Las declaraciones off the record de un congresista, que fueron publicadas sin identificación de la fuente, provocaron la reacción de su grupo político que desmintió la información. Después el congresista se identificó como la fuente de la información pero negó su contenido. El diario decidió que el congresista había violado el contrato del off the record y lo identificó en su edición siguiente. Fue la primera vez en que se reveló una fuente reservada.
¿Fue correcta la decisión del diario?
Respuesta: El uso del off the record debe ser cuidadoso porque contiene una restricción para el uso libre de la información que puede confirmarse con otras fuentes y que se hará publicable desde esas fuentes. El off the record es un pacto en el que las dos partes se obligan: el periodista adquiere el compromiso de callar el nombre de la fuente y ésta, a su vez, contrae el compromiso de toda fuente, de decir la verdad. Cuando una de las partes incumple su compromiso, el pacto queda roto y, en derecho, desaparece la obligación. Desde el punto de vista ético hay quienes consideran que debe mantenerse esa obligación para mantener la confianza de futuras fuentes. Debe considerarse, además, que el bien público está por encima del bien particular del periodista y de su fuente. La evidencia sobre el comportamiento inmoral de un legislador, es de interés público de modo que, a partir de la confesión del legislador, era deber del periodista confirmar la información con otras fuentes. No se trataba de un tema prescindible sino de una información debida al público puesto que afectaba el bien de todos. Al romper la norma sobre los compromisos con la fuente, el diario debió hacer una explicación del hecho. Es necesaria para que el lector agregue razones para creer en el periodista y en el medio; y otras fuentes tendrán en cuenta de que el silencio demandado al periódico depende de ellas. El off the record serán entendido no como una imposición unilateral, sino como un pacto entre dos que se comprometen, cada uno, a honrar su compromiso.
Documentación
The Washington Post se compromete a revelar las fuentes de todas las informaciones cuando sea claramente posible. Si aceptamos resguardar la identidad de una fuente esa identidad no debe ser revelada a nadie fuera del diario The Washington Post. Antes de aceptar cualquiera información sin una completa atribución, los redactores deben hacer todo el esfuerzo razonable para que conste. En caso de que no sea posible, los redactores deben considerar la posibilidad de buscar la información en otra parte. Si eso eventualmente tampoco es posible, los redactores deben pedir que conste una razón para mantener secreta la identidad de la fuente y deberían incluir esa razón en su crónica. En todo caso, alguna forma de identificación casi siempre es posible-por ejemplo, por departamento o por posición- y debería ser informada. Sin embargo el diario no revelará a sabiendas la identidad de los funcionarios de los servicios de inteligencia norteamericanos, salvo en circunstancias extremadamente inusitadas que deberán ser analizadas por los secretarios de redacción. Código de Conducta de The Washington Post. Los periodistas tienen la obligación moral de resguardar las fuentes de información confidenciales. Código de prácticas de la prensa británica. A 17 Una vez comprometido el diario a respetar el “off the record” lo respetará, salvo en el caso en que se consiga la misma información por otra vía y que esta pueda ser registrada. Manual de Estilo y Ética periodística de La Nación, Buenos Aires, Argentina