En la jornada de la libertad de prensa se repitió aquí lo mismo de siempre: que los periodistas son perseguidos y que la democracia no funciona sin libertad de prensa. Pero ¿qué libertad puede haber si un periódico tiene tantos años como anunciantes?
R.- Apoyarse en los anunciantes para sostener un medio periodístico es un mecanismo que, como cualquier otro, puede tener efectos buenos o malos para la libertad. Lo mismo sucedería si la financiación proviniera del Estado, o de una organización benéfica internacional, de una iglesia o de una cooperativa de periodistas.
El problema para la libertad comienza en las personas que adoptan el mecanismo. Puesto que el existente en nuestros países es el de la financiación a partir de la publicidad, importa señalar los deberes éticos a que da lugar esta situación.
a) Cuando la publicidad se otorga como un favor que el publicista le hace al medio, de entrada reduce al medio y a sus periodistas a la condición de instrumentos del publicista, porque el pacto expreso o implícito es que el publicista entrega la pauta comercial a cambio de la fidelidad del medio a su voluntad. En esas condiciones, el medio pone en venta su libertad y entrega por nada sus espacios y, sobre todo, su credibilidad, que es el valor definitivo para un anuncio comercial.
b) Cuando la publicidad se le entrega a un medio a cambio del espacio y de la credibilidad que el medio le agrega al comercial, en este caso, no hay benefactor ni beneficiado; los dos: el publicista y el medio pactan en términos de igualdad, El objetivo del pacto se limita a la publicación del aviso y al pago de una tarifa, sin más compromisos. Así la libertad de expresión e información queda bajo el control del medio y sin interferencias externas.
c) Cuando la publicidad se entrega como un favor político a cambio de apoyo político. Ni el publicista, ni el medio asumen compromiso alguno con la información libre. Hacen caso omiso de esta condición para la información de calidad y, por tanto, pierden de vista el servicio al lector, pues es asunto que no tiene cabida entre dos negociantes que buscan solo el propio beneficio. En esas condiciones el medio degrada su condición y se reduce a ser un boletín de propaganda política.
Documentación
Los medios de comunicación funcionan bajo el sistema comercial, en dos mercados: uno es el mercado de lectores que compran el diario, la revista o reciben gratis el mensaje radial o televisivo, lo cual hace de esta mercancía un producto muy particular en el capitalismo, puesto que es el único que se vende por debajo de su costo de producción, o que se regala. Todos sabemos que el costo de producción es el inferior límite hasta el cual puede bajar el precio de venta, pero tenemos un producto que se vende sistemáticamente por debajo de dicho costo, en el caso de los periódicos o revistas, o que se regala cuando se trata del mensaje radial o televisivo.
Al lado de este mercado primario de lectores, funciona un mercado secundario de anunciantes, que son los que financian centralmente estos medios de comunicación. La pauta para cualquier medio de comunicación escrito, es de 70% de financiamiento de publicidad y 30% de ventas, en promedio. En la radio y la televisión es 100% publicidad. Por tanto, el control que efectivamente se ejerce sobre los medios, está en ese mercado secundario, publicitario y en la formación de capital.
Me parece importante tenerlo en cuenta porque refuerza la reflexión en el sentido del problema de quién controla los medios de comunicación. El olvido de esta situación hace que seamos muy perspicaces con la libertad cuando el estado interviene, pero mucho menos contestatarios cuando los dueños o los publicistas ejercen el control de los medios y aquí casi tenemos una característica de los programas de opinión en la televisión: no hay programa de opinión en la televisión que no termine censurado, por una alianza entre el estado y el capital privado. Por eso cuando hablamos de obstáculos a la libertad de expresión, hay dos tipos de obstáculos.
Rafael Roncagliolo, en Medios de Comunicación y Libertad de Prensa, Seminario- Taller de Hábitat Perú, Siglo XXI, en Lima, noviembre de 1986. Memoria. P. 110.