Consulta: En Ecuador los periodistas estamos reportando escenarios de violencia nunca antes vistos en el país. Cuando se trata de la crisis carcelaria, suele suceder que los cabecillas de las bandas envían videos desde dentro de las prisiones. Estas grabaciones se vuelven virales y, a pesar de las consultas que realizamos a la fuente oficial, no hay pronunciamientos gubernamentales. Este 25 de julio, un cabecilla de una banda criminal emitió un video desde la prisión anunciando un “acuerdo de paz”. ¿Cuál es el límite entre informar un hecho que es relevante en una crisis de seguridad y contribuir a difundir información emitida por un grupo criminal? Yalilé Loaiza, Ecuador
Responde Yolanda Ruiz
La pregunta trae implícitas varias reflexiones: una sobre el origen y veracidad de la información, otra sobre la validez de los grupos criminales como fuentes de información y también los límites a la hora de informar sobre violencia. Para atender a la primera vale recordar que toda información debe ser siempre sometida a un proceso de verificación. No se trata de publicar todo video que aparece en redes sociales, pero tampoco despreciar contenidos que pueden venir de fuentes directas con acceso a hechos que pueden ser de interés para los ciudadanos: La clave entonces es confirmar el origen idóneo y la veracidad misma de la información. Los criminales han sido y pueden ser fuentes válidas de información dependiendo siempre del contexto y de lo que se diga. Una cosa es publicar un panfleto con amenazas con lo cual se ayuda a difundir el terror, otra cosa que se informe sobre un eventual acuerdo de paz si tenemos la certeza sobre la información. En cualquier caso el análisis ético de la noticia, su confirmación antes de publicar y las líneas editoriales que se tengan sobre cómo manejar la violencia, pueden ayudar a tomar la mejor decisión en la calentura de los hechos.
No sobra un breve comentario sobre los hechos de violencia que cada día quedan más en video por las nuevas tecnologías. La ética nos invita siempre a analizar si se requiere publicar un video violento como parte del contexto de los hechos, si hacerlo vulnera derechos de alguna víctima, si hay o no un irrespeto a la dignidad humana. Cada caso amerita reflexión, pero no hay una respuesta definitiva que diga si es bueno o malo en sí mismo publicar videos de hechos violentos. A lo largo de la historia es claro que imágenes duras y contundentes han puesto en evidencia la dimensión de un problema que costaba entender. Basta recordar la famosa fotografía de la niña desnuda que huye de un ataque con napalm que se convirtió en símbolo de la guerra de Vietnam. En otros casos, sin embargo, el uso y abuso reiterado de la violencia como elemento para atraer rating o clics riñe con la ética del buen periodismo porque se pueden vulnerar derechos de las víctimas o ayudar a propagar el terror. Por eso evaluar en contexto es la mejor herramienta ética.
Para quienes quieran ampliar el tema recomiendo una respuesta del Consultorio del año 2015 sobre la publicación en primera página de una imagen suministrada por un grupo terrorista, en el cual se recordaba: “Las imágenes de violencia producen efectos que no son uniformes: o son estímulos para la conciencia, o excitan la curiosidad morbosa (...) En cualquier caso lo ético es ser consciente del poder de una imagen como esta y prever los daños posibles que se seguirán de su divulgación, con la clara conciencia de que el daño que se haga nunca será reparado totalmente y de que el bien logrado dará una legítima satisfacción profesional.”
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El Consultorio Ético de la Fundación Gabo es un espacio en línea que desde el 2000 ha brindado orientación a periodistas, reporteros, editores, profesores y estudiantes de periodismo de Iberoamérica sobre los dilemas éticos que día a día se presentan en el ejercicio periodístico. Este servicio ha sido posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina.
Las responsables del Consultorio Ético son Yolanda Ruiz, primera mujer en dirigir los servicios informativos en las dos cadenas más importantes de Colombia: Caracol y RCN Radio, y Mónica González, ganadora en 2019 del Premio Nacional de Periodismo de Chile y miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo.
Cada semana, Ruiz publica una nueva respuesta a las consultas enviadas por la comunidad periodística de Iberoamérica, mientras que González publica un artículo mensual a partir de las consultas recibidas en ese período y a partir de allí ofrece un análisis sobre las preocupaciones y dilemas éticos que enfrenta la región.
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