¿Debo presentarme a un concurso de periodismo financiado por la empresa multinacional Cemex, denunciada por contaminar y enfermar a las poblaciones cercanas a sus operaciones? Los concursos de periodismo patrocinados por empresas, sean privadas u oficiales, plantean problemas reales o potenciales, que los códigos de ética prevén y que los organizadores deben enfrentar.
El más común, similar al que resulta de los contratos de publicidad oficial o privada, es la posibilidad de que el patrocinador o dueño del aviso, pretenda limitar la libertad de información y, en consecuencia, defina de alguna manera la agenda del periódico o del concurso.
Es una práctica sana precisar este punto en las cláusulas del contrato que suscriban el patrocinador o los anunciantes, con el periódico o el concurso. Publicar esas cláusulas es una forma eficaz de conjurar suspicacias.
También se convierte en un conflicto la interpretación posible de la aceptación del patrocinio, como un aval a las actividades del patrocinador. Es común ese entendido cuando se trata de un gobernante o de una institución oficial. Estos aprovechan el presupuesto de publicidad para hacer propaganda a sus proyectos o realizaciones, como un agregado a la información que proporcionan las oficinas de prensa. Los manuales y los códigos preven esta situación y exigen que se proteja al lector de cualquier engaño y se lo notifique con claridad sobre los materiales que son obra de publicistas y el que es información profesional del periódico.
En cuanto a los concursos, estos se suelen presentar sin ambigüedades, como actividad promotora del buen periodismo, no como un aval a las actividades del patrocinador. Así debe aparecer en la publicidad de los concursos con tal claridad que no haya lugar a dudas. El premio Nobel no ha aparecido como una promoción de la dinamita, ni los premios Pulitzer como un estímulo al periodismo sensacionalista. Por el contrario, a manera de ejemplo, una investigación periodística que demuestre que la empresa patrocinadora es contaminadora, o que tal acusación carece de fundamento, sería una excelente candidata al premio, lo mismo que han sido premios Nobel excelentes trabajos y actividades contra la industria de las armas, o premios Pulitzer, trabajos que demuestran la mala calidad del periodismo sensacionalista.
Documentación.
Los periodistas deberán abstenerse de recibir premios o compensaciones en dinero a través de concursos o por decisión de terceras entidades, cuando ello provenga de servicios de instituciones de cualquier naturaleza que los beneficiados deben fiscalizar en el ejercicio de su profesión.
Los periodistas solo podrán optar a premios y galardones asignados exclusivamente en mérito de su competencia y cuando ellos sean discernidos por jurados de carácter estrictamente profesional designados por el Colegio de Periodistas.
Carta de ética Periodística de los periodistas de Chile.. A 18-19
No se deben escribir ni preparar artículos para su publicación con la finalidad primordial de ganar premios o distinciones. Los certámenes periodísticos flagrantemente comerciales u otros que redunden desfavorablemente en el periódico o en la profesión deben ser evitados.
Código de ética de la Asociación de Jefes de Redacción de la Associated Press.
(Los periodistas) podrán recibir premios o remuneración solamente en virtud de sus méritos siempre que sean concedidos por un jurado estrictamente profesional, y que haya sido designado por la Asociación de Periodismo o por organizaciones relacionadas con el periodismo.
Código de ética de los periodistas de Chile. A 12.
La independencia y credibilidad del periodista son indispensables para su ejercicio profesional. En consecuencia, son prácticas contrarias a la ética.
6.- Los estímulos que puedan causar dependencia, como premios de periodismo otorgados por las fuentes.
Código de ética del Círculo de Periodistas de Bogotá, A 7.
El periodista sólo aceptará premios otorgados de acuerdo a las normas establecidas o aprobadas por el Colegio Nacional de Periodistas.
Código de ética del periodista venezolano. A 20.