¿Es ético trabajar para la fuente de información, recibir paga y de paso informar mal a la opinión pública? Los principios contenidos en los códigos de ética dan lugar a normas severas: con la fuente total independencia, es decir, ni acercamientos personales, ni negocios y, mucho menos, favores, privilegios o regalos.
Las razones expuestas en códigos y manuales de estilo son claras:La cercanía con la fuente compromete la independencia del periodista porque su relación resulta contaminada por el favor y el consiguiente deber de agradecimiento.Aún en el caso hipotético del periodista que mantiene su independencia a pesar del favor o la amistad, la pérdida de credibilidad es inevitable porque, conocida esa relación de dependencia, el público dejará de creer en la independencia del periodista frente a quien le hace favores. No basta ser independiente, hay que parecerlo.Aprovechar el ejercicio profesional para obtener favores de las fuentes: una paga, un nombramiento, privilegios, regalos u honores, es hacerle trampa a la profesión, restarle dignidad y escamotearles a los receptores la garantía de una información libre. Bajo la apariencia de información profesional, se les entrega una información contaminada por los intereses de la fuente y del periodista.
Documentación.
El periodista es "una especie de hombre de confianza a la cacería de la vanidad de la gente, de su ignorancia o de su soledad, para ganar su confianza y traicionarla sin escrúpulos" fue la forma cruda como Janet Malcom describió la peculiar relación entre periodistas y fuentes.
Esta despiadada visión provocó reacciones que revelaron lo que el periodista de hoy piensa sobre esa relación. "El único control de la fuente sobre el periodista es decirle �NO! desde el comienzo. Si usted no quiere que se escriba sobre usted o sobre sus datos, diga no! y el periodista se irá. La obligación de un periodista es hacia su percepción de la verdad y esto es lo que ofrecerá al lector" afirmó Joe Mc Giniss.
Ken Auletta, columnista del Daily News, precisó: "en el periodismo la lealtad es hacia la verdad, no necesariamente respecto de la fuente." La escritora Nora Ephron a su vez escribió: "el mundo está lleno de gentes que no saben que sus periodistas no son sus amigos". Según ella "si usted es periodista debe estar dispuesto a olvidar la fuente con tal de encontrar su verdad". Coincidió con ella Anthony Lukas, un respetable ganador de dos premios Pulitzer de periodismo: "El periodista nunca tiene la despreciable idea de colaborar con la fuente lo que el periodista siempre quiere es escribir su historia".
Herrán y Restrepo.
ética para Periodistas. Norma, cuarta edición. Bogotá, 2005. Página 262, 263