¿Cuándo se justifica publicar información que haya sido filtrada?
21 de Julio de 2016

¿Cuándo se justifica publicar información que haya sido filtrada?

Foto: Pixabay.com

¿Cuándo se justifica publicar información que haya sido filtrada?

Respuesta:  La información filtrada plantea problemas y deberes similares a los que resultan de la presencia de rumores y chismes en la mesa del periodista: ¿creer o no creer esas informaciones? ¿Si es fuente anónima, es alguien que tira la piedra y esconde la mano? Si es fuente con nombre y con rostro: ¿cuál es su propósito? ¿Qué tan bien informada está esa fuente? ¿De qué condicionamientos adolece su conocimiento? Puesto que un deber periodístico es el de la duda y el de hacerse preguntas siempre, en el caso de estas informaciones el deber se acentúa y se vuelve más exigente en aspectos como la comprobación con otras fuentes. Esta averiguación no basta, sin embargo. Ha de investigarse, además de la información filtrada, a la propia fuente: cuáles son sus intereses, cuáles sus relaciones con el hecho noticioso o con los protagonistas de la noticia. Y como en toda información, en ésta es particularmente necesario prever las consecuencias que se seguirán de la publicación. Las razones de todos estos cuidados, que pueden parecer excesivos, son parecidas a las que se aplican en la selección y manejo de los alimentos que se van a servir en la mesa. Por ningún motivo han de ser tóxicos, además han de ser sanos y provechosos. La información es alimento para la conciencia de los receptores: no solo ha de ser verdadera, además debe producir energías positivas y creadoras. Para las personas y para el cuerpo social las informaciones son tan necesarias como el agua, la luz o el aire para el cuerpo humano. Concurren, por tanto, en la tarea de selección y procesamiento de las informaciones, las virtudes de la profesión: compromiso con la verdad, independencia y un profundo sentido de responsabilidad, Todas se activan cuando a la redacción llega la noticia filtrada como reto al que se debe responder con severidad en defensa del receptor de informaciones.

Documentación

Habrá que hacer historias de vida, historia de las trayectorias profesionales y grupos de discusión donde los periodistas no pertenezcan a la misma empresa mediática para que puedan debatir y para que sea posible que emerja algo de verdad sobre lo que viven y para que no se sigan autoengañando. El autoengaño del país tiene mucho que ver con el autoengaño de los periodistas. ¿Cómo se ven los periodistas en la construcción de las agendas y explorando las agendas de la gente? Sobre esto quiero aportar tres preguntas. ¿De qué está hecho el presente de los medios? Entre el 18% y el 28% es información internacional, dato que pongo en duda. La información internacional no es ni el 5% y además, en su inmensa mayoría, es una información autista; el país sigue hablando de sí mismo a través de la información internacional en lugar de lo que debía hacer, que es todo lo contrario; pensarnos en el mundo, mirar nuestro conflicto en la trama de los conflictos del mundo, sabemos leer como actores y no solo víctimas de lo que nos pasa. Los medios colombianos tienen una de las informaciones internacionales más pobres del mundo y si no estamos en el mundo, ¿cómo entender el presente? Segunda pregunta: ¿de qué guardan memoria los medios? Porque sin relatos, ¿puede tener memoria el país? ¿Cómo se teje y guarda su historia? ¿Y sin memoria, se puede salir del autismo del presente? ¿Se puede construir futuro? Esto da piso a la tercera pregunta: que es la que no aparece en la agenda de los medios y eso que agenda significa justamente un marcador de futuro, esto es donde anotamos lo que hay que hacer. ¿Qué horizonte de futuro construyen los medios? ¿Qué horizontes de futuro elaboran? ¿De qué ingredientes está hecho el futuro de este país en la agenda de los medios? Jesús Martín Barbero: intervención en el foro ¿Qué es noticia? Agendas, periodistas y ciudadanos de la Universidad Javeriana y la Fundación Konrad Adenauer. Bogotá, 2004.

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