Foto tomada de Lasillavacia.com
De las noticias falsas se ha dicho que son un riesgo para la democracia, que son las más leídas, que son más rentables, que están relegando al periodismo y un largo etcétera. Se han señalado culpables, consecuencias y retos de su éxito.
Después del diagnóstico, a los medios les llegó la hora de mirar hacia adentro y buscar salidas. Aquí presentamos cinco casos de redacciones que ya muestran cómo intentan volver a conectarse con las audiencias y reivindicar el valor de la verdad.
1. El Detector de Whatsapp: La Silla Vacía
En La Silla Vacía, el medio digital que le sigue el pulso a la movida del poder en Colombia, entendieron que “la gente está formando sus opiniones más con base en lo que piensa su círculo de amigos” que en los titulares de la prensa; como aseguró su directora Juanita León.
Por eso, con el fin de adentrarse en las conversaciones de la gente, ahora le aplican a las cadenas de Whatsapp el detector de mentiras que desde 2014 usan para comprobar la veracidad de las declaraciones de los poderosos.
Las reglas son simples: semanalmente reciben por Whatsapp las cadenas que envían sus lectores sobre los temas que cubre La Silla y escogen una para aplicarle el detector. Luego de publicar un artículo explicando qué tan ciertas, falsas, exageradas o engañosas son sus afirmaciones, le devuelven al usuario la cadena chequeada y le piden que la reenvíe de vuelta a sus amigos. Conoce más sobre el Detector de Whatsapp aquí.
Solo tres días después de haber lanzado esta herramienta ya habían recibido 17 cadenas desde diferentes puntos del país, y la inauguraron con uno de los temas de mayor coyuntura nacional: las zonas veredales donde las Farc van a entregar las armas. El resultado: de las 11 afirmaciones, dos son verdaderas, tres son ciertas pero con matices, tres engañosas, una exagerada, una apresurada y una falsa. Lee aquí la primera historia del Detector de Whatsapp.
2. Descentralizar la sala de redacción: The New York Times
La mayoría de puestos periodísticos en Estados Unidos se concentran en tres grandes ciudades (Washington, Nueva York y Los Ángeles), mientras que en el resto del territorio uno de cada cuatro cargos para reporteros han desaparecido en los últimos 10 años. Así lo reveló el Washington Post en 2014.
Este centralismo que crece en los medios de comunicación “contribuye a la falta de diversidad y puede ayudar a explicar la pérdida de confianza en nuestro trabajo”, según la periodista Jean Friedman-Rudovsky en su último artículo para Columbia Journalism Review. Dos medios de Estados Unidos lo entendieron y decidieron arrancar el 2017 ampliando su presencia en las ciudades intermedias.
El New York Times se planteó un claro propósito de año nuevo: “indagar más profundamente tanto en los asuntos que animan como en los que enfurecen a los americanos”, como anunciaron en el artículo Change is coming to The New York Times national desk.
Como primer paso para lograrlo abrieron cuatro nuevos cargos periodísticos por fuera de Nueva York: corresponsal de fe y valores, corresponsal de inmigración, editor de asuntos relacionados con temas raciales y corresponsal de justicia criminal.
Para el editor del diario, Marc Lacey, es clave que los reporteros que se vinculen a estos puestos puedan contar los cambios que vienen para el país desde otros puntos geográficos: “Prefiero que no se muden a Manhattan y que no tengan que venir a este edificio todos los días. Quisiera la mayor cantidad de periodistas escuchando, hablando y cenando con no-neoyorquinos”, aseguró a Columbia Journalism Review.
3. Descentralizar la sala de redacción II: Propublica
Propublica, el medio digital tres veces ganador del premio Pulitzer, lanzará Propublica Ilinois, su primera oficina regional, que contará con un equipo de 10 periodistas, incluyendo un editor, reporteros, un productor y otras personas trabajando en redes sociales, distribución y recaudación de fondos.
Este equipo surge con el fin de llenar el vacío de periodismo investigativo que ha dejado el cierre de periódicos regionales y locales en este Estado: “Con los desafíos que enfrentan los periódicos locales y el recorte drástico de equipos de reporteros, el periodismo investigativo en el estado se ha visto disminuido y desfinanciado, debilitando así la gobernanza democrática en un momento crítico”, anuncian en su página web.
4. Información “lenta” en la era del clic: BBC
La BBC planea dar la batalla contra las noticias falsas, distorsionadas y exageradas a través de una nueva unidad editorial dedicada a desacreditar las mentiras que se vuelven virales.
El equipo, que ya cuenta con seis periodistas de planta, escogerá las noticias más populares en las redes sociales y, además de chequear sus afirmaciones, producirá reportajes a profundidad sobre el tema acompañados con videos explicativos, visualización de datos y análisis de expertos. En resumen, piezas que requieren más tiempo de producción comparadas con el promedio de noticias diarias de una redacción.
“No podemos editar Internet, pero tampoco nos quedaremos de brazos cruzados”, sostuvo James Harding, jefe de redacción de la BBC, a The Guardian.
5. Alianzas con Facebook: El País (y otros)
Hace poco esta red social lanzó el Proyecto Facebook de Periodismo como respuesta a los reclamos de quienes les pedían asumir una responsabilidad por la avalancha de noticias falsas que circula en su plataforma.
La iniciativa busca “conectar a las personas con la información que necesitan” de tres maneras: formación y herramientas sociales para periodistas, desarrollo de nuevos productos colaborativos y herramientas para todos los usuarios.
Varios medios, entre ellos El País de España, ya se han hecho socios de esta estrategia. Facebook ahora les permite ofrecer a sus seguidores cada mañana una selección de cinco noticias elaboradas por sus periodistas en el formato ‘artículo instantáneo’. “Dicho de otro modo: nos saltamos el algoritmo para informar al lector, algo que sin duda es bienvenido”, explica David Alandete, director adjunto de El País. Conoce más sobre la alianza entre Facebook y El País aquí.