Periodistas compran a los socorristas de la Cruz Roja fotos de víctimas y escenas de desastres, cuando no pueden ingresar a la escena. ¿Es ética esta práctica?
Respuesta: La práctica de comprar o vender noticias está vedada entre buenos periodistas. Aunque es normal que el periodista y el fotógrafo vivan de su trabajo, no lo es que el trabajo profesional de obtener información de lo que sucede, se convierta en una transacción o negocio, en el que el acceso a la información resulta condicionado por la mayor o menor cantidad de dinero que se ofrezca a las fuentes. El derecho a la información, que es derecho base de los otros derechos, resultaría limitado y reducido en sus alcances, por las posibilidades económicas de los periodistas y sus medios. La introducción de consideraciones comerciales en la recolección de informaciones abre, además, el peligro de que por la motivación de la paga se alteren, se oculten o se privilegie por unos, el conocimiento de los hechos que conciernen a todos. La razón principal para este rechazo de la compra venta de noticias, es la necesidad de preservar a toda costa la completa independencia del periodista. Ningún poder distinto al de la propia conciencia, debe presionar sobre él; en este caso, el poder del dinero usado por él, o a él ofrecido. Los textos que se leen en los códigos de ética no dejan ninguna duda al respecto: el buen periodismo no admite el dinero, ni como instrumento ni como presión. Consideración aparte merece el poder corruptor del dinero sobre las personas que hacen negocio con la información que obtienen en el ejercicio de su trabajo profesional, que sería el caso de los socorristas, más atentos a su ganancia que a su servicio humanitario. Referencia Bibliográfica Entre otras actividades consideradas intolerables para el periodista está la de sobornar o ser sobornado para obtener o impartir información, verdadera o inexacta, la cual no habría sido capaz de obtener o publicar a través de los medios honestos y lógicamente aceptados en el ejercicio de su vocación. Código de los periodistas griegos. “Será mala conducta profesional el que durante el ejercicio de su profesión el periodista soborne las solicitudes de información o reciba dinero o material en recompensa y en consideración de publicar o suprimir noticias o puntos de vista.” Código de ética de periodistas de Nigeria. “El periodista rechazará donaciones o contribuciones de origen público o privado a interferir en su labor informativa. La búsqueda de ventajas personales contra el bienestar general es incompatible con el ejercicio del periodismo.” Código de periodistas de Venezuela. La integridad en sentido restringido significa el rechazo de dinero ofrecido para corromper la información. En sentido más amplio se refiere al rechazo de cualquier compensación, directa o indirecta, distinta del salario justo profesional. En algunos casos la integridad debe distanciarse de cualquier corruptela que pudiera poner en peligro su independencia para informar objetivamente y salvar la buena imagen de la profesión. En el fondo está en juego la fiabilidad del periodista y de todo el cuerpo profesional de informadores. Niceto Blázquez. Ética y Medios de Comunicación. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 194. pp 274, 275.