Cuando un periodista hace crónica roja y debe informar a algún familiar de un muerto ¿debe expresarle condolencias aunque no lo sienta así?
22 de Septiembre de 2016

Cuando un periodista hace crónica roja y debe informar a algún familiar de un muerto ¿debe expresarle condolencias aunque no lo sienta así?

Foto: Pixabay.com

Cuando un periodista hace crónica roja y debe informar a algún familiar de un muerto ¿debe expresarle condolencias aunque no lo sienta así? El periodista se mueve entre dos extremos viciosos: el polo frío de lo racional y distante, que determina informaciones con temperaturas semejantes a las de los datos producidos por una calculadora o el polo ardiente de lo emocional, que aconseja informaciones producidas en el mismo momento de los hechos, cargadas de sentimiento y emoción y desprovistas de comprensión e inteligencia de los hechos.

Entre estos son dos extremos que alejan al periodista de lo real y se acercan a lo imperfecto de lo sujetivo y personal, cruza la linea del periodismo que examina los hechos, los reflexiona y los transmite entendiéndolos y valorándolos en función del bien de la sociedad. Anotaciones dirigidas a las víctimas o a los protagonistas, pueden darse cuando no ocupan el lugar central de la información y se mantienen como elementos subordinados, que le dan calidez y sentido solidario a la información, porque son sinceros y sin fórmulas oportunistas.

El periodista no puede perder su carácter de ser humano, solidario con los demás, sobre todo cuado han llegado a ser víctimas. La del periodismo es una profesión para personas sensibles, capaces de sintonizar espiritualmente, no solo con fuentes que ofrecen información, sino con personas que, en su calidad de víctimas, atestiguan las debilidades o desvíos de la sociedad.

Mirada así la profesión, el periodista de frialdad profesional es una contradicción en los términos porque carece de la actitud esencial de la empatía, o sea la apertura, comprensión e identificación con el Otro.

Documentación.

"El periodista es una persona viva que, viviendo, toma posición. Tiene emociones, siente, y sentir y tener emociones ya es tomar partido. No creo en el periodismo que se llama a sí mismo impasible, tampoco en la objetividad en su sentido formal.

"Lo que se puede entender por imparcialidad es conocimiento de los hechos, entendimiento de las causas que motivan los hechos. Cuando estudias y conoces las fuerzas que están detrás, comprendes las razones que hacen mover a las partes en conflicto. El periodismo es una profesión apasionante, pero si sólo la mueve la emoción, está lejos de cumplir su cometido si a esta aúna el conocimiento, entonces el resultado puede ser realmente importante.

"No puede ser un testigo impasible, debe tener eso que en sicología se llama empatía. Algunos no se sienten vinculados, apasionados, o comprometidos, o les parece que es una vida muy peligrosa. Para llegar a la verdad, esta tiene que ser algo más importante que tu vida, y sólo teniendo esa actitud es posible trabajar en países agitados y peligrosos. Es por eso que el llamado periodismo objetivo, desapasionado, para mí no puede existir en situaciones de conflicto. Lo que quiero decir es que por tratar de ser objetivo en realidad se desinforma".

Ryszard Kapuscinski
Entrevista con Gilberto Meza, en Jornada, México, 1991.

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