¿Hay argumentos suficientes para demostrar que la ética es medio de supervivencia y crecimiento para las empresas y los medios? Hay un primer argumento y es el hecho de que las empresas éticas son las que en situaciones de crisis tienen mayores posibilidades de sobrevivir.
La empresa no ética tiene costos que una empresa no está en capacidad de absorber. Sucedió durante la crisis financiera de Estados Unidos. El colapso mayor se dio en las empresas cuyos altos ejecutivos habían impuesto el enorme costo de su corrupción, por una parte; y que habían perdido la confianza de su clientela, precisamente disuadida por el espectáculo o la sola sospecha de corrupción en sus altos ejecutivos.
Algo parecido observó el siquiatra Bruno Betelheim en el campo de concentración de Auschwitz. Los prisioneros con mayores posibilidades de supervivencia fueron los éticos, es decir, los que vivían en función de los demás.
Hay otro argumento, explicado por Adela Cortina, Jesús Conill y Fernando Savater: coinciden ellos en la afirmación sobre la clave del éxito empresarial, compuesta por dos elementos:
1.-La confianza del público en la empresa.
2.-La capacidad de innovación permanente de empresarios y empresas.
Tanto la confianza como la innovación son valores éticos que, a su vez, resultan de otros valores.
Aún las más brillantes teorías de renovación y supervivencia empresarial, descansan en el vigor de los valores éticos para comunicar vitalidad a empresas y empresarios.
Podría agregarse otro argumento, derivado de los anteriores; así como es evidente que la empresa ética reúne las condiciones para su éxito, las empresas fracasadas tienen como elemento común y definitivo el desprecio, o el olvido o la violación sistemática de los valores éticos.
Documentación.
La experiencia original en Estados Unidos es que en una situación de absoluta incertidumbre las únicas empresas que sobreviven y que incluso prosperan son las éticas y, casi por definición, las empresas que no se comportan éticamente son las que desaparecen.
Este punto es muy importante. Pensemos que si el planteamiento fuera que es preciso comportarse éticamente aunque haya que cerrar la empresa, estaríamos proponiendo una afirmación o una oferta que un empresario responsable no podría aceptar. Un empresario responsable cuida su empresa porque significa mucho, no solamente para él sino para el conjunto de personas que trabajan en ella. Por tanto, la respuesta de un empresario responsable al que le propusieran ser ético aunque se vea obligado a cerrar sería: pues para mí la empresa es muy importante porque es mi manera de colaborar y cooperar y por tanto no puedo atenerme a la ética. Sin embargo la experiencia nos muestra el horizonte contrario: las empresas éticas sobrevivieron y la ética de los negocios comenzó a prosperar debido a los escándalos financieros de las empresas que tuvieron que cerrar precisamente por mala conducta ética. Las empresas que sobreviven en situaciones de incertidumbre, de globalización son las que se conducen éticamente y no las otras.
Adela Cortina: Una ética Empresarial, Siglo del Hombre y Fundación Scoail.Bogotá, 1998. Pp. 26,27