¿Cómo cubrir periodísticamente las actividades del sindicato de su propia empresa? Se justifica ignorar los hechos noticiosos de ese sindicato argumentando el conflicto de intereses? R.-Cuando el periodista detecta un conflicto de intereses en el cubrimiento de una información, suele optar:
a.- Por hacer él el cubrimiento, previa advertencia a los receptores sobre esta circunstancia con fórmulas como: “este periódico advierte que tiene intereses en la compañía de seguros, a que se refiere esta nota”, por ejemplo. O “el autor de esta información advierte que tiene tales o cuales intereses…” Es una muestra de sinceridad del periodista y de respeto para con el lector, a la vez que advertencia para que se lea con cuidado. Esta conducta deja una positiva sensación de transparencia informativa que se acentúa cuando se comprueba que el tratamiento de la noticia no obedece a esos intereses y que, en cambio, se le entregan al lector todos los datos necesarios para un juicio sobre el tema.
b.- Otros periodistas prefieren no hacer el cubrimiento de la noticia. En este caso se le entrega el cubrimiento de la nota a otro redactor cuya credibilidad no esté en duda. La independencia de este redactor frente al tema previene cualquier clase de sospechas y le garantiza al receptor una información no contaminada por interés alguno.
Como se ve, hay dos elementos que definen el comportamiento ético del periodista en estos casos: 1.- la defensa de la credibilidad del medio y del periodista, bajo la convicción de que no basta que la información sea verdadera, además debe ser creíble. 2.- Todo hecho debe ser informado de modo que el periodista y el medio estén por encima de toda sospecha.
Documentación
Los periodistas que parecen tener conflictos de interés pierden credibilidad y cada pérdida de credibilidad en el fondo común de la organización es una amenaza para la supervivencia de la propia organización.
Los periodistas son blanco de favores, si no es que de sobornos directos. Cuando un solo reportero acepta un favor, el problema es generalmente obvio. Cuando la organización aceptó viajes gratis o subsidiados para sus reporteros y editores el problema es el mismo tiempo. Sí los viajes contribuyen a que los periodistas se encuentran con las fuentes y cubren su actuación ¿quién pierde si no van?
Los favores y reclamos pueden llegar a influenciar tanto, que amenazan la imagen del reportero sobre la realidad. La amenaza se va deslizando en forma casi imperceptible. Un reportero explica cómo sucede: “ generalmente intercambiamos cortesías con los funcionarios que hacen cumplir la ley. Por ejemplo nosotros no nos fijamos si queda media docena de botellas de whisky que no se destruyen después de una redada, y el policía de guardia no se fija que el auto del reportero estuvo estacionado demasiado tiempo en lugar prohibido”.
Un insidioso conflicto de intereses surge cuando el reportero se acerca tanto a las fuentes de su especialidad que empieza a pensar y sentir lo mismo que ellas. Está atrapado por los intereses de las fuentes. Pierde su independencia y se hace vulnerable a la manipulación, por lo que en realidad se transforma en el brazo comunicador de sus fuentes. Los reporteros quizás recuerden que las fuentes siempre lo serán, aún cuando ellos rechacen los favores que estas ofrecen. Su interés sigue siendo tener acceso al público.
Rivers y Mathews: La ética en los medios de comunicación. Gernika,Méjico. 1998. P.155, 156
Consultorio Ético de la Fundación Gabo
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