Numerosas voces de protesta se alzaron tras conocerse de la detención en Londres de Julian Assange, el fundador de Wikileaks asilado desde hacía siete años en la embajada de Ecuador.
“Todos los periodistas del mundo deberían pronunciarse en nombre de Julian Assange”, invitó Glenn Greenwald, editor de The Intercept. Al mismo tiempo, el informante fugitivo Edward Snowden afirmó que el arresto de Assange significaba “un oscuro día para la libertad de prensa”.
Hasta ahí, nada nuevo. Sin embargo, las profesoras de periodismo Kathy Kiely y Laurel Leff publicaron en The Conversation un interesante artículo escrito a cuatro manos donde advierten sobre lo inconveniente que puede ser el considerar a Assange como periodista.
De acuerdo a los argumentos expuestos por las profesoras de las universidades de Columbia y Northwestern, el comportamiento de Assange lo acerca más al de los delincuentes informáticos por los métodos ilegales con los que Wikileaks ha accedido a información clasificada.
“Otorgarle el estatus de periodista a Assange es más que problemático: es probable que atraiga más ataques a la libertad de prensa”, afirman Kiely y Leff, añadiendo que “los periodistas deberán ayudar a su audiencia a comprender y apreciar los estándares profesionales y éticos que distinguen a los reporteros reales de los simples informantes”.
Adicionalmente, lo aleja de las buenas prácticas periodísticas por la manera en que Wikileaks ha dado a conocer información que pone en riesgo las vidas de las personas involucradas, como en los e-mails de trabajadores de la campaña de Hillary Clinton en 2016, donde era posible ver sus números telefónicos y direcciones de residencia.
En opinión del maestro Javier Darío Restrepo en una de sus respuestas de nuestro Consultorio Ético respecto a Wikileaks, “deja de ser ético todo lo que viola los derechos de las personas o de la sociedad, en esta relación del periodista con los secretos. Es ético, en cambio lo que preserva esos derechos de los abusos de quienes ejercen el poder”.
¿Puede considerarse a Julian Assange como periodista? ¿Por qué puede ser perjudicial para el periodismo calificar su arresto como un ataque a la libertad de prensa? ¿Qué diferencia a Assange de los periodistas entonces? ¿Traspasan los límites éticos los periodistas que utilizan métodos delictivos para acceder a información clasificada?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
El dilema de considerar a Julian Assange como periodista
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