Tenemos una discusión en la universidad: ¿cuál es el primer valor ético para el periodista: la justicia, la independencia, la verdad, la responsabilidad?
R.- Todos son importantes y de acuerdo con las circunstancias del ejercicio profesional cada uno puede ser el más importante.
Los nombres, características y aplicaciones de estos valores son partes de una abstracción o esfuerzo de la mente para llegar hasta sus realidades, que escapan al dominio de los sentidos. No se pueden ver, ni tocar, ni medir, pero están ahí.
Para el médico lo primero será el valor de la vida, para el abogado el máximo de los valores es la justicia y para el periodista es su compromiso con la verdad. Esto no quiere decir que el periodista pueda descartar como insignificantes la justicia, la responsabilidad o la independencia. Entre estos valores hay una interrelación que determina fenómenos como el que unos no puedan vivir si no están los otros. No puede haber verdad sin justicia, ni justicia sin libertad, ésta a su vez depende de la verdad, como son inseparables en la llama la luz y el calor.
Para el periodista la verdad parece tener la máxima prioridad y así lo revela el hecho de que en los códigos de ética la verdad encabeza la lista de los valores éticos; pero ese omnipresente compromiso del periodista con la verdad no se sostiene si no está apoyado por la independencia, ni tiene razón de ser si no es una respuesta a la sociedad.
Es, pues, un problema teórico del que se ocupan los filósofos. La ética, como saber práctico, mira todos estos valores como necesarios para construir el deber ser del periodista.
Documentación
He aquí las formas en las que algunos códigos mencionan el valor de la verdad:
Supremo mandamiento: Alemania.
Piedra Fundamental: Dakota, Estados Unidos;
Base de la profesión, Missouri, Estados Unidos.
Primera y principal obligación, España.
Principio rector; Associated Press.
Primer deber: Guyana inglesa.
Por encima de todo, Oregon, Estados Unidos.
El periodista debe decirla y adorarla: Nigeria.
Compromiso fundamental: Brasil.
Información responsable de los hechos: Chile. (Colegio de Periodistas)
Información correcta y pronta: Dinamarca.
Norma irrenunciable: Guatemala.
Preocupación principal: Grecia.
Historias justas, exactas e imparciales: Kenya.
Véase lo que dice el canon del periodismo japonés:
Los periódicos son los primeros redactores de la historia, y la misión de los reporteros se basa en la búsqueda constante de la verdad. La divulgación debe ser exacta y justa, y nunca se debe ver afectada por la convicción personal o diagonal del reportero. El juicio editorial debe ser una expresión honesta de la creencia del escritor, no para conseguir popularidad.
Otra curiosidad: el código de la Unión de Periodistas Búlgaros dice en su punto 5 que el periodista “no se pone al servicio de los servicios de inteligencia”.
Pablo Mendelevich en Ética Periodística, Fopea y Fundación Konrad Adenauer, Buenos Aires, 2005. P. 47, 48.
Consultorio Ético de la Fundación Gabo
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