En un trabajo periodístico sobre cuestiones sociales me quedé atrapado en este dilema: conocí un negocio que emplea niños a los que pagan la mitad del salario mínimo por un trabajo de 8 horas al día y seis días a la semana. Aunque eso está prohibido por la ley, el negocio prospera. Al entrevistar al dueño, aceptó que eso era así y me dijo: usted no tiene todos los datos. La única comida que estos niños reciben en el día es la que yo les doy: desayunan y almuerzan por mi cuenta, y el salario que les pago es el único ingreso en el 60% de esas familias. Todo eso se pondrá en peligro si llegan las autoridades después de que usted publique esta historia. Escoja. Ese es mi dilema. R.- El caso pone en evidencia estos hechos:
1. Que toda comunicación tiene efectos y que, por consiguiente, es de un profesional responsable preguntar sobre los efectos posibles de su acción, para evitar, hasta donde sea posible los malos, y asegurar los buenos. Será un mal efecto el que prevé el empresario, pero también lo es que una injusticia exitosa como la suya, continúe impune e indefinidamente con el apoyo indirecto del medio de comunicación que calla, o del que informa superficialmente y para el olvido.
2. Es responsabilidad del periodista controlar esos efectos en beneficio0 de la sociedad a través de los mecanismos a su disposición: la forma de presentación, el lenguaje, los géneros y las frecuencias de emisión.
3. Entre esos efectos están: causar sensación por un momento y olvido después. Crear en la audiencia algo más que sensaciones pasajeras mediante el seguimiento de la historia, propuestas de solución, definición y urgencia de esas propuestas.
En efecto, un periodismo socialmente responsable involucra a la sociedad y a sus líderes en la búsqueda de soluciones a través de una información que, después de dar a conocer el problema, estimule y plantee soluciones. La denuncia aislada, que conmueve y emociona durante una emisión, intensifica las malas consecuencias y deja sin desarrollo las buenas; en cambio, una denuncia planeada y con seguimiento puede ir a la raíz del problema y ser el comienzo de una solución.
Documentación
Las presiones de los medios de comunicación correctamente realizadas pueden también revelarse como muy útiles para la acción humanitaria. Estas permiten informar sobre la existencia de un drama, movilizar a la opinión pública y solicitar la ayuda internacional. Los medios de comunicación pueden determinar unas causas prioritarias al tener una tribuna al servicio de las ONG para defender sus principios y dar a conocer sus acciones y encontrar financiación.
Los medios de comunicación pueden, igualmente jugar un rol crítico en las crisis humanitarias. Las sociedades afectadas por las situaciones de urgencia tienen falta de información y, por tanto, las iniciativas enfocadas a difundir las actividades de socorro juegan un rol importante para ayudar a las víctimas a vencer las situaciones dramáticas.
El mejor servicio que la prensa puede rendir a la causa de los derechos del hombre, es el de ejercer un gran periodismo. En un texto titulado L’ideal, Jean Marie Colombani, director del diario Le Monde, hablaba de las tres exigencias del gran periodismo:
1. El periodismo artesano que es el que dice las verdades modestas, meticulosamente elaboradas, que permiten al lector hacer mejor uso de la razón y ser un mejor actor en la ciudad universal.
2. El periodismo como campo de tensiones, espacio crítico, cuya función es molestar, donde el ciudadano actúa, protesta o aprueba.
3. El periodismo como responsabilidad, que perturba conciencias adormecidas y los consensos cómodos.
Jean Paul Marthoz y Edouard Markiewicz en Medios Periodísticos y Acción humanitaria. Icaria, Barcelona, 2002 p 183, 210, 211.