“La desigualdad de género es una manifestación social violenta”: Josefina Licitra
21 de Mayo de 2019

“La desigualdad de género es una manifestación social violenta”: Josefina Licitra

Entrevista con la cronista argentina, editora de la revista Orsai, quien es jurado de la Beca Oxfam FNPI de periodismo sobre desigualdad de género 2019.
Josefina Licitra, editora de la revista Orsai, es jurado de la Beca Oxfam FNPI de periodismo sobre desigualdad de género 2019. Foto: David Estrada Larrañeta / FNPI.

Josefina Licitra es una de las cronistas de referencia de Argentina. Ha escrito en diversas publicaciones como Newsweek, Vogue, Brando, El País Semanal, Etiqueta Negra,  Gatopardo y Rolling Stone, entre otras, y es editora de la revista Orsai.

En 2004 ganó el premio Nuevo Periodismo CEMEX+FNPI. categoría texto, por Pollita en fuga, una crónica para Rolling Stone sobre una joven de 15 años que lideraba una banda de secuestradores. Recientemente publicó el libro 38 estrellas, sobre la fuga de un grupo de mujeres tupamaras de una cárcel uruguaya. Se trata de historias que, como describió La Tercera en una reseña sobre su carrera, “desnudan, sin efectismos, un mundo cruel y desigual, en donde las mujeres y los adolescentes suelen llevarse la peor parte”.

Licitra será parte del jurado de la Beca Oxfam FNPI sobre desigualdad de género 2019, que premiará al autor/a de un reportaje escrito o crónica que retrate la desigualdad con 5 000 dólares para apoyar el proceso de reportería, edición y publicación de un nuevo reportaje sobre este tema. Postúlate aquí hasta el 31 de mayo.

En esta entrevista, la cronista examina el estado del cubrimiento periodístico de la desigualdad de género, propone nuevos ángulos para cubrir este tópico y resalta el valor de la Beca Oxfam FNPI sobre desigualdad de género para resaltar las buenas historias que de esta temática se desprenden

¿Qué aspecto de la desigualdad de género considera que no ha sido explorado lo suficiente en el periodismo?

No creo que haya aspectos sin explorar. La deuda, si es que existe, podría estar en el abordaje que se da a los temas de género. Muchas veces la indignación que producen ciertas historias –en las que la desigualdad se hace visible de modos irritantes y dolorosos– impide tomar distancia y trabajar las historias sin asumir modos sentenciosos o panfletarios. El exceso de corrección política y el temor a ser mal interpretados a veces deriva en textos planos, sin mayores matices, y en consecuencia poco atractivos para los lectores que no son ‘de nicho’; esto es: que no vienen convencidos de antemano.

Usualmente se asocia la desigualdad de género con ámbitos de pobreza y violencia. ¿A qué otros contextos debería voltear su mirada el periodismo que desea informar sobre la desigualdad de género?

En primer lugar, creo que la desigualdad de género es, intrínsecamente, una manifestación social violenta. Aclarado eso, me parece que no hay discusión respecto de la transversalidad de este problema: hay desigualdad de género en todos los estratos sociales. Si se cuentan más historias –sobre todo las vinculadas a la violencia física– relacionadas con las clases sociales más bajas es porque las clases medias y altas ponen más reservas a la hora de contar sus vidas. Tal vez por eso, porque las clases medias y altas esconden mejor sus fisuras, me resulte más atractivo y revelador leer historias que sucedan en esos universos aparentemente más tranquilos.

¿Cuáles son los principales errores del periodismo al contar historias sobre desigualdad de género? ¿En qué estereotipos se suele caer?

Creo que el mayor error es el de exceso de corrección política. Muchas veces se construyen arquetipos –historias donde las víctimas y los villanos son figuras clásicas y libres de matices– y con esa construcción, sin buscarlo, se dinamita la potencia de una historia. Si la historia es buena, no hace falta galvanizar a sus protagonistas: hay que apostar al matiz y a la porosidad de los personajes, y también hay que confiar en la inteligencia de los lectores, que pueden sacar conclusiones sin que les pongamos subrayados que digan qué pensar, cuánto emocionarse y a quién aborrecer cuando se lee una historia.

La consulta de menos expertas mujeres en comparación a hombres y la ausencia de mujeres en altos cargos periodísticos son algunas de las formas en las que se refleja la desigualdad de género en la forma de ejercer el periodismo. ¿Qué otros ejemplos puede dar de situaciones similares y cómo esto impacta las narrativas en temas susceptibles a enfoques de género?

La desigualdad de género en el periodismo está llena de detalles. Si los juntáramos a todos podríamos armar un mosaico hermoso y terrible de escenas que enfurecen o dan risa, según el día. Pero no creo que ninguno de estos detalles que hacen al oficio sea lo que impacta en las narrativas con enfoques de género: lo que impacta es la realidad más amplia. La vida. El día a día. La infinita cadena de episodios en los que debemos mostrar probidad con un énfasis que se vuelve irritante. Cuando la vida cambie, cambiarán las narrativas.

¿Cómo narrar estos temas de desigualdad de género sin caer en el activismo? ¿O cree que, cuando se trata de estos temas, es válido ser activista desde el periodismo?

No creo en el periodismo militante, por más que sea militante de causas muy nobles. El activismo busca convencer. El periodismo busca mostrar.

¿Por qué cree que una iniciativa como la Beca Oxfam FNPI puede colaborar a una mejor cobertura de temas de desigualdad de género en la región?

Porque pone en circulación material periodístico valioso que muchas veces, dado el aluvión informativo en el que estamos metidos, pasa injustamente desapercibido. Y porque esa visibilidad del material de calidad funciona a su vez como un incentivo para la producción de futuros trabajos por parte de buena parte de la comunidad periodística.  Los concursos sirven para trazar objetivos, establecer nortes temáticos y establecer plazos de trabajo que de otra manera –sin esta clase de estímulos- se eternizan y se diluyen con el paso del tiempo.

Sobre la Beca Oxfam FNPI de periodismo sobre desigualdad de género 2019

La FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y Oxfam, con el propósito de promover la producción periodística en América Latina y España, convocan por tercera vez consecutiva a la Beca Oxfam FNPI sobre desigualdad de género. Una oportunidad que permite a periodistas de la región iberoamericana que publiquen en español dar a conocer sus trabajos, así como incentivarlos a continuar interesándose en temas de desigualdad, que son un eje fundamental de ambas instituciones.

En esta tercera edición, la Beca Oxfam FNPI premiará un reportaje escrito o crónica que retrate la desigualdad con 5000 dólares para apoyar el proceso de reportería, edición y publicación de un nuevo reportaje. La convocatoria está abierta hasta el 31 de mayo.

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