¿Es legal y ético difundir imágenes que puedan poner en riesgo un proceso judicial en curso?
22 de Septiembre de 2016

¿Es legal y ético difundir imágenes que puedan poner en riesgo un proceso judicial en curso?

Foto: Pixabay.com

Un diputado obtuvo una cinta del linchamiento de tres policías, que estaba bajo custodia, y la ofreció a los medios ¿Es legal y ético difundir esas imágenes así obtenidas y que pueden poner en riesgo el proceso judicial en curso? La difusión de una información debe obedecer a criterios de veracidad, en primer lugar. Pero no solo se debe consultar ese criterio porque hay noticias verdaderas que, sin embargo, no se deben difundir:Por razones legales que protegen la seguridad pública. Es el caso de las informaciones que tienen que ver con asuntos militares, o de la economía, o de la política de relaciones exteriores de un país. Son áreas en las que se produce información reservada, cuya publicación provocaría daños a la comunidad nacional.Por razones de justicia que tutelan el derecho de las personas a un juicio justo y no presionado por las informaciones de la prensa.Por razones de respeto a la intimidad o a la dignidad de las personasO porque fueron obtenidas de modo ilegal, caso en el que el medio puede ser procesado por la justicia. Además, el origen ilegal de una información puede restarle validez aunque su veracidad sea incuestionable.Los códigos de ética condenan sin reticencias las informaciones obtenidas por medios deshonestos, porque contradicen la norma de que el periodista siempre juega limpio.

Los trucos para obtener información producen a corto plazo, buenos resultados en materia de circulación o sintonía pero a mediano y largo plazo la fama del medio y del periodista a quienes se sindica de tramposos, acaba por ser un peso demasiado oneroso.

Documentación.

La encuesta de Gallup ofrece probablemente una buena lectura de los que sienten los periodistas norteamericanos respecto de algunos métodos investigativos: Díganos si usted aprueba o desaprueba estas técnicas: uso de cámaras o micrófonos ocultos que los reporteros no se identifiquen como tales divulgar la noticia con citas de fuentes no identificadas pagar a los informantes por sus testimonios o información.

El porcentaje más alto de aprobación se dio al uso de fuentes no identificadas: 42% dijo aprobar y rechazada por el 53%. El uso de cámaras y micrófonos ocultos, fue aprobado por un 38% y rechazado por un 58% pagar a informantes fue aprobado por un 36% y reprobado por un 56%. El porcentaje más bajo de aprobación se dio a la falsa identificación del periodista. Una técnica que únicamente aprobó un 32% y desaprobó el 65%.

Es difícil entender por qué la mayoría de los códigos de ética periodística le prestan tan poca atención a estos métodos. Alguno no son solo cuestionables sino abiertamente antiéticos. No se califica la ética de una pieza periodística considerando los resultados finales tan solo, se deben estimar también los métodos de obtención y producción. Para mí escarbar en la caneca de basura de una persona solo se podría justificar en el caso de que la información buscada fuera una amenaza para la supervivencia de una ciudad. Y lo mismo en relación con el fisgoneo electrónico, el robo o allanamiento simple para conseguir una noticia. Las implicaciones éticas de algunos de los otros métodos discutidos, el periodismo de chequera, las entrevistas emboscadas, el afán de primicias, el periodismo de rebaño y las grabaciones subrepticias, son ,menos claras. Pero su uso puede presentar problemas éticos que los periodistas no consideran suficientemente hace falta que se comenten y se hable más de ellos. Los patrones éticos de la recolección de información dependen mucho de cómo es usted, de dónde trabaja y para quién.

Eugene Goodwin.
Por en periodismo independientes. Tercer Mundo. Bogot�ç a, 1992. P 267 y 288.

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