Algunos periodistas que inician un "negocio" propio creando un medio de comunicación, a veces se enfrentan a la disyuntiva de privilegiar la información o la publicidad / propaganda en sus contenidos. ¿Es compatible el rol de un periodista con el de dueño / administrador de un medio?
Respuesta:
Excepcionalmente las dos actividades, gerencia y periodismo, se concentran en la misma persona.
Usualmente son tareas que desempeñan personas distintas por el peligro de que los intereses que las guían interfieran entre sí. El periodista necesita, para su trabajo, una total independencia por cuanto cualquier interés – el de privilegiar con su información a alguien, o el de combatirlo, por ejemplo,- rompe el equilibrio necesario para acceder a la realidad de los hechos o de las personas.
A esta dificultad en el proceso de conocimiento de la realidad, se agrega otra: la pérdida de credibilidad o, por lo menos, su deterioro. Quien recibe información, para aceptarla debe estar seguro de quien informa. Esa confianza se llama credibilidad y es una condición indispensable para creerle a alguien. Por el contrario, si el receptor de la información tiene dudas sobre la independencia del periodista que le informa, estará predispuesto a rechazar la información porque no puede creer en un periodista que recibe dinero o beneficios de sus fuentes o de quienes son objeto de la información.
Esta relación entre la independencia del periodista y su credibilidad es la que aconseja la separación entre gerencia y redacción en un medio, e impone unas normas para que, ante los ojos del receptor de la información, esos intereses no aparezcan mezclados. Más aún: el receptor debe percibir que lo comercial está subordinado a lo periodístico. Cuando esa es su percepción, le cree al periodista y a su medio. Pero si le quedan dudas, periodista y medio pierden. ¿Para qué informar si la gente no le cree al periodista ni a su medio? El asunto no es informar, sino informar y que te crean.
Documentación
Se prohíbe recibir cualquier ventaja en razón de la publicación o supresión de una información.
No confundir el oficio de periodista con el de publicista o propagandista, no aceptar ninguna consigna directa o indirecta de los anunciantes.
Rechazar toda presión y no aceptar ninguna directiva para la redacción sino de los responsables de la redacción.
Declaración de los deberes y derechos de los periodistas de la Unión Europea. A 9,10,11.
Los periódicos no deben someterse a presiones exteriores sean de los gobiernos, partidos políticos, intereses comerciales o individuos.
Código de la Federación Internacional de directores de periódicos (FIEJ) A. 11.
La responsabilidad de la prensa ante el público impone que las publicaciones de la redacción no sean influidas por intereses privados o comerciales de terceros. Los editores y los redactores deben rechazar esos intentos y procurar hacer una clara distinción entre los textos de la redacción y las publicaciones que tienen fines propagandísticos.
Código profesional del periodista alemán, A 6.
Propiedad: esto significa que el periodista nunca debería permitir a personas de afuera influir en el contenido y presentación de noticias en ningún sentido.
Acuerdo de la unión de periodistas de Austria. A 2.
El periodista debe cuidar su independencia y dedicarse a una práctica desinteresada; no deberá aceptar dinero ni ventajas personales o morales por publicar lo que estima que no se debe publicar o silenciar lo que crea que se debe publicar.
Grandes principios de la deontología periodística en Bélgica. A 38
Todo periodista, a fin de salvaguardar su integridad e independencia, debe mantener su dignidad no dejándose sobornar bajo ningún aspecto: dinero, beneficios, ventajas, donaciones, dádivas, favores, etc.
Código profesional del periodista español. A 3