 40 años.

Es allí donde los periodistas, según Restrepo, tienen un gran reto: más análisis y menos impulsos por las notas informativas atomizadas de temor.

Asimismo, explicó que en Colombia las decisiones más críticas de seguridad están a cargo del Consejo de Seguridad Nacional, con enfoque en justicia, relaciones exteriores y seguridad. “Sin embargo no existe una Ley de Defensa y Seguridad Nacional en Colombia, que facilitaría procesos y articulaciones necesarias desde todos los poderes del Estado para garantizar que los ciudadanos disfruten de todos sus derechos”.

2. Rol del Estado colombiano en la seguridad fronteriza

En esta discusión, Juan Carlos Restrepo coincide con Socorro Ramírez y Óscar Martínez al señalar que las fronteras son zonas muy calientes, al menos en Colombia. 

Confirma que las acciones del Estado se han quedado “cortas” para atender las  implementar una política pública de seguridad, de migración,  de salud, educación etcétera, principalmente “por no tener una buena articulación con el gobierno de al lado, que no colabora y que, por el contrario, contribuye con el agravamiento del problema”.

Sobre la política de frontera, reconoce que ha sido muy “pobre” en el país porque siempre se ha mirado hacia el conflicto interno. A esto se suma la pérdida de credibilidad de las fuerzas militares y policiales en los últimos dos años, por cuenta de un mal liderazgo del gobierno, que ha politizado y no ha sabido controlar los errores cometidos en estas fuerzas públicas. 

Otra realidad que el experto pone en evidencia es la transformación de las redes de criminalidad, explicando que aquellos que alguna vez fueron paramilitares, se volvieron narcotraficantes que prestan diferentes servicios. “Cobran extorsión, tienen redes de microtráfico, controlan la prostitución en una zona de la ciudad, en fin, son una serie de servicios tercerizados que hace más difícil de enteder estas dinámicas”. 

3. Contrabando y zonas francas

En un sentido pragmático, una Zona Franca es un incentivo a las exportaciones que permite desarrollar actividades industriales, comerciales y de servicios, bajo una normatividad especial, en materia cambiaria, tributaria, aduanera y de comercio exterior.

Sin embargo, en la práctica, como lo señala Daniel Rico, asesor especializado en temas de contrabando y narcotráfico de la British American Tobacco -BAT- y director de Análisis, “las zonas francas ofrecen ventajas estratégicas para el contrabando, lavado de activos, tráfico de armas”. 

Es por esto que resulta necesario que los periodistas entiendan cómo se construyó un sistema normativo que garantiza que este delito sea rentable y muy seguro en Colombia y que por sus complejidades, en las zonas francas es complicado identificar quién es el beneficiario final de estas negociaciones. 

Agrega que las estructuras que aparecen en los medios de comunicación no son las principales y que el contrabando que se ve en las fronteras es mucho menor, comparado con los grandes puertos de Colombia como el de Urabá y el Caribe. 

Concretamente, el especialista señala que “el estado ha entregado algo que se llama las agencias aduaneras, donde la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia) lo que hace es tercerizar. Es allí donde estas organizaciones de crimen organizado están ocupando espacios claves, haciéndose de ‘micropoderes’ que controlan puntos en el proceso aduanero”.

Parte del problema, asegura Rico, es el desconocimiento de Bogotá de las decisiones que se toman en las fronteras y otras ciudades colombianas donde existen zonas francas. Cita estadísticas contundentes: en el país solo hay siete personas condenadas por contrabando, mientras que por narcotráfico hay más de 35.000 en las cárceles. Además, en Colombia hay 165 zonas francas, lo que hace que operacionalmente sea imposible controlarlas. 

Algunos periodistas preguntaron por lo que sucede en La Guajira, donde una conocida cooperativa goza de un régimen especial aduanero para comercializar gasolina. Rico mencionó algunos flujos ilegales del caso citado, como lavado de activos y control de cupos de venta de gasolina interdepartamental.

El tráfico de oro y el contrabando de ganado fueron otras situaciones de las que se hablaron. En ambos casos, Juan Carlos Restrepo asegura que hay grupos delincuenciales transnacionales muy bien organizados y con modalidades sofisticadas para cometer estos delitos y suponen un gran riesgo en el ejercicio de investigación periodística. 

4. Seguridad en la cobertura fronteriza

Para la cobertura en zonas fronterizas deben ponerse en práctica ciertas recomendaciones de seguridad. Los periodistas colombianos Hugo Mario Cárdenas y Carmen Rosa Pabón reunieron diez de ellas:

  1. Monitoreo permanente en la frontera.
  2. Entender las limitaciones de la cobertura.
  3. Contar con un colega al otro lado de la frontera.
  4. Activar redes de alerta a través de medios digitales.
  5. Definir una coartada sólida y códigos de vestimenta en la cobertura.
  6. Resguardar información personal del celular y usar dispositivos ocultos de grabación.
  7. Procurar desarrollar la investigación en solitario y nunca hospedarse en un hotel.
  8. Guardar el carné de periodista pues en la frontera los periodistas son personas vulnerables.
  9. Resguardar el material de grabación con copias encriptadas y en la nube.
  10. Preguntarse qué tipo de consecuencias pudiera generar la investigación en las comunidades y las fuentes, antes de publicar el reportaje.

Migración

Cubrir la migración en zonas de frontera

Cuando se agudizó la crisis de frontera entre Colombia y Venezuela, en el 2015, la sala de redacción del diario La Opinión de Cúcuta (Colombia) no tenía claridad sobre cómo abordar la agenda informativa. 

En un primer momento los periodistas se volcaron a cubrir el éxodo y los impactos reales producidos por el cierre, como los aspectos económicos, sociales y políticos. Tuvieron una aproximación técnica y académica de la situación migratoria y de cómo empezar a contar historias sobre migración.

Su directora, Estefanía Colmenares, recuerda que en el 2017 se desarrolló un reportaje titulado ‘Hotel Caracas: nada tienes, nada empacas’ (Premio Nacional de Periodismo CPB) que visibilizó las condiciones de alta vulnerabilidad en la que se encontraban cientos de migrantes venezolanos en una cancha deportiva en Cúcuta. “Conocimos los sueños que dejaron atrás y los sueños que esperaban cumplir en Colombia. 

“Este fue el primer peldaño para cambiar de narrativas”, dice Colmenares, al tiempo que ofrece una serie de lecciones que han puesto en práctica sus redactores durante la cobertura de la migración en la frontera entre Norte de Santander (Colombia) y Táchira (Venezuela):

  • Desmontar estereotipos sobre los y las migrantes.
  • No hay valor periodístico cuando se vincula la nacionalidad a cuestiones estructurales como delincuencia y criminalidad, puesto que se incurre en un discurso que favorece la creación de estigmas y estereotipos.
  • No incentivar la barreras entre ‘los nacidos aquí’ y ‘los que vienen de allá’.
  • Profundizar en las historias de vida de las personas que han sido acogidas en el país y lo que esto ha significado para ellas. 
  • Cambiar el ángulo: la migración va más allá de imágenes de la frontera llena de gente
  • Utilizar los mitos sobre la migración para generar contenidos que promuevan la integración
  • Visibilizar las barreras a derechos fundamentales que tienen los migrantes que residen en la frontera 
  • Apostarle a narrativas distintas a través de videos, podcast, infografías y demás recursos interactivos

Socorro Ramírez agrega que se debe valorar el esfuerzo académico y periodístico que se está gestando para darle voz a los habitantes de frontera, que sean ellos los protagonistas de su propia narración, a través de iniciativas educativas y de formación para estas comunidades.

Modelos periodísticos sobre migración 

Ante el desafío de volver sostenible la agenda informativa sobre la movilidad humana, migración y fronteras, surgen nuevas iniciativas relacionadas con periodismo de soluciones y semilleros formativos que apuestan por un modelo sostenible, integrador y propositivo. 

Se presentaron dos de ellos:

Puentes de Comunicación (Venezuela)

‘Puentes de Comunicación’ es un proyecto que nació para construir una mirada diferente sobre la migración venezolana, con cuatro ejes de desarrollo: cercanía con la gente, escuela de formación, periodismo colaborativo y ciudadano y semillero de periodistas. Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo (Venezuela), es la cofundadora de esta iniciativa.

Formar una red de comunicadores formados sobre el fenómeno migratorio, que se atrevan a contar sin estigmatizar, explicar los contextos y generar espacios de disertación en la audiencia es lo que han logrado con el primer ciclo en el que participaron reporteros de Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. 

Los desafíos frente a la COVID-19 obligaron que la agenda se desarrollara de manera virtual. “Alianzas, fortalecimiento de conocimientos, compromisos en la cobertura y recursos para volver el proyecto sostenible, son los puntos claves para que este proyecto tendiera puentes con quienes migran y las comunidades que los reciben”, expresa Reyes.

Hasta la fecha han formado a 62 periodistas y la meta es organizar un nuevo ciclo para seguir contando más de 5 millones de historias que suponen en números la migración venezolana. 

Estoy en la Frontera (Colombia)

Otra alternativa de periodismo de soluciones que conocieron los participantes del foro virtual fue ‘Estoy en la Frontera’, una plataforma fundada por el Diario La Opinión de Cúcuta (Colombia) para brindar información confiable y orientación a migrantes, refugiados y retornados provenientes de Venezuela. 

Desde noviembre del 2019 ha ofrecido orientación gratuita a más de 14 mil migrantes en regiones de frontera como Norte de Santander, Arauca y La Guajira. 

El proyecto, cuenta Estefanía Colmenares, se cofinancia con aportes de la cooperación internacional y busca ofrecer contenidos informativos a los migrantes y generar trabajos periodísticos que recalquen la integración entre viejos y nuevos habitantes en la frontera, así como narrar historias de vida en positivo. 

Agenda periodística post pandemia en Colombia

Ambiente

Jorge Cardona, editor de El Espectador, reveló que habrá prioridad por el desarrollo de temas ambientales, referenciando el desastre natural en Centroamérica y San Andrés y Providencia (Colombia), por el huracán Iota. “Se avecinan problemas serios relacionados con la deforestación, con el calentamiento global. La academia se ha venido ocupando creando programas de formación en periodismo científico y ambiental”.

Elecciones

En los próximos meses los periodistas estarán abocados a una discusión política en el marco de las elecciones del 2022. La meta desde el periodismo es que se pueda aterrizar de una manera muy inteligente en la discusión económica en Colombia.

Relaciones entre Colombia y Venezuela 

La discusión política que viene para los próximos meses tendrá un altísimo componente económico, ecológico,  de salud pública, de educación,  de conocimiento financiero. El periodismo debe afrontar este reto desde la investigación y las tecnologías de la información. 

Contrabando y fronteras

Daniel Rico señala que se debe apuntar a coberturas que expliquen cómo impactan las decisiones que se toman en Bogotá en las realidades económicas de las fronteras e investigar las afectaciones del sector económico formal, ya que si el contrabando crece, significa la quiebra de empresas legales, la pérdida de puestos de trabajo,  la pérdida de impuestos y unos ciclos de violencia espirales muy profundos.

Atención a las empresas de seguridad

También recomienda a los periodistas desarrollar investigaciones sobre las empresas privadas de vigilancia. “Todo narcotraficante serio en Colombia tiene una empresa privada de vigilancia,  pues resuelve muchos problemas de  corrupción, de acceso  de armas,  escoltas,  lavado de dinero, etc. Dejó un dato clave: En 22 años no se ha podido  actualizar el decreto que regula la inversión de capitales extranjeros en materia de vigilancia y seguridad en Colombia.

Sector de apuestas

Las apuestas en línea tienden a estar conformadas por estructuras de muy dudosa procedencia y muchas veces se emplea para lavar activos y mover capitales. Los periodistas  deben ahondar para descubrir quiénes son los operadores, qué daño está generando la ludopatía en la salud pública, añade Rico.

Zonas Francas

Muchas de estas zonas, como lo explica Rico, están actuando como foco de lavado de dinero. No hay difusión en la opinión pública de nombres de personas ni de sociedades involucradas en hechos irregulares. “Las personas no quieren investigaciones. En los últimos 10 años solamente a dos agentes aduaneros se les ha sido revocado su acto administrativo por corrupción y negligencia”, dice Rico.

Comercio electrónico

En Uruguay y Argentina está prohibida la venta de medicamentos por plataformas electrónicas. En Colombia sí está permitido, pero no hay estándares mínimos para que el consumidor confirme que ese producto está o no adulterado. El llamado a los periodistas es a ponerle la lupa a este tipo de servicios.

Próximos retos del periodismo

Los maestros Jorge Cardona, editor de El Espectador; Omar Rincón, profesor de la Universidad de los Andes y director de Fes Comunicación en Colombia, y Alberto Donadío, abogado y columnista de El Espectador (Colombia), exhortaron a cambiar el ángulo de la cobertura, prestar atención al comportamiento de las audiencias y a explorar nuevos formatos, a través de las siguientes claves:

1. Modificar la agenda

Los periodistas siguen secuestrados en las agendas del siglo 20, que es hablar de política, judicial, deporte y cultura. Rincón asegura que es urgente el cambiar de agenda y darse cuenta de que hay que hablar de educación, salud y medio ambiente como temáticas inherentes a la política, la economía y la cultura y no como una sección de fin de semana.

2. Cambiar de fuentes

Ser más cercanos con los ciudadanos de los territorios. Dejar de llamar a un académico que habla de teorías que se desarrollan en Europa, cuando en realidad estamos en Colombia.

3. Aplicar el periodismo carnavalero

La exhortación de Rincón es que el periodismo también migre a una nueva narrativa, que se aventure en nuevas agendas y relatos, que se inspire en el arte, la música, la cultura, los feminismos, el humor, la gente, para contar. “Lo que se conversa entre periodistas en privado es genial. Llevarlo a una agenda periodística sería aún mejor”. 

4. Promover el periodismo colaborativo y feminista

Centrar el periodismo en una agenda que aborde el enfoque de género y tienda lazos de trabajo entre diferentes medios de comunicación y periodistas. 

5. Cautivar a las audiencias

La opinión de la editora e investigadora Ginna Morelo se centra en la concepción de que la audiencia no tiene claro el ejercicio periodístico y esto sucede por responsabilidad de los medios. “Yo creo que el periodismo se ha movido por fronteras que no han sido completamente claras y transparentes de cómo hacer el ejercicio y mostrar el resultado”. 

A su vez, hay una competencia natural entre periodistas que es la de leerse y publicar para la competencia. Donadío, Rincón y Cardona concuerdan en que el periodismo hace parte de un contexto democrático, que es un ejercicio serio que requiere mucho don de creatividad. Hay que entender que las herramientas que brinda la tecnología es para que el redactor sea capaz de volverse un buen editor y un muy buen realizador de sus propias piezas digitales en video o en material de audio o como se presente para captar la atención de la audiencia.

6. Permanencia de valores

En medio vorágine informativa, de la urgencia del clic, los periodistas deben seguir buscando testimonios, entrevistas y seguir rastreando información en oficinas públicas, en las Cámaras de Comercio, en las Notarías, para seguir alimentando sus agendas propias y hacer una transición correcta al mundo digital sin sacrificar sus valores y deontología periodística.

Sobre el foro ‘Fronteras, seguridad y periodismo’

Fue realizado de manera virtual por la Fundación Gabo en alianza con la British American Tobacco -BAT- en Colombia. Se llevó a cabo el 18 y 19 de noviembre de 2020 con la participación de periodistas de Colombia, Ecuador, Perú, Argentina y Brasil. 
 

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