Un término que escuché en tono peyorativo durante mi formación universitaria fue la famosa " mermelada." Algunos colegas consideraban positivo exigir paga por publicar una nota de prensa. Y lo justificaban por los malos sueldos. ¿Es esto una justificación? La razón por la que los códigos de ética periodística rechazan " obsequios, favores, privilegios o paga" de las fuentes de información es porque comprometen la independencia del periodista. Un código internacional como el de las Naciones Unidas da una de las razones claves de ese rechazo: porque buscar ventajas personales contradice la dedicación del periodista al bien público.
Otros códigos ven en esas ventajas para el periodista, amenazas a su independencia, imparcialidad y ecuanimidad: la Federación Latinoamericana de Prensa (FELAP) menciona las gratificaciones como una forma disimulada de soborno, cuando proceden de las fuentes. La Associated Press (AP) enumera obsequios, viajes, agasajos, alojamientos gratuitos, privilegios y tratamiento especial para los periodistas, como riesgos para la independencia.
Otros códigos condenan cualquier relación con la publicidad, especialmente la práctica de vender publicidad. Con Chile, los venezolanos ven un peligro en los premios de periodismo cuando no son entregados por jurados profesionales o agremiaciones periodísticas.
Documentación.
Así como los medios deben ordenar sus finanzas para mantener su independencia, cada periodista debe organizar su economía personal y familiar de modo que no corra peligro su libertad.
Los periodistas de Formosa dan una clave en su código de ética: " la austeridad de vida es una fuente de independencia para el periodista" advierten. Y de hecho, la mayoría de los códigos coinciden en esta recomendación cuando rechazan las dádivas, los honorarios que no procedan de la empresa de comunicación en que se trabaja, los honores otorgados por entidades o personas que eventualmente podrían ser fuente de información, las ventajas privadas para el periodista, las invitaciones, viajes y obsequios. Todos estos códigos trazan un perfil austero del periodista y lo colocan por encima de la preocupación por el lucro y la riqueza, porque solo así pueden ser independientes.
La empresa periodística tiene la responsabilidad de mantener un nivel decoroso en las remuneraciones de sus periodistas con el fin de garantizar su independencia. Su salario debe permitirle al periodista dedicarse por entero al ejercicio profesional, sin necesidad de acudir a otras fuentes de ingreso. Resulta vedada, en consecuencia, la práctica de imponer a los periodistas la venta de publicidad para que obtengan así parte de su ingreso. Esta gestión limita la independencia profesional y expone a contraer compromisos que le impedirían informar libremente.
A tal punto es fundamental que la autonomía económica le garantice al periodista su independencia profesional, que si llegara a darse el caso de que el ejercicio profesional no proporcionara al periodista un ingreso suficiente y decoroso, este debería abandonar el periodismo como profesión, antes que exponer su servicio público a una dependencia que sea restrictiva de su libertad.
Herrán y Restrepo.
Etica para Periodistas. Tercer Mundo. Bogotá. 2001.