¿Es conveniente, o inconveniente, el cambio que ha introducido Internet al convertir el ciudadano común en emisor?
26 de Julio de 2016

¿Es conveniente, o inconveniente, el cambio que ha introducido Internet al convertir el ciudadano común en emisor?

Foto: Pixabay

¿Es conveniente, o inconveniente, el cambio que ha introducido Internet al convertir el ciudadano común en emisor? La respuesta común es que eso va en deterioro de la información pública y que la profesión de periodista corre el peligro de desaparecer, sustituida por ese ciudadano emisor. ¿Cuál es su punto de vista? R.- En la práctica de los medios la actitud más positiva es la que convierte a estos ciudadanos emisores en colaboradores que aportan una materia prima de la información. Esos medios – periódicos, noticieros de radio o de televisión – sienten que pueden estar presentes en más lugares, dada la ubicuidad del periodista ciudadano. En último término es el profesional periodista quien decidirá si esos materiales son importantes o no; él determinará si esos datos deben ser confirmados, o complementados; de él dependerá que se presenten de una manera u otra. En cualquier caso, ese ciudadano emisor viene a ser lo mismo, aunque con elementos técnicos distintos y superiores, que el testigo a quien el periodista acude para enriquecer su información.
También es práctica de los medios dedicar al periodista profesional a las tareas de análisis, explicación y complementación de la información, que son los valores profesionales agregados a la información en bruto que aportan los reporteros ciudadanos.
Estas son las actitudes positivas que convierten el fenómeno del ciudadano emisor en un colaborador valioso del informador profesional.
Mirarlos como una competencia peligrosa para la supervivencia del periodista, o como una fuente dañina de información, es una expresión de inseguridad profesional y de incapacidad para ver todos los aspectos de las nuevas tecnologías.
Documentación
Las cartas al editor existen en la prensa escrita desde hace más de 200 años; y ya en los años noventa del siglo pasado aparecieron las primeras iniciativas encaminadas a aproximar al periodista al ciudadano a través del periodismo público. Internet sin embargo aportaba una novedad sustancial: la posibilidad de una relación directa en tiempo real entre periodistas y lectores, y entre los propios lectores. Cuando esa relación se produce en el marco de los medios, se denomina periodismo participativo. El salto es cualitativo. El ciudadano aporta contenidos originales que los medios pueden publicar o utilizar para elaborar informaciones.
Los medios tradicionales incorporaron la participación con su doble objetivo. Por un lado para legitimarse en concordancia con su función democrática, ofreciendo espacios para la deliberación entre ciudadanos. Por otro, como aporte de una estrategia económica encaminada a fidelizar a la audiencia. Y los periodistas reaccionaron entre el entusiasmo y el escepticismo. En todo caso, las redacciones han tendido a definir espacios claramente diferenciados entre la aportación de la audiencia y la producción de los periodistas, para evitar que la participación minara el papel del narrador de la realidad. La apuesta clara de los medios por la participación se traduce en más de una quincena de posibilidades, pero los comentarios y las noticias son unas de las preferidas por los medios y por las audiencias porque posibilitan el debate entre ciudadanos y permiten fortalecer la función democrática de la prensa.
Ruiz, Masip, Domingo, Noci y Micó en Participación de la audiencia en el periodismo, Universidad de Barcelona, Aldea Global, Barcelona, 2013. P. 134

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