Quisiera saber sobre políticas de riesgo en los periodistas, los cambios en la vida cotidiana que se presentan en situaciones de peligro.
Respuesta: En situaciones de crisis, cuando aumenta el riesgo para los periodistas se hace más necesario el rigor en el trabajo: exactitud en la información que se difunde, cuidado en la selección de las fuentes; criterio para manejar la información que se obtiene; particular esmero en el uso de las palabras y claridad de objetivos. Pero fuera de esto, hay normas prácticas que ha enseñado la experiencia de periodistas en zona de guerra o de conflicto. Tomo del Manual de Autoprotección de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (FLIP) En la sede del medio, modificar las rutinas de entrada y salida; impedir el ingreso de extraños; instalar cortinas y mantenerlas cerradas; estar pendientes de personas y vehículos que circulan permanentemente por los alrededores; cuidar las conversaciones telefónicas, los ruidos extraños en la línea pueden indicar una intercepción; organizar planes de evacuación. En la casa del periodista, explicar en el medio familiar los riesgos y las medidas de precaución y protección; instalar mirilla panorámica en la puerta para comprobar quién llama, antes de abrir; no permitir el ingreso de extraños aunque exhiban credenciales de servicios, bancos, correo, si su visita no ha sido anunciada; si se trata de requisas, se permitirán si constan la orden judicial y la identificación; estas indicaciones deben explicarse a la empleada de servicio; iluminar el frente de la casa, instalar alarma, evitar que su número telefónico figure en el directorio; concertar con los vecinos para informar sobre extraños; avisar a las autoridades sobre extraños y merodeadores; dudar de paquetes y cartas no esperados. Estas son algunas de las numerosas recomendaciones que contiene este manual. Parecen excesivas y de paranoicos, pero recuerdan que en una situación anormal, la prudencia debe ser lo normal para el periodista.
Documentación
Qué evitar en zonas de conflicto. • Evite dejarse dominar por el afán noticioso y seguir los caminos de la guerra o las persecuciones en caliente por lugares desconocidos. • Evite informar sobre los movimientos de los grupos armados ilegales que puedan servir de ventaja militar a sus enemigos, o hacer pactos de cualquier tipo a cambio de noticias o para obtener garantías. • Evite vestirse con ropa de corte o diseño militar y portar armas o hacerse acompañar de gente armada • Evite portar documentos de identificación militar, o de cursos realizados con la Fuerza Pública o credenciales de prensa de la policía o del ejército. También llevar encargos y recados a zonas de conflicto. • Evite mostrar miedo ante los grupos armados ilegales, o servir de mediador de secuestros o aceptar sobornos o trabajos de empresas no periodísticas o agencias de inteligencia del Estado. • Evite traspasar la frontera de uno de los combatientes ilegales con datos, fotografías, videos, grabaciones magnetofónicas o apuntes realizados en el terreno de sus enemigos. • En retenes, entrevistas, charlas o encuentros ocasionales con los ilegales armados, evite mostrarse amigable o dar a entender simpatía o animadversión por las causas de unos o de otros. Aprovechar esos encuentros para hacerles reclamos o aceptar compromisos que no pueda cumplir, es un error. ¿Qué hacer en esas zonas? • Practicar o transformar según el caso las normas de autoprotección • Mantener siempre distancia con las fuentes del conflicto. • Tener una buena condición física y sicológica. • Moverse con rapidez en áreas donde los riesgos son altos, ser muy prudente en los desplazamientos y salir inmediatamente de la zona si es amenazado por algún grupo armado ilegal o que se comporte como tal. • Identificarse siempre como periodista y averiguar antes de entrar en zonas de conflicto cuáles son los grupos armados ilegales y la manera como se comportan con la prensa. • Confiar en su intuición. FLIP: Manual de Autoprotección para periodistas. P. 43,44,45 flip@cable.net.co redalerta@cable.net.co. www.flip.org.co