¿Cuál es la diferencia entre un periodista digital y otro tradicional? No hay un solo periodismo digital. Los periódicos y otros medios informativos aprovechan lo digital para difundir y hacer seguimiento hora tras hora, a veces minuto a minuto, a los temas publicados en medios impresos o noticieros. Este es un periodismo digital porque usa la tecnología digital, pero mantiene la estructura del periodismo tradicional. El otro periodismo digital, que es el de los blogs, o el que utiliza el correo electrónico para publicar y multiplicar información al instante, en que el periodista es a la vez editor, escritor, fotógrafo, emisor y receptor, es el que tendremos como referente.
Allí la diferencia principal la pone la tecnología que reduce al mínimo la mediación, tanto de máquinas como de administración, mantiene una proximidad entre emisor y receptor en la que se acortan lo espacial y lo temporal, disminuye las dependencias y, por tanto, crea el marco para una información y una expresión independientes.
Sin embargo, la esencia del periodismo tradicional se mantiene como fundamento del periodismo en línea, quizás con mayores apremios, dada la naturaleza de la nueva tecnología. Internet suprime la presión de la sociedad, que cuenta en las decisiones éticas, y sitúa a sus usuarios en una soledad en que solo se da la presión de la conciencia personal. Que si esta no se manifiesta con una voz fuerte, Internet se convierte en el espacio propicio para los deseos no tutelados, o como escribe Gordon Graham "Internet no puede proveer una base adecuada para la vida moral. Conforme los individuos van creando más relaciones con Internet, el mundo en que entran es el de la anarquía moral".
Al contrario, el periodismo tradicional está en el centro de intensas presiones sociales que influyen en su ética.
La otra diferencia es de responsabilidad. En el periodismo tradicional se responde con nombre, apellido y hasta con imagen física, por cada una de las informaciones que el periodista difunde, lo que no se da en Internet. El periodismo tradicional, además, tiene un pacto implícito con sus receptores: digo la verdad y aporto las pruebas y, en reciprocidad, cuento con su confianza. No sucede así en Internet en donde las relaciones transcurren sin rostro, sin nombre, sin pruebas y sin compromiso de credibilidad.
Por último, el periodismo tradicional, ante el reto de Internet, debe afinar sus herramientas de comprobación, de comunicabilidad, de explicación y de interpretación, que son las que no se manejan en Internet, salvo casos de excepción.
Documentación.
En el nuevo mundo conectado de la red tenemos planteados estos retos:
El primero es el de la libertad humana. Las redes proporcionan una comunicación global y libre que se ha hecho esencial en todos los campos. Pero su infraestructura puede ser apropiada privadamente, el acceso puede ser controlado y sus usos pueden ser sesgados o monopolizados por intereses comerciales, ideológicos o políticos. [�]
El segundo reto es el de la exclusión de las redes. Quedarse desconectado equivale a estar sentenciado a la marginalidad. Esta exclusión puede deberse a la falta de una estructura tecnológica, obstáculos económicos o institucionales, la insuficiente capacidad educativa y cultura para utilizar Internet de manera autónoma, la desventaja en la producción del contenido comunicado a través de las redes.[�]
El tercer reto es la integración de la capacidad de procesamiento de la información y de generación de conocimientos en cada uno de nosotros, especialmente en los niños, o sea la adquisición de la capacidad intelectual necesaria para aprender y aprender durante toda la vida.
Manuel Castells.
La Galaxia Internet. Plaza y Janés. Madrid. 2001. P 307.