Consultorio Ético de la Fundación Gabo
20 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

Cuando fui enviado a Tijuana para investigar el homicidio de Luis Donaldo Colossio, las fuentes de información se mantuvieron herméticas. Tuve la fortuna de ser el primero en entrevistar a los compañeros de trabajo del autor material del crimen, y tuve que hacerlo antes que hablanran con la policía judicial, porque de lo contrario los obligarían a guardar silencio. Ante la disyuntiva de que el personal de vigilancia de la empresa donde trabajaban estas personas no me permitiera el ingreso, o de ofrecerles dinero, opté por sobornar a los guardias, entré con el turno de madrugada, entrevisté a una novia y a compañeros de trabajo del autor material del magnicidio. Pero no sé si actué profesional y éticamente.
El fin (una noticia) no justifica los medios ( el soborno, o la mentira, o la violación de la privacidad.)
Cuando un periodista acude a medios ilegales para obtener una información, arroja dudas sobre su credibilidad. Si se trata de casos de corrupción, la paga que arroja dudas sobre los testimonios, acaba favoreciendo a los corruptos y dañando la credibilidad del periodista.Una norma generalmente aceptada es que el periodista siempre juega limpio y con todas las cartas sobre la mesa, porque esa transparencia le da la autoridad moral necesaria para merecer la confianza de sus lectores y la credibilidad indispensable para que su información sea tenida en cuenta. Prácticas como la que aparece en el caso, le restan autoridad moral al periodista. Es cierto, logró una buena noticia, pero se perdió autoridad moral, y el periodista sabe que ese episodio no puede ser conocido por el público sin perjuicio de su buen nombre. Por tanto se condenó a ocultar algo, que no es lo deseable para ningún periodista.

Documentación.

Las tres cadenas comerciales de televisión de Estados Unidos prohíben el periodismo de chequera en forma de pagos a personas que se entrevistarán. ABC News también prohíbe pagar a las fuentes por una noticia, entre otras cosas "porque eso haría sospechar que pagamos por lo que queremos oír."
Entre los pocos periódicos que consideran directamente el periodismo de chequera se cuentan el San José Mercury News, el Detroit Free Presss. "Cualquier intento de pagar por noticias, o por el acceso a ellas, origina serias dudas sobre la validez de la noticia y de los motivos de comprador y vendedor", establece el Mercury News, y advierte que se requerirá la aprobación del editor en aquellas circunstancias extraordinarias cuando el periódico pudiera pagar por noticias. El Free Press permite a sus editores jefes aprobar aquellas raras excepciones contra su regla que prohibe pagar por información. Cuando eso ocurre, dice el Free Press, pueden suscitarse serias dudas sobre la credibilidad de aquella información y los motivos de comprador y vendedor.
Es difícil entender por qué la mayoría de los códigos de ética periodística prestan tan poca atención a los métodos en juego para conseguir noticias o fotografías. Algunos de ellos no son solamente cuestionables sino abiertamente antiéticos. No se califica la ética de una pieza periodística simplemente considerando los resultados finales se deben estimar también los métodos de obtención y producción de aquello que finalmente se imprime o sale al aire.

Eugene Goodwin.
En Por un periodismo Independiente. Tercer Mundo. Bogotá. 1994.

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