¿Cómo cumplir con el deber ético de adoptar buenas técnicas de narración ?

Respuesta: 

El de los géneros parece un aspecto exclusivamente técnico pero se trata, principalmente del deber ético de la comunicabilidad de los textos periodísticos. Puesto que el periodista cumple con su función cuando, obtenida la verdad de los hechos, la comparte con los receptores de su información, hace parte de las obligaciones periodísticas la adopción de técnicas de redacción que hagan comunicable la información. La comunicabilidad implica: El uso correcto y creativo de las palabras. Estas son los instrumentos de trabajo del periodista. Así como el abogado trabaja con las leyes y el cirujano con el bisturí, el periodista lo hace con las palabras. Es una herramienta de trabajo cuyo buen uso demanda conocimientos de la ortografía y de las leyes de la sintaxis. Se requiere además el manejo y selección de los distintos géneros. Por una parte el tema; por otra el medio y, principalmente los receptores de la información imponen en cada caso un género o modo de contar con el que se haga amable, comprensible y claro el texto periodístico. Al género noticia, que es el más escueto y utilizado modo de contar, se agregan la crónica, el reportaje, la entrevista, el perfil, el comentario, entre otras opciones distintas, entre las que debe seleccionarse la más adecuada. Cualquiera sea el género escogido, el periodista debe redactar de modo sencillo, claro, conciso y atractivo en beneficio del lector. Así como en la conversación corriente predomina la intención de hacerse entender y de mantener la atención del interlocutor, al escribir, el periodista tiene en cuenta a su lector, oyente o televidente, como objetivo prioritario. Esa intencionalidad de servicio a la inteligencia del receptor de la información es lo que convierte en ético el ejercicio de comunicar las noticias, los comentarios de las noticias.

Documentación

El propósito al redactar cualquier noticia es comunicar hechos e ideas a un público heterogéneo. Por tanto, el estilo de la redacción debe ser claro, conciso, preciso, fluido y fácilmente comprensible, a fin de captar el interés del lector. Los periodistas han de escribir con el estilo de los periodistas, no con el de los políticos, los economistas o los abogados. Los periodistas tienen la obligación de comunicar y hacer accesible al público en general la información técnica o especializada. La presencia de palabras eruditas no explicadas, refleja la incapacidad del redactor para comprender y transmitir una realidad compleja El uso de tecnicismos no muestra necesariamente unos vastos conocimientos sino, en muchos casos, una tremenda ignorancia. Los periodistas deben cuidar de llamar a las cosas por su nombre, sin caer en los eufemismos impuestos por determinados colectivos. Así, por ejemplo, el “impuesto revolucionario” debe ser llamado extorsión económica, el reajuste de precios debe nombrarse como subida, y nunca un policía tuvo que utilizar los medios antidisturbios, sino que simplemente los utilizó. Libro de Estilo de El País, (Madrid) a 2.1 , 2.2 y 2.3