La empresa decidió, para alcanzar la excelencia, contratar un equipo que revisa a diario el periódico y encuentra errores y los reporta. Cada error nos lo cobrarán, nos obligarán a una sesión de capacitación, bajo la amenaza de despido si hay más errores. ¿Qué de ético tiene esta medida? Recuerde que Nicaragua es un país pobre con un desempleo del 60 por ciento. Hay un deber ético que urgen a la vez los códigos y los Manuales de Redacción: el de la búsqueda de la excelencia en la calidad del producto comunicativo. El anquilosamiento, la rutina, la resignación a los errores y a las limitaciones contradicen ese mandamiento ético de la excelencia personal y profesional.
La comprensión y aceptación de este deber haría innecesarios los mecanismos de presión y de sanciones que sólo deberían aplicarse cuando la insensibilidad ética del periodista lo convierte en un obstáculo riesgoso para la calidad de la información.
Encuestas como la de ASNE (Asociación Nacional de Editores de Periódicos) en 1998 revelan que un medio de comunicación pierde la confianza de sus lectores y, por tanto pone en peligro su circulación, en primer lugar cuando sus periodistas no manejan apropiadamente el idioma, ni las técnicas de redacción.
Las severas exigencias de calidad profesional son necesarias como garantía de la permanencia y solidez de las empresas periodísticas, pero además y sobre todo, porque hacen eficaz la tarea social de los medios. Mirado desde este punto de vista, el periodismo no puede ser tenido como una solución al desempleo es, antes que eso, una respuesta a la desinformación, factor eficaz como pocos, para frenar el desarrollo empresarial y humano de una sociedad.
Documentación.
Los periodistas más éticos del gremio se descubren detrás de las operaciones periodísticas de calidad, grandes y pequeñas. Pero hay muchos periodistas que nunca tienen la oportunidad de aprender y practicar un periodismo ético de calidad porque trabajan para operaciones desaliñadas que cubren la noticia solo superficialmente, que se pliegan a los factores de poder en sus comunidades y que evitan la controversia.
Si, como parece, calidad y ética van de la mano, entonces el periodismo tiene por delante todo un programa de mejoras por cumplir si quiere definirse como una vocación ética... Todas las operaciones periodísticas, excepto las inferiores al promedio, pueden alcanzar una mejor calificación si los líderes del negocio de las noticias exigen prácticas éticas depuradas en primer lugar y se muestran dispuestos a promover un buen diálogo para conseguirlas...
...Lo que se necesita es un conjunto de reglas basadas en un periodismo que sirva al público mediante la búsqueda agresiva y el reportaje apropiado de la noticia, en una aproximación lo más rigurosa posible a la verdad de los eventos y a las condiciones de preocupación de la gente un periodismo que recolecte y procese la información honesta y justamente y muestre compasión por las personas, un periodismo que interprete y explique a conciencia las noticias, de forma que ellas tengan significado para la gente.
Eugene Goodwin.
Por un Periodismo Independiente. Tercer Mundo Editores. 1994. Bogotá, páginas 496 y 497.