Hice algunas entrevistas y comenté a las fuentes que se publicarían en medio impreso. Al decidir publicarlas también por radio solicitamos autorización, pero algunas declaraciones son problemáticas. Me pidieron el guión y no me autorizaron la emisión. ¿Puedo distorsionar la voz y omitir los nombres? ¿Es un caso de censura previa?
Respuesta: La mejor experiencia periodística en manejo de fuentes enseña: Que ninguna fuente tiene obligación de responderle al periodista. Pero si la fuente accede debe llegarse a un pacto de buena voluntad en el que se acuerdan los temas de la entrevista, la duración y el uso que se le dará, que son los términos en que se harán la entrevista y su publicación. El material obtenido en la entrevista debe transcribirse con fidelidad hacia las ideas y datos expuestos por la fuente. Las necesidades de edición de ninguna manera justificarán alteraciones esenciales d elo expuesto por la fuente. Garantizada esa fidelidad, el periodista no está obligado a someter el texto final de la entrevista a revisión alguna por parte de la fuente. Si lo hace será por cortesía, mas no es deber ni es aconsejable que lo haga. La misma fidelidad exigida en la edición de la entrevista para un texto escrito, se impone en el caso de la edición sonora o de video. Los recortes necesarios en la edición no deben alterar el pensamiento de la fuente. La totalidad de la entrevista debe conservarse en archivo, y disponible para responder cualquier exigencia o reclamo de aclaración, corrección o rectificación.
Documentación
Caso sobre Derechos de la fuente. El relacionista público de la empresa Comunicaciones Limitada, Aldo Zamora, reclamó mediante una carta al director del diario El Informador, a raíz de un reportaje que da a conocer presuntas irregularidades en la postulación y obtención por parte de la empresa, de una licitación estatal para el transporte de correspondencia de los Servicios Públicos. Su reclamo apunta principalmente a que la información señalada no recogió en su totalidad la entrevista concedida por el presidente de la empresa, Roberto Velásquez, al medio, sino que tomó declaraciones en forma parcial, sacándolas de su contexto. Además omitió mencionar los documentos que le entregó dicho personero y que confirmaban su posición, y no tomó en cuenta la resolución reciente de un Tribunal que rechazó el reclamo presentado por otra empresa. Analizado el tema en reunión del comité de redacción del diario, el periodista José Morales, autor del reportaje, puntualizó: Que no se reprodujo toda la entrevista, pero es privilegio del periodista seleccionar lo que estima más adecuado para publicar. Es más, el señor Zamora me pidió ver el reportaje antes de ser publicado, y yo me negué a mostrárselo. No se consideraron los documentos que entregó el señor Velásquez, porque el tema principal eran las inquietudes manifestadas por parlamentarios y personeros de distintas empresas sobre la transparencia de la licitación, y no correspondía efectuar una defensa de la empresa aludida, como si se tratara de un tribunal. La sentencia que rechazó el reclamo de otra empresa respecto de la licitación lo hizo por razones formales y no se pronunció sobre el tema de fondo. Luego de oir las explicaciones del periodista el director del diario invitó a los redactores a opinar respecto de cuál podría ser la respuesta al reclamo del señor Zamora. Miguel González Pino en La ética periodística en el Nuevo Milenio. Universidad Diego Portales, Santiago de Chile, 2001. Pp 141,142