La dirigencia política censura mi medio con la pauta publicitaria, algo muy común en mi país. Mi dilema es cómo mostrar que somos independientes y no perjudicar a la empresa.
Respuesta: La solución ideal sería ser independiente sin molestar a los dueños del aviso sobre todo cuando son funcionarios que presionan a través de la pauta publicitaria. La realidad es distinta: siempre se corre el riesgo de molestar a uno de los dos quisquillosos señores: el anunciante o el gerente del medio. O de agraviarlos a los dos. El tercero en discordia es la conciencia `profesional, que si se vende, contenta a uno y a otro. Los periodistas que han intentado manejar este triángulo, han recurrido a prácticas como estas:Separar radicalmente la redacción de la gerencia así será el gerente quien lidie a los anunciantes.Hacer ver que la relación del medio con los anunciantes no es de compadrazgo ni de amistad, sino de negocios. El anunciante no hace un favor al incluir su mensaje comercial en la pauta del medio, sino un negocio que le permite contar con la credibilidad y la circulación del medio.Al mismo tiempo los medios conscientes de la manipulación que hacen los gobiernos mediante la pauta publicitaria, buscan otra financiación en el sector privado. Esto significa que el medio debe ser competitivo y que esta competitividad es el resultado de la incidencia de dos factores que se complementan: la calidad del producto periodístico y la credibilidad.
Documentación
En Argentina se han presentado al Congreso siete proyectos de reforma en materia de publicidad oficial, uno de los cuales ya perdió estado parlamentario. Ninguno puede ser tratado debido a que los legisladores vinculados al partido oficialista no han dado quórum para las sesiones de comisión. Sin embargo el proyecto de ley más reciente fue propuesto un miembro del partido de los Kirchner y plantea el uso de la licitación pública para la contratación de pauta oficial. h.- La ley debe exigir la publicación de toda información referente a los contratos y llos datos detallados de los gastos de publicidad. 3.- Asegurar que las decisiones en materia de asignación de publicidad oficial no se encuentren concentradas en manos de funcionarios designados políticamente, sino a cargo de individuos con capacidad técnica adecuada. 6.- Aumentar la transparencia de la publicidad del sector público requiriendo a las entidades del sector público que den a conocer informes detallados y periódicos, -como mínimo, anuales- de sus actividades en relación con la publicidad y de los procedimientos utilizados para asignar las contrataciones. Estos informes deben ser de fácil comprensión para el público en genera y estar estandarizados en todos los organismos y dependencias oficiales. Los términos de los contratos publicitarios (incluyendo las contrataciones directas) deben ser públicos. A los medios y periodistas. 22.- Apoyar activamente la reforma de leyes y prácticas en materia de publicidad oficial y denunciar todos los abusos y presiones financieras relacionados con ellos. 24.- Lograr un acuerdo acerca del empleo formal y legal de los periodistas y otros profesionales de los medios, que garanticen sus derechos laborales fundamentales. Apartes del informe y de las Conclusiones de El Precio del Silencio de la Asociación de de Derechos Civiles y la Open Society de Nueva York. Buenos Aires, 2008. pp. 115, 116, 117, 118.