¿Cómo informar de manera correcta las leyes reguladoras de medios?
22 de Septiembre de 2016

¿Cómo informar de manera correcta las leyes reguladoras de medios?

En el parlamento argentino se está debatiendo una nueva ley de Servicios de Radiodifusión. ¿Cómo se puede informar correctamente si la nueva ley puede llegar a cerrar el medio que uno emplea?

Respuesta: Las leyes reguladoras de los medios de comunicación, per se no se convierten en obstáculos para el ejercicio independiente de la profesión. Es importante considerar los siguientes aspectos: Es deber de los gobiernos defender los derechos de la ciudadanía que pueden ser afectados por los medios de comunicación. Por ejemplo, el medio de comunicación que convierte la noticia en mercancía y cuya prioridad predominante es el negocio, o la defensa del interés particular. En tal caso se viola el derecho ciudadano a la información; y puesto que este es un derecho, base de los demás derechos, debe ser defendido.La libertad de prensa no es un derecho absoluto y debe estar al servicio de una información libre. Sus límites deben ser observados y hechos respetar por quien tiene constitucionalmente la función de defender el interés y los derechos del público.A los periodistas nadie nos da la libertad porque esta es una creación de cada persona. No son de temer tanto los gobiernos abusivos, como los periodistas incapaces de emprender cada día las tareas de consolidación de su independencia.Es ciertamente una actividad necesaria la defensa de las libertades de expresión y de información, pero la invocación de estas libertades puede convertirse en excusa para ignorar o justificar los abusos desde la prensa.

Documentación

Libertad ante los poderes de este mundo. Son tantos, tan sutiles y sibilinos, que se tornan invisibles y difícilmente los reconocemos. A veces pensamos que son sobre todo los económicos y los políticos. Es verdad que estos son los más violentos y desvergonzados, pero no son los únicos ni los más peligrosos, porque son fácilmente reconocibles. Uno sabe quién le compra y a cuánto le paga, cuando le asalta y con qué propuesta. Pero existen, además, el poder de la opinión, el prestigio y la personal ambición, el temor al futuro, la hostilidad de quienes no encuentran en nuestra página enaltecidos sus intereses o ideales. Todos esos poderes que son externos e internos, nacidos en los aledaños y en el propio corazón, hay que descubrirlos a tiempo y enfrentarse a ellos. Sólo quien mantiene su libertad tiene dignidad. Por supuesto, la libertad absoluta es imposible. Pero ya el conocer sus límites y vivir con actitud humilde y enhiesta desde ellos no es poco. Un periodista tiene voz propia y tiene amo, pero no puede ser la voz de su amo. Ya no hay “negros” que escriban a dictado, porque la liberación de la esclavitud ha llegado para los negros negros y para los blancos ennegrecidos. Olegario González. Éticas de la Información y Deontologías del periodismo. Tecnos, Madrid, 1995. P. 342.

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