Consultorio Ético de la Fundación Gabo
20 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

Soy periodista del semanario El Sol de Mendoza, Argentina y le escribo para ponerlo al tanto de que a la Cámara de Diputados de la provincia ha ingresado un proyecto de ley mordaza que trata más o menos de esto: se crea la Asociación Etica del periodismo de Mendoza, que incluye un anexo con el Código de Etica del Periodismo de Mendoza, el cual está redactadopor los mismos legisladores.
Tiene usted motivos sobrados para alarmarse. Sea el que sea el textodel proyecto de ley para imponer un código de ética, implica unaalarmante confusión por el solo hecho de desconocer la diferenciasustancial entre ley y ética.En una esquemática enumeración le resumo algunas de las diferenciasentre los dos conceptos:

- La ética obedece a normas autánomas
- La ley a normas heterónomas.
- La ética es imperativa (impone obligaciones)
- La ley es imperativa. (Impone obligaciones y reconoce derechos.)
- La ética es voluntaria, nadie la puede imponer.
- La ley es coercitiva, se impone aún con la fuerza.
- La ética dignifica al ser humano.
- La ley resuelve problemas de coexistencia.

Pero el hecho de que un gobierno, cualquier gobierno, se sienta con elderecho a imponer un código de ética a los periodistas y a regular laactividad periodística, ha sido mirado por los periodistas como un abusoy un peligro.
Es abusivo que un gobierno pretenda imponerle condiciones a unaactividad que, por su propia naturaleza, debe fiscalizarlo. ¿Con quéindependencia puede actuar un fiscal que ha sido regulado por elfiscalizado?
Es un peligro para la libertad de prensa que se le admitan a un gobiernoatribuciones que ese gobierno o cualquier otro podría utilizar paracontrolar una actividad que no admite más controles que los de lapoblación y los de los propios medios de comunicación.Los códigos de ética, por tanto, deben ser el resultado de ladeliberación y el consenso de los propios periodistas que, de modovoluntario y libre, adoptan unas normas que guían las decisionespersonales en su ejercicio profesional de cada día.

Documentación.

La libertad es el asunto del que se ocupa propiamente la ética. Libertades poder decir "sí" o "no", lo hago o no lo hago, digan lo que digan misjefes o los demás esto me conviene y yo lo quiero, aquello no meconviene y por tanto no lo quiero. Libertad es decidir, pero tambiéndarte cuenta de que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar. Ypara no dejarte llevar no tienes más remedio que intentar pensar almenos dos veces lo que vas a hacer sí, dos veces.Nunca una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o uncapricho. Para saber si algo resulta conveniente tendrá que examinar loque hago más a fondo, razonando por mí mismo. Nadie puede ser libre enmi lugar, es decir, nadie puede dispensarme de elegir y de buscar por mímismo. Cuando se es un niño, con poco conocimiento de la vida y de larealidad, basta con la obediencia, la rutina o el caprichito. Pero esporque todavía se está dependiendo de alguien. Luego hay que hacerseadulto, es decir, capaz de inventar en cierto modo la propia vida y nosimplemente de vivir la que otros han inventado para uno. Naturalmenteno podemos inventarnos del todo porque no vivimos solos y muchas cosasse nos imponen queramos o no. Pero entre las órdenes que se nos dan,entre las costumbres que nos rodean o nos creamos, entre los caprichosque nos asaltan, tendremos que aprender a elegir por nosotros mismos. Nohabrá mas remedio, para ser hombres y no borregos, que pensar dos veceslo que hacemos.
Lo primero que hay que dejar claro es que la ética de un hombre librenada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por laautoridad que sea, humana o divina, para el caso es igual. El que nohace más que huir del castigo y buscar la recompensa que dispensanotros, según normas establecidas por ellos, no es mejor que un pobreesclavo.

Fernando Savater.
En Etica para Amador, Ariel, Barcelona. 1995.

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