¿Cuál debe ser el comportamiento periodístico en época electoral? ¿Es válido que el periodista muestre su simpatía con determinado partido o candidato y lo favorezca con informaciones? ¿Cómo evitar la confusión entre la propaganda política y la auténtica información? ¿Cuál sería el mejor modelo de cobertura periodística de elecciones?
El mejor modelo es el que les da elementos informativos a todos los ciudadanos, para hacer una elección inteligente. Esto significa que la información deberá estar distanciada de todo propósito propagandístico o de partido.
Cuando se hace información a favor de alguien es inevitable caer en la propaganda, que es la deformación intencionada de la información imparcial. Hacer propaganda es tener ojos solamente para el producto que se quiere vender - sea objeto, institución, idea o candidato #¿NOMBRE? es negarse a ver todo lo que no sea el candidato o su partido.
Esto contradice la esencia de la actividad del periodista, que quiere abarcar, no una parte, sino la totalidad de la realidad y del público. Hay que notar, sin embargo, que estas normas son de obligatoria aplicación en las páginas de información, que son la mayoría en un periódico. En las páginas de opinión y del editorial, los columnistas y el editorialista tienen libertad para expresar sus preferencias electorales, ajustados eso sí a las normas éticas que rigen en las columnas de opinión, como el respeto debido a la verdad de los hechos que sirven de base a la opinión. El lector lo sabe y se beneficia de los aportes interpretativos de los columnistas. Lo que no es aceptable en modo alguno es que se combinen de modo tramposo la información y la opinión para favorecer o atacar a candida
Documentación.
Para que el lector no pueda ser inducido a error de confundir noticias con opinión, y viceversa, los textos que expresan pensamientos, comentarios, juicios de valor, creencias o interpretaciones de los redactores, deben ser presentados gráficamente de modo diferente de las crónicas, gacetillas y referencias a hechos y datos registrados por el periodista.
En los temas en los que haya posiciones contrapuestas, La Nación recogerá en sus páginas todas las disidencias con el fin de ofrecer al lector una cobertura completa del asunto. La opinión propia del diario sobre el tema será tratada en la columna de editoriales."
La Nación de Buenos Aires.
Manual de Estilo y Ética Periodística. Páginas 45 y 47: Principios éticos y de conducta profesional.
El diario The Washington Post está comprometido en la búsqueda intensa, responsable a imparcial de la verdad sin aprensión alguna respecto de cualquier interés particular y sin favoritismos ni privilegios para nadie.
Los redactores y editores del diario se comprometen a enfocar cualquier tarea periodística con la imparcialidad propia de una mentalidad abierta y sin preconceptos....
Nos abstenemos de participar activamente en cualquier causa partidaria -política, asuntos de la comunidad, acción social, manifestaciones- que pudiera comprometer nuestra capacidad para informar y editar imparcialmente...
Tanto los redactores como los editores están comprometidos con la imparcialidad... La imparcialidad es el resultado de unas pocas prácticas simples:
Ninguna crónica es imparcial si omite hechos de gran importancia o significación. La imparcialidad implica el carácter integral de la noticia.
Ninguna crónica es imparcial si incluye basicamente información improcedente a expensas de hechos significativos. La imparcialidad implica que la información sea pertinente.
Ninguna crónica es imparcial si, consciente o inconscientemente, mueve a error o incluso engaña al lector. La imparcialidad implica honestidad, lo que no significa situarse en el mismo nivel del lector sino jugar limpio con él.
Ninguna crónica es imparcial si los redactores ocultan sus prejuicios detrás de ciertos términos sutilmente despectivos como "rehusó," "a pesar de," "silenciosamente," "admitir" y "masivo." La imparcialidad requiere que el estilo franco y directo se anteponga a toda ostentación.
The Washington Post
En Código de Conducta.
Los diarios, aun cuando tienen libertad para tomar partido, deben distinguir claramente entre el comentario, la conjetura y el hecho.
Código de Prácticas de la Prensa Británica.