En mi ciudad acabo de enterarme que por primera vez, un canal de televisión está contratando periodistas a cambio de que éstos se paguen buscando publicidad. Esto se hacía desde hace tiempo en los medios radiales.Cómo debemos actuar los periodistas locales antes de que esta actividad se convierta en norma para los empresarios dueños de los medios de comunicación que son "tan creativos" en estos casos? O acaso debemos dejar que esto continúe bajo la norma de la libre oferta y demanda?
Lo peor es que se trata de la televisión universitaria. Está de pormedio la información libre, que es una b ase insustituible de la democracia.
Por tanto, no se trata de un asunto menor, que se puede dejar al libre juego de la oferta y la demanda.Se imponen en consecuencia acciones como estas:
1.- La negativa firme del periodista a aceptar un contrato de trabajo en estos términos. Es cuestión de decoro profesional pero, sobre todo, de defensa del derecho ciudadano a una información libre.
2.- Puesto que la actitud de un periodista solo, puede ser desconocida, se impone una acción gremial contra esta práctica.
3.- Esa acción gremial puede tener como objetivo la aprobación de una legislación en defensa del derecho a la información, en cuya reglamentación se incluya la obligación de pagar un salario digno, que no comprometa la independencia del periodista.
4.- Esa propuesta legislativa se puede ampliar con reglamentaciones específicas del Código del Trabajo o leyes laborales que amparen el salario del periodista, como el de cualquier trabajador.
Documentación.
LOS INGRESOS DEL PERIODISTA
Así como las empresas deben ordenar sus finanzas para mantener su independencia, cada periodista debe organizar su economía personal y familiar de modo que no corra peligro su libertad.
Los periodistas de Formosa dan una clave en su código de ética:" la austeridad de vida es una fuente de independencia para el periodista." Y de hecho, la mayoría de los códigos coinciden en esa recomendacióncuando rechazan las dádivas, los honorarios que no procedan de la empresa en que trabajan, los honores otorgados por entidades que eventualmente podrían ser fuente de información, las ventajas privadas para el periodista, las invitaciones, viajes y obsequios. Todos estos códigos trazan un perfil austero del periodista y lo colocan por encima de la preocupación por el lucro y la riqueza, porque sólo así pueden ser independientes.
La empresa periodística, por su parte, tiene la responsabilidad de mantener un nivel decoroso de remuneraciones de sus periodistas con el fin de garantizar su independencia en ese aspecto. Su salario debe permitirle al periodista dedicarse por entero al ejercicio profesional sin necesidad de acudir a otras fuentes de ingreso. Resulta vedada, en consecuencia, la práctica de imponer a los periodistas la venta de publicidad para que obtengan así parte de su ingreso. Esta gestión limita su independencia profesional y lo expone a contraer compromisos que le impedirían informar libremente. Por esta razón el código de ética de los periodistas de Israel expresamente prohibe a los periodistas la venta de publicidad.
Herrán y Restrepo.
Etica para Periodistas. P. 241, 242.