¿En dónde se puede obtener información sobre la ética de las instituciones privadas? Son de especial interés las consideraciones filosóficas que hace la española Adela Cortina sobre este tema en "Hasta un pueblo de demonios."
El capítulo VII, ética de los ciudadanos, el capítulo VIII, ética de las organizaciones, el capítulo IX, ética de la empresa y el capítulo X, el mundo de las profesiones, servirán para su propósito.
En otro libro, ética Mínima puede consultarse el capítulo VI sobre moral civil en una sociedad democrática y el capítulo VII, Una moral para nuestro tiempo.
Tiene, además, esta autora un libro sobre la Rentabilidad ética de la empresa, en que se desarrollan los temas anteriores.
En parecido sentido se mueve Santiago álvarez de Noa en su libro La empresa humanista y competitiva.
Agregaría el libro de Peter Singer, ética para vivir mejor. En el capítulo VIII, Vivir éticamente, en el capítulo IX Naturaleza de la ética, en el capítulo X Vivir con algún fin y el Capítulo XI la buena vida, contienen reflexiones aplicables al tema.
En el número 13 de la revista Perspectiva, publicada en Colombia, apareció un dossier sobre Responsabilidad Social de la Empresa con artículos de John D. Sullivan, Alexander Shkolnikov y Stephen Young sobre el tema. El acceso a estos textos, sustentados en encuestas y estudios con empresarios privados de Estados Unidos, se puede obtener en www.revistaperspectiva.com.
Documentación.
En todas las disciplinas y profesiones existe una especie de ética privada o particular llamada deontología, que quiere decir lo conveniente, lo apropiado para una profesión determinada. En el caso de la empresa privada, la productividad es uno de los primeros principios deontológicos... y una aproximación a los principios deontológicos de la empresa son aquellos funcionamientos que se le pueden exigir para que exista un auténtico respeto laboral entre sus trabajadores.
Entre dichos principios se encuentra la comunicación, es decir, la capacidad esencialmente humana de escuchar, respetar y fomentar que los demás hablen, de atender sus proposiciones, de intercambiar opiniones con ellos. La autoridad es otro principio deontológico que puede pedírseles a las empresas. La palabra autoridad viene del latin auctoritas, es decir lo que estimula y ayuda a crecer. En este sentido la autoridad que tiene un padre sobre su hijo no es simplemente su vocación de mando ni su capacidad de dar órdenes, sino su aptitud para facilitar y potenciar su desarrollo.
También se encuentra la motivación, es decir la sensación de utilidad del empleado, de sentir la dimensión creativa en su trabajo y de saber que está aportando algo. Para la empresa, la motivación debe propender a la formación de comunidad más que a la potenciación económica de su grupo.
Naturalmente es bueno crear bienes, peo es mejor aun colaborar en la creación de comunidad, en la creación de sociedad armónica. En otras palabras, la responsabilidad social de la empresa significa que esta asume de manera decidida una posición a favor de la educación, al lado de la lucha ya no contra los hechos puntuales que muestran el doloroso rostro de la miseria y de la pobreza, sino también contra sus causas.
Fernando Savater.
La dimensión ética de la empresa. Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 1998.siglohom@openway.com.co o www.fundacionsocial.com.