¿Qué repercusiones tiene en el manejo de la información la injerencia política? Desde siempre los políticos quisieron manipular los medios de comunicación, asumiendo el carácter de propietarios o de activistas en los medioso a través de periodistas dóciles, convertidos en testaferros de gobernantes, candidatos o profesionales de la política.
Cuando cualquiera de estos mecanismos se pone en marcha, ocurren estas repercusiones:
1. Se le niega a la población un derecho fundamental, que es la base de los otros derechos, el de recibir una información independiente.
2. La población comienza a ser manipulada por quienes controlan la información y la degeneran en propaganda para su propio beneficio. Así sucedía en el ágora ateniense y por eso, para preservar el derecho del ateniense común a no ser engañado, existía un defensor del ciudadano común, encargado de denunciar y controvertir las mentiras de los políticos y gobernantes.
3. La profesión del periodista pierde dignidad y credibilidad. El periodista que actúa como vocero de gobiernos y políticos, pierde su dignidad, salvo que haga de su cargo una instancia crítica al servicio de la población, antes que de los poderosos que le pagan. Y puesto que la credibilidad se construye sobre una sólida base de independencia, mal se le puede creer a quien entra a depender económica y profesionalmente de políticos, gobernantes o poderosos.
4. El producto periodístico, contaminado de propaganda y de intereses de los poderosos, será necesariamente malo y prescindible.
Documentación
Naturalmente que entre la época de Franco y la democracia hay una diferencia fundamental, ahora tenemos libertad de expresión, pero fuera de eso, las relaciones entre los periódicos y los gobiernos son siempre malas. Independientemente de quien esté en el gobierno y quién esté en el periódico. Esto no me sorprendió: yo sabía que los gobiernos y los poderes públicos tratan de presionar la libertad de prensa, sabía que con los amigos en el poder iba a sufrir tanto como cuando estaban los enemigos. Creo que fueron los políticos los que se sorprendieron cuando nos vieron actuar como sus enemigos.
Juan Luís Cebrián.
Germán Gamonal, escuchado comentarista político radial chileno dice que las relaciones entre periodistas y políticos, deben ser como la que recomendaría un hombre de campo ladino:" ni muy afuera que te hieles ni muy adentro que te quemes."
¿Puede el periodista ser amigo de un político? Gamonal ha marcado la cancha: ni muy lejos, ni muy cerca. Creo que es cuestión de personalidades y de criterios. Lo más importante, pienso, es que no se trate de relaciones perversas, como bien lo definió el ministro del interior chileno, Carlos Figueroa, hombre cercano a los medios de comunicación porque durante la dictadura hizo posible que Radio Cooperativa, disidente, se mantuviera en el aire. Y él se refería a cuando uno busca aprovecharse del otro, para su conveniencia.
Hablando de la generalidad, el periodista y el político son incompatibles, porque por principio, tratarán de manipular a los medios o de utilizarlos al servicio de su causa. La amistad personal no viene al caso. Ellos no entienden que sus amigos lo critiquen, o que pongan en tela de juicio las acciones del gobierno.
Hernán Millas
En Relaciones entre medios de comunicación y políticos.
Contribuciones, Fundación Adenauer. Buenos Aires. No2 1996