¿Cómo debo tratar el tema de la ejecución de Timoty Mc Veigh, si yo me opongo a la pena de muerte y, sobre todo, al sensacionalismo periodístico con que se está tratando el caso, pero tengo a mi jefe encima, que quiere que enfoque el tema como si se tratara de un evento deportivo? Su jefe es su jefe, pero no es su conciencia. Y una conciencia periodística indica que uno es el tratamiento de un evento deportivo y otro el que se debe dar a la ejecución de Mc Veigh.Que usted se oponga o no a la pena de muerte no cambia el hecho, y la versión periodística es veraz cuando da su versión exacta.
Esa versión es insuficiente si se limita a los datos que causan sensación debe ir más allá: presenta contextos, o sea todos los hechos concomitantes y relacionados con esa ejecución investiga sus antecedentes, muy significativos en este caso y busca sus proyecciones, o sea lo que pasará con la pena de muerte, con el manejo de pruebas, con la intervención de gobernadores y presidentes, y lo que la sociedad puede esperar de esa institución en vista de los resultados que ha tenido la pena de muerte en materia de criminalidad y de terrorismo en el mundo.
Como usted puede ver, un tratamiento de estos temas con un criterio ético de verdad, de independencia de los propios prejuicios y con una sentido de respuesta a la sociedad, puede dar por resultado una crónica de mayor interés que la versión de un evento deportivo.
Documentación.
La verdad y la objetividad posibles son uno de los principales temas de los códigos de ética. La verdad en ningún caso puede ser falseada o tratada superficialmente. Por esto los Códigos exigen la comprobación de la veracidad de la información o una "absoluta objetividad" en ese mismo sentido. Y todo eso por razones del derecho que el público tiene a conocer la verdad. En algunos casos este concepto es expresado lacónicamente excluyendo de manera total y categórica la mentira. En otros, la idea es desarrollada entrando en el terreno práctico, ya que la información debe estar libre de odios y prejuicios, fuel a los hechos e interpretada imparcialmente.
La noticia, el dato, están ahí, tal y como se produce y cualquier cambio del hecho sería una falsedad o una mediamentira. A su vez la información no es algo que aparece por sí solo. Siempre hay alguien que informa y su enfoque no es necesariamente una falsificación del hecho o una traición a la objetividad. El enfoque no es más que una consecuencia de la natural limitación humana, es el tratamiento legítimo de la información, un tratamiento evidente y necesario para la orientación honesta siempre y cuando esta parte sujetiva del informador arranque de un conocimiento exacto y cierto, de una reflexión consciente y de una rectitud intachable de intenciones.
Luka Brajnovic
En Deontología Periodística. Pamplona. 1978