Cómo hacer una agenda propia puesto que sólo puedo reproducir menos de un minuto de información, no dejar de dar alguna noticia que emite otro medio, sobre todo en una ciudad en donde el cambio de un funcionario todavía es noticia para todo mundo. Ryszard Kapuscinski llamó periodismo de rebaño al que se hace sin criterio propio y de acuerdo con lo que hacen los demás para neutralizar la fuerza y calidades de la competencia. Por eso las ruedas de prensa se convierten en la principal fuente de información, los reporteros se aglomeran en los mismos sitios y alrededor de los mismos personajes y todos reproducen los mismos boletines y comunicados. El resultado es que la información en todos los medios es la misma y que cualquier periódico o noticiero da lo mismo, porque todos son prescindibles.
Desde el punto de vista comercial esto debería alarmar y exigir un análisis y correctivos y desde el punto de vista ético, esta práctica del periodismo uniformado niega los valores básicos de compromiso con la verdad, porque no hay una búsqueda exigente de la verdad desaparece la independencia puesto que predomina la resignación a la mediocridad y a lo que quieran informar las fuentes mientras la responsabilidad para con el lector y con la sociedad se mantiene en sus niveles más bajos: no se les da lo que se debe, sino lo que resulta más fácil.
Una agenda propia significa, desde luego, una búsqueda independiente de temas que respondan al interés de los lectores, o sea temas propios que, cuando aparecen publicados, le dan al medio una personalidad fuerte e identificable. Esa agenda, desde luego, no excluye los temas comunes, pero tratados de manera propia, con fuentes propias y con enfoque original y propio.
Para hacer esto es necesaria una actitud de independencia respecto de la lógica comercial que ordena ofrecer lo que más gusta, y la adopción de una lógica de servicio al lector, que impone entregarle la información que más le sirve. Cuando esto sucede se materializan los principios éticos de la profesión.
Documentación.
Los medios influyen más que en configurar la opinión de la gente sobre los asuntos pendientes, en convencer a todos de que estos son efectivamente los asuntos decisivos. Habrá posiciones encontradas para resolverlos, pero se dará por supuesto que estos son los asuntos que hay que ventilar.
El menú informativo de los medios se establece de una manera harto singular. El primer elemento, a nuestro juicio, es la oferta o aun producción de hechos por los interesados en que el público los conozca el segundo la conversación espontánea de los que se enteran de algo que debiera ser noticia y lo hacen llegar a los medios. A este origen aparentemente anárquico y caprichoso sigue un proceso de selección no menos curioso. Los seleccionadores no ponderan la influencia potencial de los hechos, sino que consideran únicamente su condición técnica de noticia y, en caso de duda, de más noticia que la que quedará sin publicar.
La gente se entera de lo que pasa y desearía participar en nuevos modos de hacer, de vivir, de pensar, que ve en los medios. Pero los medios no dejan de ser simplemente eso, medios, instrumentos. La influencia de los medios en la sociedad parece menos determinante que la influencia de la sociedad en los medios. O, al menos, es una influencia mutua y en conjunto los hechos actúan como factor decisivo, como persuasores intrínsecos. Los medios influyen al persuadir a todos de que esto es lo que hay. De que esta es la agenda.
Lorenzo Gomis.
Teoría del Periodismo. Paidos, Barcelona. 1997. pp 162-164.