¿Qué es la linea editorial de un medio de comunicación? ¿Qué se debe tomar en cuenta para fijar una linea editorial? La línea editorial raras veces se encuentra en un texto que una junta aprueba y que se conserva en alguna caja fuerte como la fórmula secreta de algún producto. Se llama línea editorial de un medio, la orientación permanente de sus publicaciones: intencionalidad de sus editoriales, selección de sus columnistas, personajes que se entrevistan o que se silencian, hechos que se destacan o que se omiten, enfoque habitual de las noticias. Para descubrir esa línea editorial, como para conocer el carácter de una persona, es necesario un seguimiento crítico de sus ediciones o emisiones y de sus reacciones frente a los hechos. Si se trata de adoptar una línea editorial, los responsables del medio de comunicación deberán responderse sobre su intencionalidad: ¿quieren un medio dedicado al deporte? ¿A las noticias? ¿Al entretenimiento? ¿A la cultura? ¿a la política? ¿A la economía? ¿A la religión? ¿A la farándula?
Definido el objetivo central y preferente, deberá resolverse el de los medios para obtener y presentar los materiales. Es lo que suelen presentar los medios en sus manuales de estilo que son la expresión de la línea editorial del medio.
Desde el unto de vista ético la definición editorial de un medio resuelve de antemano los dilemas éticos que genera una agenda difusa o indefinida. Una agenda definida es una toma de posición, implica una decisión ética y unas reglas de juego claras, susceptibles de acuerdos o desacuerdos, de examen y de discusión.
Documentación.
La evolución de los libros de estilo los ha convertido en textos constitucionales de los medios. En ellos ya no se recogen solo las normas de estilo sino también los criterios deontológicos internos, o la identidad ideológica del medio. Configurados así no son solo un instrumentos de trabajo imprescindible para los profesionales, sino que constituyen una expresión de la voluntad autorreguladora de la empresa y un reflejo de su línea editorial, permitiendo además al público un mejor conocimiento de sus medios.La evolución reciente de los libros de estilo los ha configurado como algo completamente distinto del repertorio de normas lingü ísticas que fueron al comienzo. Hoy pueden abarcar criterios lingü ísticos, deontológicos e ideológicos del medio. Cuando aparecen los tres, estamos ante algo tan diferente de lo que fueron los primeros libros de estilo que se ha preferido hablar de libros de estilo de segunda generación, destacando así el alcance de su transformación.
Hugo Aznar.
Comunicación Responsable. Ariel Comunicación. Barcelona 1999. Página 96.